Por María Ignacia Alvear C.
Las grandes firmas tecnológicas que alguna vez fueron sinónimo de innovación están pasando por un momento complejo. La semana pasada, Google y Microsoft reportaron resultados que estuvieron por debajo de lo esperado y lo mismo se espera que ocurra mañana con Apple, la mayor empresa tecnológica del mundo.
Más allá de factores puntuales, los expertos destacan que muchos de estos gigantes, que partieron como pequeñas compañías flexibles y dinámicas, han llegado a una “crisis de madurez”, en su modelo de negocio. Microsoft, que alguna vez soñó que cada persona en el mundo tendría un computador con su sistema operativo, vio su acción derrumbarse más de 12% el viernes, su mayor caída en trece años, debido a la débil demanda por la última versión de Windows. El desplome en los papeles, además, significó que la firma perdiera US$ 36.000 millones en valor bursátil, más que todo Yahoo.

El inexorable
paso del tiempo
Los tres son ahora los actores dominantes en sus respectivos mercados, que defienden celosamente a través de batallas en tribunales por derechos de patentes, o absorbiendo a rivales emergentes más pequeños con ideas novedosas.
Rebelándose contra el inexorable paso del tiempo, Microsoft anunció a comienzos de mes el mayor cambio a su organización en cinco años. Ironizando sobre el anuncio, Financial Times comentó a través de una columna que no existen remedios conocidos para la madurez de las empresas.
“La reciente reorganización no arregla el problema”, dijo a Reuters el analista de Nomura Rick Sherlund. Los analistas proyectan que sus antiguos motores de crecimiento, como Windows 8, seguirán debilitándose hacia 2014.
Un nuevo hit
Aunque Apple sigue disfrutando de suculentos ingresos por productos como el iPhone, las tasas de crecimiento se están aplanando. El mercado de los smartphones de alta gama tocó techo, y ya no puede crecer mucho más lanzando un nuevo teléfono inteligente cada año porque el mercado está saturado.
La firma está bajo presión de los analistas, que aguardan para ver si su nuevo director ejecutivo, Tim Cook, tendrá la misma capacidad de Steve Jobs para sorprender a los consumidores con nuevos productos. Y para ello está haciendo apuestas arriesgadas como un iWatch, o reloj virtual, cuyo lanzamiento se ha ido demorando. Más allá de los problemas técnicos, los expertos son escépticos, y se preguntan por qué un reloj que tiene algunas de las funciones de un teléfono inteligente, atraería a compradores que ya pueden ver la hora en su smartphone.
Google también está pasando por una crisis de la edad media. Pese a que la semana pasada anunció sólidos resultados, su acción cayó, al informar un declive en los precios de la publicidad online. “El desafío de Google es reiniciar el crecimiento de los ingresos a medida que su negocio original comienza a madurar”, dijo a Bloomberg el analista de BGC Partners, Colin Gillis. “El negocio principal (publicidad en búsquedas) está desacelerándose”, acotó.
La fórmula de la juventud
Pero decididos a mantenerse jóvenes, los tres gigantes están luchando por reinventarse, expandiéndose hacia nuevos sectores, donde los márgenes todavía son altos. Google está apostando por unos anteojos de realidad aumentada, que ya enfrenta resistencia de los clientes preocupados por su efecto sobre la privacidad, mucho antes de ser lanzado. También está incursionando en un nuevo negocio de televisión online, para quitarle clientes a los operadores del cable. Apple, por su parte, trabaja en una innovación para su aparato Apple TV, que permite eliminar la publicidad. Microsoft, en tanto, está tratando de levantar un servicio de televisión a través de su consola de video juegos Xbox, con cerca de 300 canales.