Catedral Bar Restorán

En la hermandad que representan el Ópera y el Catedral, el imaginario manda que el primero es restaurante serio y de mantel largo, y el segundo, un resto bar, donde se puede almorzar –muy bien- y en la noche apropiarse de alguna locación en su espectacular terraza o, desde cierta hora, arrinconar la mesa y ponerse a bailar. O ver el partido de la Selección Chilena hoy desde las 19 horas con los pisco sour y las piscolas a luca hasta el final del partido.

Ese carácter moderno y popular a la vez, también se refleja en una carta que mezcla platos de inspiración criolla y otros internacionales. No puede dejar de decirse en este punto que el chef de Ópera lo es también de Catedral. Frank Dieudonné, el chef original de estos lugares, que emigró como el hijo pródigo por algún tiempo, está de vuelta con todo su talento.

¿Qué comer en Catedral? Para empezar puede optar por unos ricos camarones flambleados sobre tostadas con compota de tomates ($ 6.200), aunque también hay Gyosas de cerdo y camarones en salsa thai ($ 6.800). Y, cómo no, para vegetarianos una excepcional tabla –hay también mixtas y de fiambres- con un surtido de papas como huancaína, rellenas con pino vegetal o con crema ácida ($ 6.600).

En los fondos los toques criollos se notan en platos como en el Costillar de cerdo a la antigua ($ 6.600), en los Porotos Pancho –con charqui y huevo frito- ($ 5.800) y en su espectacular Ternera Mechada a lo Pobre ($ 7.800). Si a todo esto le sumamos una de las barras más surtidas de Chile, el eventual bailoteo, algún grupo de cueca o algún unplugged de un famoso... Buen rato asegurado.