Consejo de ministros dará luz verde este viernes al nuevo plan de reestructuración bancaria

Si las entidades fuertes deben absorber los grupos débiles a pulmón y sin garantías, su perfil se deteriorará, resintiéndose a su vez el conjunto del sistema.

Por: Expansión, España. | Publicado: Miércoles 1 de febrero de 2012 a las 05:00 hrs.
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La reforma financiera apura la cuenta regresiva. El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, confirmó, en el marco de la cumbre europea celebrada en Bruselas que el consejo de ministros dará luz verde el viernes al nuevo plan de reestructuración bancaria. Hay que poner nombres y apellidos, y repartir los 50.000 millones de euros que, según el Ministerio de Economía, se necesitan para limpiar los balances de bancos y cajas.

Desde hace semanas, el sector reclama que se sienten las bases para fijar qué necesidades de fondos tiene cada entidad y, sobre todo, establecer un marco que defina cómo se van a cubrir las provisiones de aquellos grupos que no sean autosuficientes.

Las opciones son, básicamente, dos: cubrir sus necesidades con dinero público o con recursos del propio sector. El Ejecutivo, hasta ahora, ha descartado tajantemente la primera vía. Financiar la reforma bancaria con fondos del contribuyente obstaculizaría la consecución de los objetivos de déficit público del gobierno, al margen de suponer un desgaste de imagen ante la opinión pública.

Por ello, se apuesta por más consolidación y por integraciones que se apoyen en el músculo de las entidades más potentes.




Sobrecarga


El propio sector y los expertos dudan, sin embargo, de que este esquema pueda cuajar al 100%. Con los beneficios que generan las entidades, posibles excesos de capital y reservas afloradas en las fusiones no se podrán cubrir todos los requerimientos de provisiones, aunque las estimaciones sobre el recorrido que tiene la vía de las fusiones se mueven en una horquilla amplia.

Según algunas fuentes, en las fusiones podrían aflorar unos 5.000 millones de euros. Otras elevan la capacidad de saneamiento del sector a través de esta vía hasta los 30.000 millones de euros.

En medios financieros se da por descontando que el saneamiento contará con apoyo estatal, indispensable, por otro lado, para no sobrecargar a los grupos que deben liderar las fusiones en el nuevo mapa financiero.

“El principal riesgo es que las instituciones más fuertes tengan que compartir la carga de la recapitalización del sistema mediante la fusión con grupos débiles sin recibir suficientes garantías del gobierno, bien a través de inyecciones directas en el capital o de Esquemas de Protección de Activos (seguro contra pérdidas futuras)”, avisó esta semana la agencia Moody’s. “En ese caso, el sector financiero reestructurado puede acabar con un significativo deterioro del perfil de crédito de las entidades más fuertes, que provocaría en consecuencia un debilitamiento de la calidad de crédito del conjunto del sistema”, remarca Pepa Mori, analista de la agencia de calificación, en el informe publicado.

En el sector se descuenta que Santander, BBVA y La Caixa están llamados a jugar un papel clave en esta nueva etapa de la reconversión. Son los que mejor podrían asumir la digestión de las grandes cajas nacionalizadas (Catalunya Caixa o Novagalicia) o incluso una hipotética operación con Bankia.

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