Los mercados accionarios emergentes tuvieron una corrección en el primer semestre
Los mercados bursátiles tuvieron un pobre desempeño en el primer semestre de 2011. En este período, la economía mundial se debilitó, la política monetaria se endureció y la aversión al riesgo se incrementó.
Por: Equipo DF
Publicado: Lunes 11 de julio de 2011 a las 05:00 hrs.
Si 2010 fue un año de alto vuelo para las bolsas emergentes, los primeros seis meses de este año han contado una historia diferente. En lo que va de 2011, los índices accionarios en los países ricos han tenido un mejor desempeño que los de los mercados emergentes. Mientras que el índice FTSE All-World Developed US-dollar aumentó 7,6% el año pasado, la mitad del ritmo del índice FTSE equivalente para el mundo emergente, desde entonces los papeles se han invertido. Las acciones del mundo desarrollado subieron 3,4% entre enero y junio de 2011, mientras que las acciones de mercados emergentes cayeron 3,1% en términos de dólar estadounidense en el mismo lapso.
El contexto más amplio de este cambio ha sido una actuación más débil de los mercados de valores globales en comparación con 2010. Ciertamente parece que vientos económicos contrarios crecientes, combinados con una corrección natural después de la exuberancia del año pasado (que a su vez debía mucho a la gran liquidez global) han afectado a las acciones en todo el mundo en los últimos seis meses, y que estos factores han afectado más a los mercados emergentes.
Los datos de 87 índices individuales, que abarcan mercados de tamaño y sofisticación muy diferentes alrededor del mundo, ofrecen una perspectiva de evolución del mercado en los últimos meses. Sólo seis de los 87 índices seleccionados disfrutaron de ganancias de dos dígitos en el primer semestre. A mediados de diciembre de 2010, no menos de 44 índices habían registrado cambios porcentuales en el año de 10% o más.
A la cabeza de la tabla esta vez está el índice Tepix de Irán (con un alza de 30% en el primer semestre de 2011), seguido por el poco transado Bursátil de Venezuela (sube 22,2%). El año pasado, a pesar de las tensiones con Occidente sobre las ambiciones nucleares del país, el mercado accionario de Irán subió más de 65% a medida que se beneficiaba de, entre otras cosas, la flotación de acciones baratas por privatizaciones y el colapso de las propiedades en Dubai, hasta ahora un destino popular de inversiones para iraníes ricos. En 2011, las reformas a los subsidios del gobierno iraní parecen haber sido el factor clave bajo el alza de las acciones. El dinero entregado a los hogares, que buscaba suavizar el golpe de la eliminación de los subsidios a la energía, alimentos y transporte, se ha invertido en acciones, con las tasas de interés reales negativas aumentando el atractivo del Tepix respecto de los depósitos bancarios. Mientras tanto, el rendimiento al parecer fuerte de Venezuela es engañoso. El mercado es uno de los más ilíquidos del mundo, y el aumento en el índice no es indicativo de fundamentos económicos sanos. Más bien, simplemente puede reflejar que la bolsa sigue el paso a la alta inflación.
Varias bolsas europeas orientales menores, en particular en Serbia, Bulgaria, Macedonia y Letonia, también cuentan en el top 10. Sin embargo, los índices de Europa oriental siguen estando en general por debajo de sus máximos de 2007.
Avance desarrollado
Tal vez lo más sorprendente es la presencia de dos pesos pesados del mundo rico, el Dow Jones de Industriales (EEUU) y el alemán Xetra DAX, en el top 10. El DJIA ganó 6,4% en el primer semestre de este año, mientras que el DAX subió 5,5%. Los inversionistas de ambos países tienen buenas razones para el optimismo, las ganancias por acción han sido fuertes en Estados Unidos, y muchas empresas estadounidenses han mejorado su situación financiera desde el fin de la recesión. Las empresas alemanas, mientras tanto, han gozado de éxito en la exportación de mercancías a los mercados emergentes, haciendo la economía del país la más fuerte en la zona euro.
Dicho esto, el hecho de que estos dos índices tuvieran el noveno y décimo mejor desempeño del mundo, respectivamente, es testimonio de los desafíos que enfrentan otras bolsas, en particular en el mundo en desarrollo. Las acciones emergentes son normalmente más volátiles, y parece que el primer semestre de 2011 marcó un giro a la baja en el ciclo. Esto era en gran medida de esperarse, dado que las acciones de mercados emergentes superaron a sus pares de los países desarrollados durante gran parte del período desde el inicio de la crisis financiera mundial y se negociaban con un premio según medidas tales como los índices precio/utilidad. Todos los principales índices BRIC disminuyeron en el primer semestre: el Bovespa de Brasil bajó 10,8%, el Sensex de India un 8,3%, el Shangai Composite de China un 3,2% y el RTS Standard de Rusia un 2,2%.
Los mercados de América Latina como un todo no anduvieron bien. A diferencia de Brasil, que ha estado pasando agua por el último año y medio, el resto de estos mercados tuvo grandes ganancias en 2010. El mercado peruano creció 60% el año pasado, pero ha sido uno de los peores del mundo en 2011. Cayó 20,2% en el primer semestre, con la disminución explicada en gran parte por algunas tomas de ganancias pero sobre todo por las preocupaciones de los inversionistas tras la victoria del radical nacionalista Ollanta Humala en la segunda vuelta presidencial el 5 de junio. De hecho, la disminución diaria más grande del mercado fue una caída de 12,4% el 6 de junio, el día después de la segunda vuelta.
No es una gran sorpresa que algunos de los peores desempeños hayan estado en los mercados de Medio Oriente y África del Norte, debido a la agitación política en esa región. Túnez, Jordania y Omán registraron caídas sustanciales.
Perspectivas
De cara al futuro, el deterioro en el clima económico mundial sugiere que las condiciones de operación podrían seguir desafiantes para los mercados de acciones en el segundo semestre de 2011. Las políticas monetaria y fiscal ultra relajadas en respuesta a la crisis financiera mundial en 2008-09 liberaron una enorme liquidez que apoyó alzas en los mercados de valores en economías desarrolladas y emergentes. Sin embargo, la política fiscal ya se ha endurecido en muchos países. El final del relajamiento cuantitativo en Estados Unidos y el mayor ajuste esperado de la política monetaria en muchos mercados emergentes se sumará a los vientos contrarios que enfrentan los inversionistas en acciones. También lo hará la esperada desaceleración de la economía mundial. La Economist Intelligence Unit pronostica crecimiento del PIB mundial de 4,1% en paridad de poder adquisitivo en 2011, por debajo de una tasa inducida por el estímulo de casi 5% el año pasado.
Todavía hay algunos positivos: las utilidades de las empresas estadounidenses se ven fuertes y muchos analistas esperan un sólido crecimiento de las ganancias el resto del año. Y los mercados emergentes podrían acelerarse nuevamente si la expansión económica en el mundo en desarrollo se mantiene mejor que en Occidente. Pero la política de estímulo sincronizada que fue un factor importante en el alza de las bolsas en 2010 es cosa del pasado.