Es considerado uno de los empresarios más relevantes de Chile entre las décadas de los ‘60 y ‘80. Vivió un tiempo en España y dejó la primera línea de sus negocios hace poco más de cinco años. Fernando Larraín Peña falleció este domingo a los 91 años.
Quienes lo conocieron coinciden en definirlo como una persona inteligente, patriótica y muy calmada.
El empresario, hermano del expresidente de Renovación Nacional (RN), Carlos Larraín Peña, partió en el mundo de los negocios con sus compañeros del colegio Saint George’s, Javier Vial y Ricardo Claro. En los años ‘60, el tridente adquirió relevancia tras adquirir participaciones en importantes compañías nacionales.
De bajísimo perfil, Larraín Peña -ingeniero civil de la Universidad de Chile- se fue a vivir a España en los ‘70. Estuvo radicado en Europa varios años (donde tuvo proyectos relacionados al mundo financiero), período en que entregó la administración de sus negocios en Chile a su cuñado Manuel Cruzat Infante, con quien luego de su regreso al país conformó el grupo Cruzat Larraín.
Este holding dominó la economía nacional en los años ‘80, involucrando industrias como seguros, banca, retail y alimentos, entre otros. Se estima que llegaron a aglutinar más de 100 empresas, controlando firmas como Ladeco, Celulosa Arauco, Banco de Santiago, Copec, Consorcio, entre muchas otras.
No obstante, la crisis económica de 1982-1983 golpeó con fuerza al conglomerado.
Estuvo radicado en España varios años, período en que entregó la administración de sus negocios en Chile a su cuñado Manuel Cruzat Infante, con quien luego de su regreso conformó el grupo Cruzat Larraín. Este holding dominó la economía nacional en los años ‘80.
El peso del grupo
Según cuentan quienes participaron de ese proceso, Larraín Peña siempre estuvo dispuesto a buscar una salida que permitiera la pronta recuperación de los activos relacionados al grupo, a diferencia, dicen las mismas fuentes, de otros conglomerados económicos nacionales que se vieron afectados por la crisis.
Se estima que empresas relacionadas a instituciones bancarias ligadas al grupo Cruzat Larraín representaban más de la mitad del PIB de Chile.
Tras las negociaciones con el Gobierno de la época, los socios del conglomerado mantuvieron participaciones en algunas de sus empresas. De hecho, Fernando Larraín se enfocó en las compañías Watt’s y Viña Santa Carolina, entre otras, y la corredora LarrainVial, que había adquirido a su padre Fernando Larraín Vial y a su tío Leonidas (que no es pariente directo del empresario León Vial).
El empresario es definido como el artífice de los exponenciales crecimientos de empresas como, precisamente, LarrainVial (llevándola de una corredora a una firma de servicios financieros) y el grupo Watt’s, que desde hace varios años es uno de los mayores conglomerados alimenticios del país.
En un comunicado, LarrainVial destacó que como presidente esta firma, “contribuyó de manera fundamental al crecimiento y consolidación de la compañía, que hoy cuenta con 91 años de historia, impulsando una cultura de trabajo basada en el rigor, la excelencia y el compromiso con las futuras generaciones”.
“En este momento tan sensible, expresamos nuestras más sinceras condolencias a su familia y a todas las personas que hoy sienten su partida. Acompañamos a la familia Larraín con profundo respeto y afecto”, dijo la firma de servicios financieros.
Su retirada
En 2016, el empresario dejó de presidir la principal corredora de bolsa y gestora de inversiones del país, luego de una profunda reestructuración al interior de LarrainVial tras las multas aplicadas por el regulador de entonces, la SVS (hoy Comisión para el Mercado Financiero, CMF), a ejecutivos claves de la empresa por el caso Cascadas.
Desde entonces, sus hijos tomaron la posta, asumiendo la presidencia Fernando Larraín Cruzat, quien actualmente está acompañado en la mesa directiva por sus hermanos Aníbal, Borja y Santiago.
Más tarde, en 2019, Larraín Peña dejó la presidencia del holding Watt’s. “Sin duda, él ha sido el gran inspirador del constante crecimiento, marcando la etapa de mayor expansión y diversificación de nuestra compañía, tanto a nivel nacional como fuera de Chile”, reseñó la compañía en un comunicado cuando dejó el directorio hace algunos años.
Como presidente de esta empresa -que factura unos US$ 700 millones al año y emplea a casi tres mil personas-, el empresario se daba el tiempo para explayarse en sus cartas a los accionistas, incluidas en las memorias anuales.
“El 2018 fue un año de crecimiento para la compañía (…). Internamente, Watt´s tuvo que reconocer que el crecimiento inorgánico de los últimos cuatro años había generado procesos demasiado complejos en varios ámbitos de la organización. Un ejemplo claro de esto fue la adquisición de Danone Chile, donde el desafío de integrar las operaciones de una compañía que había logrado buenas posiciones comerciales, pero con altísimos niveles de gastos para su escala, ha sido mayor al esperado”, dijo en su última carta a los accionistas.
Aunque dejó hace algunos años la primera línea de los negocios, el empresario, dicen fuentes al tanto, siempre estuvo encima de lo que pasaba en cada una de sus compañías.