El inicio de la crisis financiera internacional y el término del “súper ciclo” del cobre a fines de 2008, obligó a las mineras a redoblar los esfuerzos para reducir sus costos a través de la implementación de severos programas de contención en sus operaciones a nivel administrativo como productivo, cuyos frutos se reflejaron en los resultados semestrales de algunas de las principales operadoras de este sector.
Firmas como Codelco y Antofagasta Minerals, son un ejemplo al cosechar los positivos frutos de estos planes.
En efecto, la minera estatal logró reducir sus costos y gastos totales en 7%, llegando a US$ 1,69 la libra, explicado por “la mejor gestión sobre las variables mineras, que ha posibilitado mayor procesamiento y mejores recuperaciones”, informó la minera. A ello sumó una mayor “productividad” de los insumos empleados en la minería y la mayor producción por el inicio de operación del yacimiento Gaby.
Lo anterior, declaró la cuprera en la entrega de sus resultados a junio, logró compensar en US$ 580 millones la caída de sus ingresos por la menor cotización del metal rojo.
En el caso del brazo minero del grupo Luksic, Antofagasta Minerals, en el mismo período sus costos se redujeron 11,2%, comparados con el mismo lapso de 2008, alcanzando un promedio de US$ 1,16 por libra gracias a “la correcta ejecución de los planes de reducción de costos, complementada con la caída de insumos relevantes como energía y ácido sulfúrico”, declaró.
Si bien, a la primera mitad del año, Escondida, operada por BHP Billiton, registró un alza de 12% en sus costos respecto del mismo período de 2008 a raíz de la caída en la producción por la rotura de un molino, en la firma reconocieron que, aislando ese hecho, también tuvieron una disminución en sus precios de producción por la contención de costos.
En esa línea, en Xstrata, que en Chile opera la fundición Altonorte y Lomas Bayas, señalaron que “las iniciativas de ahorro de costos implementadas en ambas operaciones, han tenido resultados positivos”.
Bajo margen de acción
El director ejecutivo de Cesco, Juan Carlos Guajardo, explicó que las mineras tienen “poco margen” para realizar ajustes en sus costos, ya que “los procesos son rígidos en el sentido que no se pueden modificar de manera muy inmediata” y agregó que por ello las optimizaciones se enfocan en el área administrativa.
El especialista destacó que en términos productivos cuando el precio del cobre cae “las mineras dejan de explotar zonas con bajas leyes y que tienen costos más altos”.