Las dudas en torno a las altas valoraciones de las acciones tecnológicas aumentan. El mercado comienza a preguntarse si las empresas podrán mantener los altos niveles de inversión anunciados hasta ahora, especialmente cuando sus balances y los de sus clientes aún no reflejan los beneficios de los cientos de miles de millones comprometidos hasta ahora.
El riesgo es creciente para la economía. Según George Saravelos, analista de Deutsche Bank Research, fuera de la inversión en infraestructura en IA, la economía estadounidense está en o muy cerca de una recesión. El problema es que el ritmo de inversión parece insostenible. Hasta agosto, las inversiones comprometidas en IA en 2025 sumaban cerca deUS$ 400.000 millones. Según Saravelos, para que el rally tecnológico siga sosteniendo el crecimiento del PIB estadounidense, “la inversión de capital debe seguir siendo parabólica; y eso es altamente improbable".
No todos comparten sus dudas. Es fácil identificar un consenso a favor de las inversiones en Inteligencia Artificial. “Será una revolución más grande que la revolución industrial”, auguran los analistas de Sequioa Capital, que anticipan una oportunidad de US$10 billones en la automatización y aplicación de IA en el sector de servicios de tecnología.
La noción de que una transición inevitable respaldaría la carrera de las empresas por obtener la mayor ventaja en la construcción de la infraestructura de esta nueva economía, también explicaría los esfuerzos de las grandes potencias por asegurar mayor control e independencia en el desarrollo y acceso a esta tecnología.
En el corazón de esta carrera aparecen dos empresas: Nvidia y Alibaba. Con sedes en California, EEUU, y Hangzhou, China, respectivamente.
Más allá de semiconductores
La empresa estadounidense confirmó en los últimos días su estatus de motor del desarrollo de la IA. No solo es la proveedora de los semiconductores más avanzados (H200 y Blackwell B200/GB200), los procesadores de más alta capacidad, también se expande como proveedora de inversiones y software.
En menos de una semana, Nvidia anunció una inversión de US$ 100.000 millones en OpenAI, y US$ 5.000 millones en Intel. Los anuncios fueron seguidos por la sorpresiva alianza con la china, Alibaba.
“Estos anuncios entre Nvidia, OpenAI e Intel representan algo gigante en términos de escala. Este es un hito para la construcción de GPU (procesadores), el desarrollo de chips avanzados y un referente del poder computacional. Estas alianzas son una asociación estratégica para impulsar grandes avances tanto en el desarrollo de nuevas soluciones como en el acceso a nuevas aplicaciones para millones de personas, democratizando aún más la IA”, afirma a Señal DF Marcio Aguiar, director de la división Enterprise de Nvidia para Latinoamérica.
La operación con OpenAI, ofrece a Nvidia participación en la empresa líder en el desarrollo de modelos de IA, mientras le asegura contratos de largo plazo para el suministro de sus chips y servidores. También la coloca en una relación de socios estratégico de Microsoft, principal socio financiero de OpenAI, y uno de los principales actores en el desarrollo de servicios de IA para empresas y en la nube.
Por su parte, al invertir en Intel, Nvidia está ayudando a financiar el desarrollo de capacidades domésticas para la producción de semiconductores, y con ello reducir su dependencia de Taiwan Semiconductors (TSMC), principal fundidora de chips en el mundo.
La tensión entre EEUU y China, que reclama tomar el control sobre Taiwán, hace de la dependencia en TSMC el punto de riesgo más vulnerable para las empresas de IA estadounidenses. De ahí el interés de la Casa Blanca por salvar y revivir a Intel, una compañía que por problemas de gestión y falta de inversión ha perdido terreno ante competidores como TSMC, Samsung y AMD.
De ahí que la inversión de Nvidia en Intel la confirma como aliada clave en los planes de la Casa Blanca. En marzo pasado, Nvidia se unió a xAI de Elon Musk, Blackrock y Microsoft en el consorcio AI Infraestructura, que comprometió US$ 30.000 millones en proyectos de infraestructura, como centros de datos, en EEUU.
Pero es la alianza con Alibaba la que llama la atención de los analistas. Alibaba anunció que ofrecerá en su plataforma en la nube el software de “IA físico” de Nvidia, que permite construir réplicas en 3D de entornos reales para entrenar modelos de IA. “Nvidia ya no es solo una empresa de hardware, sino de todo un ecosistema. Tiene tres aristas: el diseño de semiconductores; proveedor de servidores completos; y ahora, como se entiende esta alianza como Alibaba, proveedor de código de software, de una plataforma, para que los usuarios puedan generar herramientas de IA para robots, para autos autónomos, etcétera”, explica Fernando Hales, portfolio manager del Silicon Fund y socio de DVA Capital.
Rivales o socios
Pero lo que hace más llamativa la alianza entre la tecnológica estadounidense y Alibaba es que se da en medio de la rivalidad entre Washington y Beijing precisamente en IA. EEUU ha bloqueado la exportación de semiconductores y tecnología de alta gama a China, permitiendo los envíos de chips de menor capacidad (H20 en el caso de Nvidia). En respuesta, Beijing ordenó a las empresas de su país suspender el uso de los semiconductores especiales que Nvidia creó para ese mercado.
En su lugar, China se ha enfocado en el desarrollo de su propia industria de semiconductores y procesadores. Pero hasta hace poco parecía que el gran campeón en esa campaña era Huawei como proveedor de hardware.
Sin embargo, el mismo día en que anunció su alianza con Nvidia, Alibaba presentó Qwen3 Max, su último modelo de lenguaje de IA, que -afirma- supera en varios parámetros a ChatGPT.
Alibaba además se sumó a la carrera por infraestructura. La firma china ya había comprometido US$ 53.000 millones en inversiones en 2025, pero anunció que ampliará el monto para la expansión de centros de datos fuera de China. Las instalaciones se ubicarán en Brasil, Francia, Holanda, México, Japón y Corea del Sur, entre otros países, apuntando a que entrará por la competencia del mercado global de servicios de IA en la nube, hoy dominado por firmas estadounidenses.
Hales considera que los anuncios de Alibaba se alinean con el interés de Beijing de lograr la independencia en materia de semiconductores. Pero la alianza con Nvidia confirma a la estadounidense como pionera en el desarrollo de software para funciones avanzadas de robótica y aplicaciones físicas de IA.
Desde Nvidia creen que hay espacio para todos. “El mercado de la tecnología es muy amplio y, con cada vez más oportunidades de negocio, hay espacio para que todas las empresas se desarrollen. La asociación con Alibaba es muy importante para el desarrollo de nuevos negocios y soluciones con IA”, apunta Aguiar.