Bruselas puso ayer encima de la mesa su propuesta para acotar los riesgos derivados de la llamada “banca en la sombra”, aquellas entidades que están fuera del sistema bancario tradicional y que si bien no están reguladas como bancos realizan actividades similares.
El Consejo de Estabilidad Financiera calcula que la ‘banca en la sombra’ tenía un tamaño de US$ 67 billones en 2011, cifra que equivale a entre 25% y 30% del sistema financiero global y a la mitad del volumen de los activos bancarios. En el caso concreto de la eurozona, las estimaciones ascienden a US$ 22,45 billones. Estas cifras reflejan la magnitud del negocio que la Comisión Europea califica de “importancia sistémica”.
Para limitar los riesgos que este mercado puede representar para el conjunto del sistema financiero, Bruselas se ha fijado una serie de prioridades. Entre ellas elaborar un marco para los Fondos de Mercado Monetario (FMM) a objeto de mejorar su perfil de liquidez y estabilidad.
Elevar la liquidez
A este respecto, señala que los FFM deberán poseer al menos 10% de su cartera de activos “que venzan en un día y otro 20% en activos que venzan en una semana”. Según la Comisión, esta exigencia persigue que los FMM puedan pagar a los inversionistas que deseen retirar fondos a corto plazo. Asimismo, señala que “a fin de evitar que un único emisor soporte un peso indebido en el valor activo neto (VAN) de los FMM, la exposición frente a un mismo emisor se limitará a 5% de la cartera de los FMM (en términos de valor)”.
Asimismo, precisa que en los FMM normales, un único emisor podrá representar 10% de la cartera. Otra de las medidas que se contemplan está destinada a elevar la transparencia recabando datos detallados, fiables y exhaustivos sobre este sector, con el fin de poder “supervisar los riesgos de manera eficaz e intervenir cuando sea necesario”, señala la Comisión.
Bruselas también tomará medidas en materia de legislación de “valores y riesgos asociados a las operaciones de financiación de valores”. Según Bruselas, “estas operaciones pueden contribuir a aumentar el nivel de apalancamiento y reforzar el carácter procíclico del sistema financiero, haciéndolo vulnerable a los pánicos bancarios y a los procesos repentinos de desapalancamiento”.
Falta de transparencia
La Comisión destaca que la falta de transparencia de estos mercados obstaculiza la identificación de los derechos de propiedad, el control de la concentración de riesgos y la identificación de las contrapartes; es decir, “quién está expuesto frente a quién”. Las autoridades comunitarias también preven la elaboración de un marco de interacción con los bancos dada la elevada “interconexión” entre el sistema bancario en la sombra y el resto del sector financiero, ya que constituye “una fuente importante de riesgo de contagio”.