El tipo de cambio chileno partió fuertemente a la baja una semana donde predominan las ventas de dólares a nivel global, en medio del ruido que se ha estado generando en torno a la Reserva Federal antes de su reunión de fines de mes, y el plazo límite para los aranceles que llega en agosto.
La divisa retrocedía $ 10,3 a $ 954,7 al inicio de la tarde de este lunes, sin grandes nuevos puntos de referencia hoy en el calendario macroeconómico, y poco después de tocar un piso de $ 952 en los terminales de Bloomberg.
Se mueve así en línea con lo que está pasando a nivel internacional, ya que el dollar index retrocedía 0,6% a 97,8 puntos y los precios del cobre subían alrededor de 0,7%, mientras que las tasas de interés estadounidenses caen lideradas por los tramos de más largo plazo.
Apuestas sobre tasas
"Las recientes declaraciones del gobernador de la Fed, Christopher Waller, a favor de un recorte de tasas en julio han introducido una nueva dinámica en los mercados de divisas", observó la head de estudios de Sucden Financial, Daria Efanova. Todo esto, más allá de que los operadores no estén descontando un recorte a partir de la reunión de fines de mes.
Por su parte, los analistas de Scotiabank Global hicieron hincapié en que "las presiones de la Casa Blanca a favor de unas tasas más bajas podrían intensificarse, lo que centraría a los mercados en el empinamiento de las curvas de rendimientos y en las operaciones bajistas sobre el dólar global".
Más allá del repunte de los últimos días, el dollar index "ha tenido una tendencia bajista debido a que el mercado está anticipando bajas de tasas", y las últimas especulaciones "actúan como un acelerador, porque el dólar global no estaría hoy reaccionando tan fuerte a la baja si no fuera por un driver", dijo a DF el CBO de Global66, Rodrigo Lama.
El ejecutivo aludió al fenómeno sell America, pero que en esta ocasión sí viene con demanda por bonos del Tesoro -con lo que caen los rendimientos-. Como parte de este fenómeno, "existen flujos de dinero provenientes de otros activos financieros mucho más fuertes en la venta de dólares que se están yendo a economías emergentes y otras, y las monedas latinoamericanas se aprecian".
Todo esto ocurre mientras además los participantes en el mercado están a la espera de la fecha límite del 1 de agosto para los nuevos aranceles estadounidenses, o bien de cualquier anuncio de acuerdo comercial o postergación del plazo que pudiera hacer noticia en el intertanto.
La paridad dólar-peso cerró el viernes con una nueva alza semanal. Desde el comienzo de julio hasta el cierre del pasado jueves, los no residentes pasaron de una relativa neutralidad a una posición neta de US$ 3.500 millones contra el peso chileno en el mercado derivado (principalmente forwards), según datos del Banco Central.