por maximiliano villena
De aquí a un par de años el retail financiero será otro, y habrá perdido actores. Así de enfáticos son en la industria al hablar de la situación actual. Y es que las nuevas regulaciones, así como las que están por salir, incluida la eventual aprobación de la consolidación de deudas, tienen a los emisores no bancarios de tarjetas complicados. Señal de ello, justamente, sería la decisión que tomó Cencosud al vender el 51% de su sociedad emisora a Itaú, banco que se hará cargo de la operación en Chile y Perú.
Fuentes de la industria del retail estiman que hoy en día, producto de las nuevas regulaciones, el camino que le queda al negocio es de dos vías. Uno es la decisión que tomó Cencosud, al llegar a un acuerdo con Itaú en que el retail actúa pasivamente en el negocio financiero, dejando al banco a cargo de la operación de créditos y riesgos. El otro camino, es que las casas comerciales se refugien en sus propios bancos.
Consultado respecto a si el acuerdo entre Cencosud e Itaú es un camino que el resto de los retailers en Chile podría seguir, el superintendente de Bancos, Raphael Bergoeing, sólo señaló que “a la Superintendencia no le corresponde opinar sobre modelos de negocios que escogen los supervisados”, pero que ”se trata de una convergencia natural en los modelos de negocios, que está en línea con lo que han vivido otros mercados, donde el negocio financiero se deja en manos de entidades especializadas”.
“Esta evolución puede también tener una explicación en el ajuste de brechas regulatorias en los oferentes de crédito que se ha venido realizado en el último tiempo”, comentó.
Opciones y estrategias
Al momento de conocerse la noticia de Cencosud, LarrainVial señaló en un informe que “no esperamos que Falabella y Ripley” externalicen sus operaciones de crédito en Chile, principalmente porque “ambas compañías ya tienen filiales bancarias sólidas y rentables, por lo que están en condiciones de transferir su crédito minorista a sus propios bancos si es necesario”, y porque en ambos casos el negocio financiero es más relevante “para su estrategia, ya que tienen una mayor exposición a los grandes almacenes, donde el 50% de las ventas se realizan a través de su tarjeta de crédito propia”.
Con todo, desde CMR Falabella señalan que el acuerdo no necesariamente debiera ser seguido por otros actores. “Si bien la unión de bancos con operadores de comercio para desarrollar el negocio financiero ha sido una tendencia en varios mercados, también hay ejemplos exitosos de compañías que han desarrollado su propio esquema. Es el caso de Tesco en Inglaterra, o el de Nordstrom, una de las tiendas por departamento más exitosas de Estados Unidos”.
Por lo pronto, Cencosud saldría del Comité de Retail Financiero -gremio que agrupa al negocio financiero de Falabella, Presto, Cencosud, Ripley, Hites, ABCDIN y Corona- una vez que se concrete el acuerdo.
El peso del retail financiero no es menor. A 2012 sumaban una cartera de US$ 5.011 millones, de los cuales US$ 2.200 millones eran de CMR.
Los otros actores
Y a Cencosud, podría sumarse Ripley. Fuentes conocedoras de la situación señalan la firma lleva dos años armando un proyecto para potenciar el banco, el que incluiría el traspaso de la emisora de las tarjetas a Banco Ripley, pasando la sociedad emisora a ser una sociedad de apoyo al giro bancario. Con todo, las mismas fuentes desconocen plazos para una eventual implementación.
En CMR, explican que su modelo es diferente, pero reconocen que hay cambios regulatorios que afectan el negocio. “Creemos que hay cambios positivos, como el Sernac Financiero, siempre y cuando no se vea afectada la agilidad con la que los operadores pueden desarrollar su negocio. Por el contrario, hay regulaciones que hacen más difícil crecer, específicamente en los segmentos más bajos de clientes, pero eso no quiere decir que haya un cambio de estrategia”, señalan desde la entidad.
La nueva circular 17
Punto 17.6. "En el curso del año 2013 se solicitará a los Emisores actualmente inscritos en el Registro, el envío de información histórica detallada del comportamiento de pagos y renegociaciones de sus deudores, con el objeto de realizar el estudio previo necesario para impartir instrucciones de aplicación general y uniforme para emisores no bancarios, sobre provisiones por riesgo de crédito y tratamiento contable de créditos en incumplimiento".
Esa es una de las principales objeciones que la industria presentó a la norma en consulta que modifica la actual circular 17, a través de la cual la SBIF supervisa a los emisores no bancarios de tarjetas. Esto, pues consideran que el regulador de bancos no tiene atribuciones de impartir instrucciones a estos agentes. Junto con ello, también reclaman el hecho de que sus bases de datos deban ser llevadas hasta las oficinas del regulador, algo que consideran riesgoso.


