Un informe elaborado recientemente por BBVA Research evidencia que, mientras a nivel global la exposición de los bancos globales ha tendido a caer desde la crisis subprime, en América Latina ha ocurrido completamente lo contrario, convirtiéndose en la excepción a la regla.
Y Chile tampoco lo es. De hecho, según el documento, el país se encuentra en máximos históricos considerando los números al cierre de 2016.
El alza del país se explica por los resultados obtenidos por la banca local durante el año pasado. “Se deben en su mayoría al crecimiento de las posiciones locales de bancos extranjeros. Los flujos transfronterizos todavía no se han recuperado, pero las exposiciones locales en moneda local han reputando fuertemente en los últimos trimestres”, dice el reporte.
El incremento se produce luego de que desde mediados de 2013 hasta finales de 2015 se observó un descenso, el cual estuvo influido “en gran medida por la devaluación del peso que impacta las exposiciones locales”, afirma BBVA Research.
Se sumó también la reducción de flujos provenientes desde Estados Unidos, como consecuencia de un recorte en el financiamiento.
Chile cerró el 2016 con una exposición consolidada de
US$ 151 mil millones y un crecimiento de 18% desde finales de 2013. Mientras, los flujos transfronterizos llegaron el año pasado a US$ 45 mil millones.
En Chile “el peso de las exposiciones locales es muy superior al de los flujos transfronterizos, lo que significa que las exposiciones al país por parte de los bancos internacionales son más estables y una reducción fuerte vendría dada por una retirada física del país”, dice el informe.
A la hora de mirar de dónde proviene la presencia consolidada de los bancos globales, son los españoles quienes lideran con un 44%.
Panorama regional
Si bien Latinoamérica registra un crecimiento en términos de exposición de bancos globales, al mirar las cifras al cierre de 2016 se aprecia una leve caída de 9% desde 2013, medido en dólares.
Desde BBVA Research explican que esto es consecuencia de la reducción en las posiciones locales que se acentuaron particularmente en Brasil. Este descenso se debe en gran medida a la devaluación de las monedas latinoamericanas frente al dólar.
Mientras que los flujos transfronterizos a la región -realizados directamente desde bancos con sede en el extranjero y en gran parte se realizan en moneda extranjera- se han mantenido estables en los últimos años.
