Bush evalúa permitir quiebra ordenada de las automotrices
La salida final podría incluir una solución mixta, que entregue ayuda estatal para las compañías una vez que se declaren en bancarrota.
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El presidente de Estados Unidos George W. Bush, dijo ayer que estaba
considerando un proceso de quiebra “ordenada” para las automotrices
estadounidenses, en lo que puede considerarse como la advertencia más
clara que ha hecho el ejecutivo, respecto a que General Motors o
Chrysler podrían verse forzadas a acogerse al Capítulo 11 de protección
o a medidas similares en cualquier momento.
El mandatario
manifestó su preocupación respecto a una bancarrota “desordenada” y el
efecto que ésta tendría en el mercado. Una quiebra sería lo normal en
circunstancias normales para restructurar a las automomitrices, dijo
Bush tras lo cual agregó que “estas no son circunstancias normales” y
fue enfático en aclarar a los medios: “Todavía no tomo una decisión”
sobre el plan.
Momentos antes Dana Perino, vocera de la Casa Blanca, había dicho que el salvataje automotriz estaba a horas de ser anunciado.
Según
muchos, Bush está preocupado por un colapso desordenado de las
automotrices, lo cual podría tener un devastador efecto “dominó” en la
economía. Sin embargo el mandatario está bajo una enorme presión por
parte de los legisladores republicanos que exigen condiciones para el
sector antes de darles cualquier ayuda. Muchos republicanos están
demandando que estas compañías se acojan a una bancarrota.
Una
opción que se ve cada vez más probable sería una salida mixta, que
incluya proveer ayuda federal a las empresas una vez que recurran al
Capítulo 11. “Hay una vía ordenada para declararse en bancarrota lo
cual permite un aterrizaje más suave”, dijo Perino ayer. “Eso es lo que
nosotros hemos estado conversando. No estoy diciendo que eso será
necesariamente lo que anunciaremos”.
Malos tiempos
GM y
Chrysler han dicho que necesitan US$ 15.000 millones de crédito de
emergencia para continuar con sus operaciones hasta fines de marzo.
Ambas han anunciado en la última semana que cerrarán sus fábricas en Norte America por al menos un mes.
“Se
necesita un cerro en efectivo de los buenos tiempos para salir de los
malos”, dijo el presidente de Automotive Consulting Group, Dennis
Virag. “Los malos tiempos están aquí, las malas ventas están aquí y GM
y Chrysler simplemente no tienen efectivo”. GM dijo que tenía US$
16.000 millones al 30 de septiembre y que necesitaba por lo menos US$
11.000 millones para pagar sus cuentas.