Cambiarse hacia aguas más seguras cuando los mercados están muy volátiles no siempre parece ser la mejor opción. Al menos así lo creen los expertos, quienes miran con cierta preocupación el comportamiento de los afiliados a las AFP cuando la renta variable comienza a mostrar retornos negativos.
De hecho, las últimas cifras confirman esta tendencia. De acuerdo a la Corporación de investigación, estudio y desarrollo de la seguridad social (Ciedess), en enero se registraron 7.225 traspasos hacia los fondos más riesgosos (A y B), número que cayó a 5.276 durante febrero, en línea con los retrocesos anotados por la renta variable nacional.
En la contraparte, en tanto, están aquellos que decidieron resguardarse de la volatilidad de los mercados. En enero fueron 1.847 los trapasos hacia las carteras más conservadoras (C, D y E), cifra que al mes siguiente se empinó a 2.790 (51% más que durante el mes anterior).
Con prudencia
Sin embargo, la recomendación de los expertos es clara. Es que cambiarse de fondo cuando los mercados caen, para luego volver cuando se estabilizan implica desaprovechar el impulso que tendrán las bolsas cuando se recuperen.
“Los afiliados se cambian en el peor momento y hacen efectiva su pérdida por un efecto de la desvalorización del fondo de pensiones”, dice el encargado de educación previsional de la corporación, Manuel Herrera.
Esto, porque “la gente actúa por impulso después que ya se inició un ciclo. Por lo tanto ni le apunta al ciclo de la bajada, ni al de subida. Llega dos o tres semanas tarde”, añade.
Así también lo advierte el presidente de la Asociación de AFP, Guillermo Arthur, quien sostiene que este es un ahorro de largo plazo. “Cuando creemos que estamos en nuestro perfil de riesgo, debemos mantenernos, no estar haciendo cambios todo el tiempo, porque esto no es jugar a la ruleta”, afirma el lider gremial.
Una visión similar es la que tiene el socio ejecutivo de Mi Previsión, Ronald Dempster, para quien lo ideal es mantenerse en los fondos, aunque los mercados no estén arrojando buenas cifras.
De esta manera, asegura que lo mejor que pueden hacer los jóvenes es tener sus fondos en la cartera más riesgosa y esperar en estas a que los mercados se recuperen. En cambio, “sí es válido irse cambiando de acuerdo a la cercanía a la edad de jubilación, pero también prudentemente”, recomienda Dempster.
La socia directora de Brain Invest, María Eugenia Jiménez, sostiene que tras la crisis de 2008 los mercados no han dejado de ser una montaña rusa. “Ha habido semanas, días y algunos meses muy marcados con ciertas tendencias. Hoy cuando uno tiene que invertir tiene que mantenerse e invertir con las botas puestas”, afirmó la ejecutiva.