En su reunión mensual de política monetaria, el Consejo del
Banco Central de Chile acordó aumentar la tasa de interés de política monetaria
en 50 puntos base, hasta 2,00% anual.
De esta forma, el instituto emisor recortó por trecera vez consecutiva el estímulo monetario, a un ritmo que se esperaba en el mercado, advirtiendo además que "el Consejo continuará reduciendo el significativo estímulo
monetario prevaleciente a un ritmo que dependerá de la evolución de las
condiciones macroeconómicas internas y externas".
El Consejo del Banco Central explicó que en el ámbito externo, ha aumentado la incertidumbre sobre el
ritmo de recuperación de la actividad mundial y la volatilidad en los mercados
financieros se ha mantenido elevada. Los precios de los productos básicos
continúan en niveles altos. Con todo, el entorno externo que enfrenta la
economía chilena sigue siendo favorable.
En el plano interno, en tanto, la información disponible de actividad
y demanda muestra un dinamismo mayor que el previsto en el último Informe de
Política Monetaria. El desempleo ha disminuido.
En julio, el IPC tuvo una variación mensual determinada,
principalmente, por fenómenos transitorios, a la vez que las diferentes medidas
de inflación subyacente se mantuvieron contenidas. Las expectativas privadas
consideran que en el corto plazo la inflación anual se ubicará por sobre la
meta, pero hacia fines del horizonte de política son congruentes con niveles en
torno a 3%.