La colocación del bono soberano chileno tuvo una fuerte demanda a nivel internacional. Según los agentes colocadores la demanda alcanzó los US$ 6.000 millones en la serie de dólares, con un rendimiento de 3,89%, y de US$ 4.500 millones en la serie de pesos.
Los montos finales colocados fueron US$ 1.000 millones para la serie en divisa norteamericana -a un plazo de 10 años- y US$ 520 millones para la serie denominada en pesos -a 10 años plazo-, lo que implica una sobre demanda de siete veces.
El spread (diferencial respecto de las tasas comparables de la deuda del Tesoro estadounidens) obtenido para la serie en dólares, de 90 puntos base, consolida a nuestro país como el de mejor riesgo crediticio en la región.
Según el ministro de Hacienda, Felipe Larraín "estas tasas son las más bajas que la República de Chile ha obtenido en toda su historia en los mercados internacionales".
Esta colocación marca la vuelta de Chile como emisor en los mercados internacionales, fijando un claro benchmark de tasa de interés en dólares para los bonos corporativos chilenos, dado que la última emisión fue colocada el año 2003.
En ese sentido, el Jefe de las Finanzas Públicas agregó que "la demanda por parte de los inversionistas dio cuenta de la oportunidad y conveniencia de esta operación, y excedió las expectativas del Ministerio de Hacienda".
Detalló además que se ha presentado una solicitud para inscribir los bonos en la Bolsa de Luxembugo, por lo que estos intrumentos, por lo que estos instrumentos también se podrán transar en el mercado europeo.
El éxito de esta colocación confirma que los inversionistas internacionales confían en la solidez crediticia y económica de Chile y que el mercado internacional avala las recientes mejoras en la clasificación de riesgo para el país.
Actualmente Chile tiene clasificaciones de riesgo Aa3/A+/A.
La colocación del bono soberano también tubo importantes repercusiones en el mercado local de renta fija, donde las tasas de los bonos del Banco Central se transaron con importantes bajas. Los bonos del Banco Central en pesos a 10 años bajaron del 6.14% al 6.07% y las tasas en UF a 10 años bajaron del 2.83% al 2.78%.