Los “yibashou”, la casta feudal que frena las reformas en China
La caída de Bo ha agitado el debate en torno al excesivo poder que concentran los secretarios del Partido Comunista.
Por: | Publicado: Martes 24 de abril de 2012 a las 05:00 hrs.
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Por Wang Xiangwei
En el lenguaje de la burocracia china, “yibashou”, que se traduce literalmente como “primera mano”, es la manera informal, pero reverente, de referirse a un jefe de cualquier departamento o jurisdicción, desde una villa, hasta la presidencia de la nación.
Aunque el origen exacto se desconoce, algunos académicos especulan que puede haber evolucionado de una jerarquía de bandidos de la era de las dinastías feudales. Pero cualquiera sea el origen, el término señala poder absoluto, ya que cualquier funcionario designado así tiene un control total sobre recursos humanos, operaciones de empresas, finanzas y presupuesto, y ascensos y salarios.
No es difícil entonces entender por qué ha habido un creciente debate dentro de los liderazgos del partido y en los medios estatales sobre cómo vigilar y controlar a los “yibashous”, o los secretarios del partido de las distintas regiones, tras la caída en desgracia de Bo Xilai, el jefe del partido de Chongqing.
Esto apunta a uno de los temas más sensibles del sistema político chino, que deberá ser reformado si las nuevas autoridades quieren terminar con la rampante corrupción de los funcionarios y asegurarse de que el caso de Bo no se repita.
Bo era el típico yibashou, que gobernaba la metrópolis como un señor feudal. No debía responder a ningún control o balance. Como uno de los 25 miembros del Politburo, sólo los nueve integrantes del Comité Permanente de la entidad tenían mayor rango que él. Tras su caída, las autoridades ahora dicen que rompió las reglas al sacar al jefe de la policía de Chongqing sin consentimiento del Ministerio de Seguridad Pública.
Pero Bo no se molestó en informar, en parte, porque su rango en el Politburo era superior al del ministro.
Ahora, los teóricos del partido están discutiendo que el término yibashou debe ser prohibido. Pero proscribir la palabra no soluciona el hecho de que esos secretarios de partido son demasiado poderosos como para mantenerlos bajo control.
China ha avanzado mucho desde la época de la dictadura de Mao Zedong y los grandes líderes de Deng Xiaoping. Ahora las nuevas autoridades supuestamente deben ser elegidas por consenso. Pero persiste el hecho de que un secretario de partido sigue acaparando un gran poder.
Para buscar una solución, los expertos del partido deberían estudiar su propia historia. El ex secretario general del partido, Zhao Ziyang, promovió intensamente la separación con el gobierno y la reducción de su poder. Lamentablemente, el propio Zhao cayó en desgracia por apoyar las protestas estudiantiles en 1989 y fue expulsado, y el impulso de las reformas se fue con él.
En el lenguaje de la burocracia china, “yibashou”, que se traduce literalmente como “primera mano”, es la manera informal, pero reverente, de referirse a un jefe de cualquier departamento o jurisdicción, desde una villa, hasta la presidencia de la nación.
Aunque el origen exacto se desconoce, algunos académicos especulan que puede haber evolucionado de una jerarquía de bandidos de la era de las dinastías feudales. Pero cualquiera sea el origen, el término señala poder absoluto, ya que cualquier funcionario designado así tiene un control total sobre recursos humanos, operaciones de empresas, finanzas y presupuesto, y ascensos y salarios.
No es difícil entonces entender por qué ha habido un creciente debate dentro de los liderazgos del partido y en los medios estatales sobre cómo vigilar y controlar a los “yibashous”, o los secretarios del partido de las distintas regiones, tras la caída en desgracia de Bo Xilai, el jefe del partido de Chongqing.
Esto apunta a uno de los temas más sensibles del sistema político chino, que deberá ser reformado si las nuevas autoridades quieren terminar con la rampante corrupción de los funcionarios y asegurarse de que el caso de Bo no se repita.
Bo era el típico yibashou, que gobernaba la metrópolis como un señor feudal. No debía responder a ningún control o balance. Como uno de los 25 miembros del Politburo, sólo los nueve integrantes del Comité Permanente de la entidad tenían mayor rango que él. Tras su caída, las autoridades ahora dicen que rompió las reglas al sacar al jefe de la policía de Chongqing sin consentimiento del Ministerio de Seguridad Pública.
Pero Bo no se molestó en informar, en parte, porque su rango en el Politburo era superior al del ministro.
Ahora, los teóricos del partido están discutiendo que el término yibashou debe ser prohibido. Pero proscribir la palabra no soluciona el hecho de que esos secretarios de partido son demasiado poderosos como para mantenerlos bajo control.
China ha avanzado mucho desde la época de la dictadura de Mao Zedong y los grandes líderes de Deng Xiaoping. Ahora las nuevas autoridades supuestamente deben ser elegidas por consenso. Pero persiste el hecho de que un secretario de partido sigue acaparando un gran poder.
Para buscar una solución, los expertos del partido deberían estudiar su propia historia. El ex secretario general del partido, Zhao Ziyang, promovió intensamente la separación con el gobierno y la reducción de su poder. Lamentablemente, el propio Zhao cayó en desgracia por apoyar las protestas estudiantiles en 1989 y fue expulsado, y el impulso de las reformas se fue con él.