Un debate que se extendió por más de dos horas protagonizaron los diputados durante la tarde del lunes previo a la votación del proyecto de ley que regula los sistemas de inteligencia artificial (IA) ingresado por el Ejecutivo, el que finalmente fue aprobado en Sala y despachado al Senado para su segundo trámite constitucional.
Sin embargo, los parlamentarios rechazaron siete -de los 31 artículos y cuatro disposiciones transitorias-, claves del texto despachado, entre ellos, el artículo 12°, que establece el procedimiento del proceso de reporte de incidentes; el 13° que creaba el Consejo Asesor Técnico de Inteligencia Artificial; el 19°de fiscalización y cumplimiento a cargo de la Agencia de Protección de Datos Personales; el artículo 20° que crea los espacios controlados de pruebas (conocidos como sandbox) y el reglamento de la futura ley (31°).
En total, debido a que algunos artículos requerían un quórum especial y porque se pidió la votación por separado de varios de ellos, hubo 15 votaciones, donde la mayoría fueron de 65 votos a favor y 54 en contra, dejando en evidencia las discrepancias que había entre el oficialismo, que defendió el proyecto del Gobierno, y la oposición, que criticó el enfoque del texto.
“Sin duda que este apuro que está teniendo (el Ejecutivo) va a ser el costo que mañana va a pagar nuestro país, quitándonos la oportunidad de ser un líder digital en la región a través de una sobrerregulación. No podemos darnos este gusto político”, dijo la diputada independiente Paula Labra -una de las voces más activas en la discusión en la Comisión de Futuro- durante el debate.
Por su parte, el ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Aldo Valle, realizó una férrea defensa a uno de los proyectos emblemáticos del Gobierno en materia de innovación. “Rechazar algunos de los artículos (...) dañará gravemente la estructura sistémica de este proyecto”, afirmó durante la discusión.

El ministro de Ciencia, Aldo Valle, durante el debate. Foto: Cámara de Diputados
El proyecto que llega al Senado
En mayo de 2024 el Ejecutivo ingresó el proyecto de ley para regular los usos de los sistemas de IA, promoviendo su creación, desarrollo, innovación e implementación con un marco normativo que “vele por el desarrollo sostenible y ético” de esta tecnología.
Se propuso un enfoque basado en riesgos de la tecnología -en línea con la regulación de la Unión Europea- el que generó resistencia en algunos sectores, como gremios y startups, argumentando que podía afectar el desarrollo de la inteligencia artificial en el país.
El proyecto pasó en dos oportunidades por la Comisión de Futuro de la Cámara. El más reciente, durante el segundo trámite reglamentario, en el que se discutieron más de 100 indicaciones y donde se suprimieron los artículos 10° y 32°, relacionados con los derechos de autor, y se promovió la alfabetización y divulgación ciudadana en IA.
Entre los cambios propuestos por la Comisión Futuro de la Cámara Baja, en la votación en Sala se refrendó la mayoría.
Por ejemplo, la precisión de que la norma regula los usos de la IA y no su desarrollo, promoviendo un enfoque ético y centrado en las personas.
También se actualizaron las definiciones de sistemas de IA y se reforzaron las reglas de privacidad, transparencia y gobernanza de datos, incluyendo la obligación de identificar contenidos generados artificialmente.
Además, se modificaron los textos que definían las categorías de riesgo (inaceptable, alto, limitado y sin riesgo evidente) y se prohibió la manipulación subliminal sin consentimiento. Para los sistemas de alto riesgo se exigió gestión continua de riesgos, supervisión humana y ciberseguridad.
De cara al segundo trámite en el Senado, desde el Ejecutivo confirmaron a DF que buscarán reponer aspectos clave que fueron rechazados por la Cámara, como la gobernanza y fiscalización de la futura ley.