Ministro Cruz Coke admite preocupación por ritmo de donaciones culturales en año de crisis

Proyecto de ley avanzó a la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados y según el titular de Cultura, podría estar promulgada a fines de año.

Por: | Publicado: Viernes 6 de enero de 2012 a las 05:00 hrs.
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Por Bárbara Gutiérrez P.




Complejo resultó 2011 para el ministro de Cultura, Luciano Cruz Coke: la tragedia de Juan Fernández cobró la vida de dos funcionarias del Consejo de la Cultura y en el caso de una de ellas, Galia Díaz, el tema tomó otros ribetes. Hace sólo unas semanas y tras un dictamen de la Contraloría, el subdirector del servicio debió dejar su cargo, reemplazo que el ministro anunciaría en los próximos días.

Pero Cruz Coke da vuelta la página y también destaca que fue un buen año en términos de la percepción de lo que está pasando en términos culturales. “Hay mucha actividad en el país, festivales que se han instalado, un buen año para el teatro, la música y el audiovisual chileno, en términos de la cantidad de gente que pudieron convocar”, subraya.



- El proyecto de ley que perfecciona la ley de donaciones culturales, o Ley Valdés, avanzó a la comisión de Hacienda. ¿Es la prioridad para 2012?


- Es uno de los emblemas de la gestión. Para mí es satisfactorio que haya pasado a la Comisión de Hacienda, luego vaya a sala y pase al Senado. Calculo que si el trámite legislativo es lo suficientemente expedito, deberíamos tenerla promulgada antes de fin de año.



- ¿Cuáles son los principales alcances?


- Se amplía la cantidad de donantes, contribuyentes del global complementario, a todas las empresas aunque tengan pérdidas, a los extranjeros con actividad comercial en Chile, personas naturales que podrán donar con cargo al impuesto a la herencia. Aumentan los beneficiarios y el plazo máximo de ejecución de los proyectos a 3 años. Se amplían los topes tributarios de 14.000 a 20.000 UF; y se implementa una mayor fiscalización de los proyectos financiados por la ley.



- ¿Cuál es el aporte por concepto de donaciones?


- Ha fluctuado en estos últimos 5 años, entre $ 8.000 millones y 
$ 12.000 millones, a pesar que el último año por programas que nosotros hemos promovido, llegamos a 
$ 18.000 millones y lo que buscamos ahora es doblar o triplicar esa cifra. Adicionalmente, en lo que hemos estado trabajando con el Servicio de Impuestos Internos (SII) es en ver de que manera podemos implementar la ley para que la donación pueda hacerse on line y el certificado de donación le permita al donante contar con esa información en su planilla a final de año; que no se genere una burocratización que dificulate el proceso a quienes quieren ser donantes.



- ¿A qué se debe este interés creciente por donar?


- La ley de donaciones culturales tuvo un aumento exponencial en 2011 por la reconstrucción y creemos que el hecho que las empresas consideren a este gobierno más proclive al aporte privado, mejoraron su posición de donar.



- ¿Cómo han avanzado en materia de institucionalidad?


- Hoy tenemos varias reparticiones distribuidas en distintos servicios. La idea es fusionarla y buscar la figura administrativa, como planteó el presidente, en torno a un Ministerio de Cultura y Patrimonio que permita que puedan funcionar de manera coordinada y de una vez por todas, tratar de terminar con esta dispersión que ya se intentó en 2003, pero por razones de carácter político, no se logró.



Énfasis presupuestario


- ¿El presupuesto de Cultura finalmente, cómo quedó?


- El presupuesto aumenta en la ley un 1,1%, pero hay que considerar que está integrado el del Consejo Nacional de TV que, en la práctica, depende de la Segegob. Ahí se produjo una disminución del 11% y eso nos afectó porque si no fuera por eso, aumentaríamos en 4,5% de un total de $ 748,1 millones.



- ¿Cuáles serán los énfasis?


- Implementar la red de infraestructura cultural nacional a través de 5 teatros regionales y potenciar un programa de la administración anterior, de centros culturales comunales.



- ¿Y en fondos concursables?


- Aumenta Fondart en un 15% con un énfasis en el financiamiento de instituciones culturales ya que la tendencia ha sido premiar proyectos individuales y lo que hemos querido cambiar es el trato con las instituciones culturales que a la larga, son los que median entre público y artistas para fortalecerlas. Cambiamos las bases de concursabilidad para generar una línea de fondo concursable para las instituciones culturales que no sea por un año plazo sino a 3 años. Acompañar a las instituciones, poner metas y una vez que se cumplen los 3 años, ver si se continúa con el financiamiento o sencillamente se corta.



- ¿Cómo puede impactar la crisis este año en el consumo de cultura?


- Es bien curioso porque la cultura parecer ser contracíclica en ese sentido, en tiempos de crisis aumenta el consumo de cultura. Donde podríamos tener algún problema o ralentización es precisamente en el tema de las donaciones, sobre todo, estando en el tránsito de la nueva legislación y que las mismas empresas empiecen a cubrirse. Esa puede ser una mala noticia.



- ¿Cómo han trabajado el vínculo entre cultura y economía?


- Hemos organizado seminarios de economía y cultura basados en modelos que han creado otros países que han sido pioneros en el tema gestión, apuntando a cómo hacer que ese componente creativo genere un valor agregado económico. Adicionalmente, estamos trabajando un mapeo de industrias creativas que pretende caracterizar las industrias y saber realmente como están compuestas, que debería estar en marzo.El énfasis económico no es porque éste sea un gobierno de derecha y nos gusten los empresarios y no nos guste la gente, sino para darle sustentabilidad al sector.



- También está considerado un estudio del impacto del IVA en los libros...


- Creamos un programa que se llama “Lee Chile Lee” para fomentar la lectura. A partir de este plan se está haciendo este estudio sobre el IVA, pero que parte con algunos antecedentes que señalan que la gente no lee por falta de tiempo libre, porque no quiere o no le gusta, más que porque falte acceso a los libros. Hay otra información que señala que los libros que cuestan $ 15.000 no son los que van a comprar los mas pobres, aunque cueste un 20% menos. Sin embargo, en la industria del libro y en términos políticos, siempre el IVA del libro ha sido una especie de fetiche que no se ha investigado seriamente. El estudio, que estará en marzo, apunta a determinar cuánto es realmente el impacto que produce el IVA a la compra y lectoría de libros, y nos permitirá, descartar si es que no es factor y la demanda no es suficientemente elástica para llegar a los sectores mas desposeídos o para ir con argumentos a Hacienda y decirle si le baja el IVA vamos a tener esta cantidad más de lectores. Hay gente que insiste en situaciones como la de Argentina que no tienen IVA al libro pero tienen un impuesto al papel de 21%, y eso no lo dice nadie. Hay que desmitificar.

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