Por más de una hora estuvieron reunidos ayer ejecutivos del algunas
de las principales empresas mineras, los timoneles del Consejo Minero y
el ministro del ramo, Laurence Golborne, para informarse sobre la
aplicación de la nueva fórmula de tributación del royalty.
Pero
tras la salida del encuentro los ánimos no eran buenos.
Esto,
porque en la industria coincidieron que el cambio tributario al impuesto
específico a la minería, propuesto en el plan para financiar la
reconstrucción del país, es un cambio en las "reglas del juego".
Un
asistente a la reunión en Teatinos 120 describió que la reacción de las
empresas, ante la descripción del nuevo sistema, no fue positiva,
fundamentalmente, explicaron, por la discriminación que se hace con la
minería y por los impactos que el alza del impuesto puede tener para
futuros proyectos.
En efecto, luego de la cita, el presidente del
Consejo Minero -gremio que agrupa a las 16 principales mineras-,
Francisco Costabal, señaló, tras ser consultado, que "nosotros ya fuimos
discriminados cuando se puso el primer impuesto específico a la minería
y ahora estamos siendo un poquito más respecto a otros sectores que les
va bien en el país".
Sin embargo, Golborne subrayó que el nuevo
sistema propuesto de tributación variable, según los márgenes de cada
empresa, "bajo ninguna circunstancia es discriminatorio", ya que
enfatizó que "ya existe" y que no se modificarán los contratos vigentes
previamente.
Críticas a los beneficios propuestos
Para
incentivar a las empresas a acceder durante 2010 y 2011 al nuevo
sistema variable de tributación, el gobierno de Sebastián Piñera
otorgará a quienes se acojan voluntariamente al plan extender la
garantía de invariablidad tributaria por ocho años adicionales luego de
2017.
Propuesta que no deja satisfecha a las empresas, ya que,
indicaron, no generará mayores beneficios para la industria.
Un
ejecutivo del sector explicó que la extensión de la invariabilidad
tributaria no es un incentivo seguro para las empresas, ya que ésta
comenzaría a aplicarse luego de 2018, plazo en el que no existe ninguna
idea o estimación de cómo se comportará el precio del cobre, explicó, y
por ende no podrán estimar los efectos contables que tendría en las
empresas.
A su vez, agregaron que en Chile existen yacimientos a
los que se les agota la vida útil antes de 2018 como Michilla, Mantos
Blancos y Cerro Verde, entre otros, por ende, dijeron, la extensión
tributaria no sería aplicable para ellas, quitando el piso de los
accionistas.
Sólo rescataron la variabilidad de la nueva
tributación, según el margen de ganancia de cada empresa, considerando
que permitirá pagar menos tasas durante los ciclos de precios bajos del
cobre.
Respuestas de las empresas
Ahora serán las
empresas quienes deberán analizar los pro y los contra de este nuevo
sistema y así decidir si accederán voluntariamente a su aplicación.
Y
el proceso no será rápido, considerando que la mayoría de las grande
mineras como BHP Billiton, Xstrata, Barrick y Antofagasta Minerals,
entre otras, cuentan con directorios internacionales, los que serán los
encargados de decidir su aplicación.
En efecto, un ejecutivo de
una multinacional manifestó que, antes de presentar la propuesta al
directorio, deben calcular los efectos contables que tendría las nuevas
tasas de impuesto específico en la empresa, proceso que, precisó, podría
llevar más de tres semanas.
A su vez, indicó que es fundamental
esperar el inicio de la tramitación del proyecto en el Congreso antes de
tomar cualquier decisión.
Laurence Golborne dijo ayer que en
las próximas dos semanas se elaborará el detalle del plan, el cual
podría ser enviado el mes de mayo.
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