DOLAR
$948,88
UF
$38.482,20
S&P 500
6.114,63
FTSE 100
8.768,01
SP IPSA
7.290,98
Bovespa
128.552,00
Dólar US
$948,88
Euro
$993,27
Real Bras.
$166,15
Peso Arg.
$0,90
Yuan
$130,49
Petr. Brent
75,23 US$/b
Petr. WTI
71,25 US$/b
Cobre
4,60 US$/lb
Oro
2.916,60 US$/oz
UF Hoy
$38.482,20
UTM
$67.294,00
¿Eres cliente nuevo?
REGÍSTRATE AQUÍUna de las metas económicas del gobierno chileno es alcanzar el ingreso per cápita de un país desarrollado, especialmente uno del sur de Europa...
Por: Equipo DF
Publicado: Sábado 2 de abril de 2011 a las 05:00 hrs.

Isabel Ramos Jeldres
Una de las metas económicas del gobierno chileno es alcanzar el ingreso per cápita de un país desarrollado, especialmente uno del sur de Europa. Lo delineó el presidente Sebastián Piñera en su discurso del 21 de mayo del año pasado: “nuestra meta de crecer al 6% nos permitirá en ocho años -es decir, antes que termine esta década- alcanzar el desarrollo y superar el ingreso per cápita que hoy día tienen países como Portugal”.
Es cierto, estamos cada vez más cerca, pero así como ha contribuido a ello el buen desempeño económico de Chile, también lo ha hecho el que Portugal sea uno de los países de la periferia de la zona euro que se encuentra al borde del abismo.
Con un déficit fiscal que llegó el año pasado a 8,6% del PIB, y una economía que se contraería 0,9% este año, según datos oficiales, Portugal es ejemplo… de que las cosas pueden salir mal.
En la última década, el país ha crecido a tasas inferiores a 3% anual, y registró contracciones en 2003, 2008 y 2009. De acuerdo con estimaciones del Fondo Monetario Internacional, su PIB per cápita (ajustado por paridad de poder de compra) ascendió a
US$ 23.114 en 2010, por encima de los US$ 14.982 de Chile, pero lejos de los US$ 28.834 de Grecia, o de los
US$ 29.652 de sus vecinos españoles.
Ya a fines de 2009, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), a la cual también pertenece nuestro país, calificaba de “anémico” el crecimiento de Portugal, y llamaba a definir como “prioridad máxima” el diseño e implementación gradual de un “plan de consolidación fiscal”.
“Las reformas estructurales son esenciales para lograr un mayor potencial de crecimiento a través de exportaciones más dinámicas”, afirmó la entidad en un informe de noviembre de ese año.
La presión llegó seis meses después, cuando la crisis de deuda soberana de la zona euro se expandió más allá de Grecia. El gobierno debió aplicar duras medidas de austeridad, como una reducción del IVA de tres puntos porcentuales, un recorte de 5% en el sueldo de los funcionarios públicos, una disminución del gasto de capital y límites a las deducciones de impuestos en salud y educación.
Hoy, los rendimientos de los bonos portugueses a cinco y diez años se encuentran en niveles récord desde el inicio de la zona euro, en 1999, señalando la cada vez más cercana probabilidad de un rescate por parte de la Unión Europea. Y el primer ministro socialista José Sócrates presentó su renuncia luego de que el Parlamento no aprobará su plan de austeridad.
El panorama futuro tampoco es favorable. De acuerdo con el programa de estabilidad y crecimiento divulgado la semana pasada, el PIB crecerá sólo 0,3% en 2012, para luego expandirse 0,7% en 2013 y 1,3% en 2014.
Según la Economist Intelligence Unit, aparte de la industria de energías renovables, hay pocas fuentes de dinamismo económico que permitan que Portugal crezca y sane sus cuentas fiscales. ¿La lección? Buscar un modelo de crecimiento que, más allá de las cifras, represente un ejemplo real de expansión económica para Chile.