Perspectivas de reformas económicas en Italia son limitadas
Es probable que cambios institucionales y políticos tengan mayor prioridad.
Por: | Publicado: Viernes 20 de diciembre de 2013 a las 05:00 hrs.
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Una serie de eventos a fines de 2013 ha producido un cambio fundamental en el status quo político italiano de los últimos 20 años. En particular, la expulsión del parlamento de Silvio Berlusconi en noviembre significó el alejamiento del poder del ex primer ministro y líder de la centro derecha. Con la situación en un variación constante, está lejos de estar claro cómo este cambio dará forma a la escena política y las decisiones económicas en los próximos meses.
Desde una perspectiva a corto plazo, el desarrollo más importante ha sido la decisión del tribunal constitucional de derogar varios elementos de las actuales leyes electorales de Italia. Sin una reforma de estas leyes, este fallo significa que la próxima elección general se realizará bajo el sistema de representación proporcional que prevaleció a comienzos de los ‘90, con lo que es menos probable que surja un gobierno estable.
Los incentivos para la coalición de partidos políticos que apoyan el gobierno de Enrico Letta para obligar a una elección anticipada han sido, por lo tanto, sustancialmente reducidos hasta que se aprueben nuevas leyes electorales.
La probable postergación de la elección por entre doce y 18 meses también ha entregado al gobierno más espacio para avanzar en la agenda de reforma económica comenzada en 2012, la que se ha estancado desde la elección general en 2013. Aunque su mayoría parlamentaria se ha reducido, la cohesión intra-coalición es mayor desde el retiro del partido de Berlusconi de la coalición. Sin embargo las esperanzas de un nuevo período de reforma económica deberían quedar en suspenso con nuevas medidas legislativas que probablemente enfrentarán considerables obstáculos.
Un reciente discurso de Letta sugirió que es probable que las reformas institucionales y políticas tengan prioridad sobre cualquier nueva reforma económica durante su gobierno. Letta delineó la prioridad de reducir el número de representantes parlamentarios y la rebaja de poderes de las autoridades locales como parte de un proceso de fortalecimiento del gobierno central. Estas reformas institucionales necesitarían cambios a la Constitución, lo que requiere una mayoría de dos tercios en ambas cámaras parlamentarias. Aunque la reforma electoral necesitaría sólo una mayoría simple para su aprobación, hay diferencias considerables en este tema entre los partidos en el parlamento.
Deterioro en finanzas públicas
Desde la perspectiva del gobierno, el deterioro en las finanzas públicas durante los últimos cinco años y el ratio deuda/PIB superando el 130%, han restringido su capacidad de relajar la política fiscal y entregar espacio para nuevas reformas, y para reducir una carga tributaria que alcanzó 44% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2012.
Aunque la remoción de Italia del procedimiento de déficit excesivo de la Comisión Europea a mediados de 2013 ha dado al gobierno algo de margen en el gasto público, el déficit presupuestario aún requiere mantenerse dentro del límite de 3% del PIB. Además, las proyecciones del presupuesto del gobierno para los próximos dos años ya muestran las optimistas perspectivas de crecimiento económico de 1% en 2014 y 2% en 2015, en comparación con nuestros pronósticos de 0,3% y 0,9% respectivamente.
Reducción en impuestos laborales
Después de presenciar una constante caída en la competitividad de las exportaciones durante la última década, la economía se beneficiaría de una mayor reducción en los impuestos laborales, los que están entre los más altos de la eurozona.
De hecho, éstos son uno de los varios factores que explican su extremadamente lamentable desempeño exportador este año. Medidas recientemente anunciadas implican 11.000 millones de euros en reducción de impuestos laborales desde 2014 a 2016, lo que es decepcionantemente poco (alrededor del 0,2% del PIB al año) y es probable que tenga sólo un impacto marginal.
Por otra parte, una de las áreas que Letta parece haber decidido abordar son los temas estructurales que han disuadido la entrada de inversiones extranjeras directas.
