Tiene varios nombres. Algunos lo llaman Sell in May and go away (vende en mayo y ándate). Otros lo conocen como el Halloween indicator. A pesar de las diferencias, todos apuntan a lo mismo: la teoría de que los inversionistas deberían salir del mercado en mayo y volver a entrar después de octubre. ¿Por qué? Porque los activos bursátiles, sostienen, tienden a rendir menos durante los meses cálidos del hemisferio norte —entre mayo y octubre— y, por el contrario, el periodo entre noviembre y abril muestra retornos superiores de forma consistente.
Ahora, con Halloween ya superado y noviembre en marcha, la pregunta vuelve: ¿es momento de entrar? Especialmente considerando que los mercados se encuentran muy cerca de sus máximos históricos.
Spoiler: muchos creen que no. Principalmente porque durante el verano pasado las bolsas ya subieron con fuerza, impulsadas por el rebote al Liberation Day de abril.
Y no solo eso: se espera que el cuarto trimestre esté marcado por la volatilidad.
La historia
Este fenómeno ha sido revisado por distintos economistas. En un paper de 2002, Sven Bouman y Ben Jacobsen analizaron datos de 37 mercados y encontraron que, en 36 de ellos, los retornos promedio entre noviembre y abril superaban significativamente a los del periodo entre mayo y octubre.
Desde entonces, el “Halloween effect” ha sido objeto de nuevas revisiones. Muchos académicos siguen siendo escépticos y sostienen que esta anomalía podría explicarse por otros factores, como el reparto de dividendos, ajustes fiscales o la estacionalidad del consumo.
Aun así, esta teoría sigue presente en la conversación de mercado. Incluso hay ETF temáticos que lo replican. Uno de ellos es el Global X Seasonal Rotation ETF, que ajusta su portafolio en función de patrones estacionales.
¿Conviene? 
Si uno cree en el indicador Halloween, esta sería la semana para volver a entrar al mercado. La pregunta, claro, es si esta vez se cumplirá su predicción.
La duda no es menor: quienes vendieron en mayo pasado quizás hoy se estén arrepintiendo, considerando que aquel mes fue uno de los mejores mayos en la historia reciente de Wall Street. No solo eso: los meses más cálidos fueron especialmente positivos en EEUU: desde finales de abril hasta hoy, el S&P 500 ha subido más de 20%, muy por sobre su promedio histórico.
Por eso es relevante preguntarse si esta teoría sigue funcionando. Muchos expertos son escépticos.
“Si bien la estacionalidad es un dato que se suele considerar dentro de las perspectivas de mercado, es fundamental recordar que los mercados financieros, al ser entornos no lineales, muchas veces se desvinculan de estos patrones”, dice Ignacio Mieres, jefe de análisis de XTB Latam.
Incluso, agrega: “La propia estacionalidad refleja que julio es, históricamente, uno de los meses más alcistas, con un retorno promedio cercano al 1,5% y una frecuencia de éxito del 80%”.
Mario Tessada, director del magíster en Finanzas de la Universidad de los Andes, está en la misma línea y entrega datos concretos:  “Entre mayo y octubre de 2024 —cuando el mercado “debería” haber estado débil— el S&P 500 subió 14,1 %, equivalente a una tasa anualizada superior al 30%, mientras que desde el 31 de octubre de 2024 hasta abril de 2025 el índice perdió más del 11%. En contraste, el S&P 500 acumula en 2025 un rendimiento de alrededor de +12%, impulsado por el repunte tecnológico y la moderación de la inflación. Este comportamiento sugiere que el patrón estacional no solo ha perdido fuerza, sino que su aplicación habría significado perder la mayor parte de las ganancias del año”.
Halloween en Chile
Otra pregunta es si esta teoría aplica para el mercado local, considerando que en Chile las estaciones están invertidas. 
Según Tessada, el Halloween indicator no tendría sentido en este contexto. El IPSA, dice, acumula una rentabilidad destacada en lo que va de 2025 y sin ningún vínculo a los cambios estacionales. Esto, dice, “sugiere que el mercado chileno no está obedeciendo una ‘ventana más débil’ entre mayo y octubre, al menos en lo que va del año, lo que difiere del supuesto del patrón”.