Casi como un reloj, EEUU avanza hacia un cierre del gobierno, mientras los líderes del Congreso no logran un acuerdo sobre las prioridades de financiamiento.
Aunque la mayoría de los bloqueos terminan con acuerdos de último minuto, algunos han provocado suficientes disrupciones en la burocracia federal como para que los inversionistas de Wall Street deban considerar las implicancias para los mercados financieros estadounidenses.
En gran medida han ignorado cierres anteriores, incluido el más largo registrado durante el primer mandato de Donald Trump, en 2018, pero la pugna política esta vez parece más intensa, lo que podría elevar el riesgo si cientos de miles de empleados federales son impedidos de trabajar desde esta medianoche en Nueva York.
Las principales implicancias macroeconómicas se concentran en el mercado laboral y en las proyecciones sobre la trayectoria de las tasas de interés. La administración Trump amenaza con despidos masivos de empleados federales, en lugar de suspensiones temporales, lo que haría subir las solicitudes de subsidio por desempleo en un momento en que el empleo ya luce frágil. Además, se suspendería la publicación de datos oficiales, empezando con el informe laboral previsto para el viernes, justo cuando el panorama económico luce más enredado de lo habitual.
Impacto por tipo de activos
“Este cierre podría tener mayores implicancias de lo habitual porque las apuestas se han elevado incluso antes del evento”, dijo Steve Sosnick, estratega jefe de Interactive Brokers.
Otro factor que complica es que la prolongada racha alcista de la renta variable ha llevado las valorizaciones a niveles asociados con episodios anteriores de euforia. Con la volatilidad contenida y los operadores posicionados para aprovechar cualquier repunte de fin de año, un tropiezo en los precios de los activos podría llevar a ventas forzadas que agravarían una baja.
En otros segmentos del mercado, se espera que el oro mantenga su atractivo como refugio, incluso después de haber alcanzado un máximo histórico cercano a US$ 4 mil la onza. Parte del alza se debe a la debilidad del dólar, que probablemente caería durante un cierre, si la historia sirve de guía. Eso podría favorecer al yen japonés y posiblemente al euro, según ING Bank. Los bonos del Tesoro a largo plazo se han beneficiado de cierres anteriores, presumiblemente por apuestas a debilidad económica.
“Los pagos de cupones y del servicio de deuda no están en riesgo”, escribió este martes Monica Guerra, jefa de política de EEUU en Morgan Stanley Wealth Management. “Dado el nivel alto de los rendimientos, los bonos del Tesoro siguen siendo atractivos y alentamos a los inversionistas sensibles al riesgo de un cierre a aumentar su exposición a deuda estadounidense”.
Para quienes quieran mantenerse activos en el mercado accionario, esto es lo que deben vigilar si ocurre un cierre.
Sector de Defensa
Los contratistas de defensa, incluidos RTX, L3Harris Technologies y AeroVironment, han estado en alza gracias al gasto federal en municiones, drones y un proyecto de defensa antimisiles que impulsa las utilidades. El cierre podría moderar el entusiasmo por esas acciones —todas cerraron el lunes en máximos históricos— así como por pares como Boeing y Lockheed Martin.
“No esperamos un gran impacto fundamental en las firmas de defensa, pero el sentimiento puede decaer”, dijo a clientes el analista de TD Cowen, Gautam Khanna, la semana pasada.
Seaport Global Securities elevó su recomendación sobre General Dynamics a compra desde neutral, señalando que cualquier baja en la acción por el cierre daría un punto de entrada a los inversionistas.
Servicios gubernamentales y aerolíneas
Empresas como Booz Allen Hamilton, Leidos Holdings y CACI International, que prestan servicios de consultoría y tecnología al gobierno, podrían no salir bien paradas. Sus ingresos se han resentido en cierres anteriores, aunque el impacto ha tendido a ser pequeño, según Tobey Sommer, de Truist. Una interrupción prolongada probablemente afectaría sus utilidades.
También están las aerolíneas, que dependen de viajes financiados por el gobierno para hasta 2% de sus ingresos anuales. Una interrupción prolongada de ese flujo golpearía a una industria ya debilitada. Peor aún, miles de empleados federales sin sueldo regular podrían recortar viajes de ocio, según Sheila Kahyaoglu, de Jefferies.
En el pasado, ambos grupos de compañías han caído justo antes de un cierre y rebotado mientras este ocurre, escribió Kahyaoglu. El índice S&P 1500 Airlines bajó 2,8% el martes, mientras CACI y otros contratistas de servicios enfrentaron volatilidad por temores a un recorte más amplio del gasto público.
Acciones cíclicas
Aquí, el impacto de un cierre sobre la economía es clave. Si se prolonga lo suficiente como para desacelerar de manera significativa el crecimiento y elevar el desempleo, amenazará el sentimiento en sectores como industriales y financieros, dijo Matt Gertken, estratega geopolítico jefe de BCA Research.
“Un cierre prolongado podría simplemente llamar la atención sobre los muchos riesgos que ya están en el radar”, señaló Gertken.
Gigantes industriales como Caterpillar y Deere han repuntado desde los mínimos de abril, pero el sector todavía enfrenta aranceles y una desaceleración en la manufactura.
Las acciones de financieras, desde bancos como JPMorgan Chase hasta gestores de activos como Apollo Global Management, mostraron volatilidad este año por preocupaciones sobre la fortaleza de la economía. Compañías estrechamente vinculadas a la salud del consumidor, como la proveedora de crédito rápido Affirm Holdings, son especialmente propensas a fuertes oscilaciones.
Bloomberg Economics estima que 640 mil empleados federales serían suspendidos temporalmente durante un cierre, elevando la tasa de desempleo a 4,7%. Esta se mantendría alta incluso después del cierre si Trump concreta su amenaza de despedir permanentemente a algunos trabajadores.
Los inversionistas preocupados de que los cíclicos se vean golpeados podrían rotar hacia rincones defensivos del mercado como salud y servicios públicos, añadió Gertken.
Prepararse para la volatilidad
El mercado accionario en general tiende a ignorar las disputas presupuestarias: el índice S&P 500 apenas se ha movido en promedio durante los últimos 20 cierres, según datos recopilados por Truist. Los profesionales de Wall Street también se mantienen firmes en sus carteras esta vez.
Pero un repunte de corto plazo en la volatilidad es especialmente probable si los retrasos en los datos hacen menos claro el panorama de tasas, escribió Jennifer Timmerman, de Wells Fargo Investment Institute. La Oficina de Estadísticas Laborales probablemente postergue el informe de empleo del viernes y una pelea presupuestaria prolongada podría poner en riesgo los datos de inflación previstos para el 15 de octubre.
Los informes de empresas privadas como el Institute for Supply Management —que publicará esta semana datos de manufactura y servicios— ganarán nueva relevancia, según RBC.
En el largo plazo, cualquier golpe a la economía amenaza con quitar impulso a un repunte bursátil que ya muestra signos de agotamiento. Las acciones estadounidenses perdieron fuerza el martes después de dos días de alzas, con el S&P 500 cayendo 0,1%.
“El mercado está luchando por encontrar algo de impulso en este nivel”, dijo Mark Malek, director de inversiones de Siebert Financial. “Es difícil decir que esto sea un factor positivo para este mercado”.