Las prioridades del gobierno en el marco del programa “Destinazione Italia” incluyen esfuerzos para reducir la excesiva burocracia y agilizar el sistema judicial, fortalecer el cumplimiento de los contratos comerciales, créditos fiscales para la inversión en investigación y desarrollo (I+D) y la simplificación del complejo sistema tributario de Italia.
Desde una perspectiva a corto plazo, el desarrollo más importante ha sido la decisión del tribunal constitucional de derogar varios elementos de las actuales leyes electorales de Italia. Sin una reforma de estas leyes, este fallo significa que la próxima elección general se realizará bajo el sistema de representación proporcional que prevaleció a comienzos de los ‘90, con lo que es menos probable que surja un gobierno estable.
Los incentivos para la coalición de partidos políticos que apoyan el gobierno de Enrico Letta para obligar a una elección anticipada han sido, por lo tanto, sustancialmente reducidos hasta que se aprueben nuevas leyes electorales.
La probable postergación de la elección por entre doce y 18 meses también ha entregado al gobierno más espacio para avanzar en la agenda de reforma económica comenzada en 2012, la que se ha estancado desde la elección general en 2013. Aunque su mayoría parlamentaria se ha reducido, la cohesión intra-coalición es mayor desde el retiro del partido de Berlusconi de la coalición. Sin embargo las esperanzas de un nuevo período de reforma económica deberían quedar en suspenso con nuevas medidas legislativas que probablemente enfrentarán considerables obstáculos.
Un reciente discurso de Letta sugirió que es probable que las reformas institucionales y políticas tengan prioridad sobre cualquier nueva reforma económica durante su gobierno. Letta delineó la prioridad de reducir el número de representantes parlamentarios y la rebaja de poderes de las autoridades locales como parte de un proceso de fortalecimiento del gobierno central. Estas reformas institucionales necesitarían cambios a la Constitución, lo que requiere una mayoría de dos tercios en ambas cámaras parlamentarias. Aunque la reforma electoral necesitaría sólo una mayoría simple para su aprobación, hay diferencias considerables en este tema entre los partidos en el parlamento.
Deterioro en finanzas públicas
Desde la perspectiva del gobierno, el deterioro en las finanzas públicas durante los últimos cinco años y el ratio deuda/PIB superando el 130%, han restringido su capacidad de relajar la política fiscal y entregar espacio para nuevas reformas, y para reducir una carga tributaria que alcanzó 44% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2012.
Aunque la remoción de Italia del procedimiento de déficit excesivo de la Comisión Europea a mediados de 2013 ha dado al gobierno algo de margen en el gasto público, el déficit presupuestario aún requiere mantenerse dentro del límite de 3% del PIB. Además, las proyecciones del presupuesto del gobierno para los próximos dos años ya muestran las optimistas perspectivas de crecimiento económico de 1% en 2014 y 2% en 2015, en comparación con nuestros pronósticos de 0,3% y 0,9% respectivamente.
Reducción en impuestos laborales
Después de presenciar una constante caída en la competitividad de las exportaciones durante la última década, la economía se beneficiaría de una mayor reducción en los impuestos laborales, los que están entre los más altos de la eurozona.
De hecho, éstos son uno de los varios factores que explican su extremadamente lamentable desempeño exportador este año. Medidas recientemente anunciadas implican 11.000 millones de euros en reducción de impuestos laborales desde 2014 a 2016, lo que es decepcionantemente poco (alrededor del 0,2% del PIB al año) y es probable que tenga sólo un impacto marginal.
Por otra parte, una de las áreas que Letta parece haber decidido abordar son los temas estructurales que han disuadido la entrada de inversiones extranjeras directas.
Las prioridades del gobierno en el marco del programa “Destinazione Italia” incluyen esfuerzos para reducir la excesiva burocracia y agilizar el sistema judicial, fortalecer el cumplimiento de los contratos comerciales, créditos fiscales para la inversión en investigación y desarrollo (I+D) y la simplificación del complejo sistema tributario de Italia.