El dólar arrancó al alza la última semana de agosto, ya que se regularon las expectativas de flexibilización monetaria que se pusieron en marcha tras las últimas declaraciones de Jerome Powell en Estados Unidos.
La paridad local subió $ 5,96 a $ 964,92 al cierre de este lunes en las pantallas de Bloomberg, después de caer más de $ 10 el viernes, luego que en Jackson Hole el presidente de la Reserva Federal abriera la puerta a un recorte de tasas de interés en septiembre.
Revirtiendo una parte de los movimientos del viernes, hoy el dollar index subía 0,8% y los rendimientos del Tesoro se elevaron cerca de 3 puntos base a corto y mediano plazo. Pero en el mundo cuprífero, el contrato Comex de cobre avanzaba nuevamente, esta vez 0,2% para cotizar a US$ 4,54 por libra.
Buscando certezas
"Considero que lo del viernes fue una sobrrerreacción después de lo que habló Powell. Se tomaron posiciones bastante fuertes, y entonces hoy hubo una corrección a nivel general", dijo a DF el head of FX de Vector Capital, Vicente Scarneo.
También estimó que hubo presiones de compra de dólares por parte de agentes institucionales durante la tarde, en horas de baja liquidez. "Cuando hay poca liquidez y un flujo muy importante, el precio cede independientemente de los factores", explicó.
Los inversionistas buscan corroborar si es que se darán las condiciones para un sostenido alivio financiero en EEUU. También podrían incidir sobre los precios lo que diga esta noche el presidente de la Fed de Nueva York, John Williams.
Más adelante esta semana, el mercado estará atento al índice de confianza del consumidor del Conference Board (martes), la segunda estimación del PIB del segundo trimestre (jueves) y los índices de precios del gasto en consumo personal (viernes).
"Powell cambió su tono y sugirió que la Fed está desplazando su enfoque de la inflación hacia el mercado laboral, destacando la fuerte desaceleración en el crecimiento del empleo. Sin embargo, la aproximación dependiente de los datos sigue vigente, lo que indica que la Fed no se dejará influenciar por la presión política, que probablemente continuará intensificándose en los próximos meses", escribieron los estrategas de BBVA.
Al menos hasta el cierre del jueves, los no residentes habían insistido en su posicionamiento contra el peso chileno. Según datos del Banco Central, la posición off-shore alcanzó aproximadamente US$ 5.550 millones contra el peso, después de que a principios de julio se rompió el estado de relativa neutralidad en el que se encontraban las apuestas de estos influyentes actores del mercado local.