Lemu Lafquen significa bosque en el agua, en mapudungun. Y es el nombre de un lugar ubicado entre Villarrica y Pucón donde suele reunirse la familia encabezada por el patriarca fundador de Rosen José Rosenberg Villarroel y su señora Gloria Sanguinetti. Por lo especial del lugar para esta familia también denominaron así a su family office: Lemu Lafquen Inversiones. El mismo que en completa reserva comenzó a experimentar cambios hace unos meses, a nivel de gobierno corporativo.
Y es que a Lemu Lafquen se sumó como director Claudio Muñoz -el ex presidente de Telefónica en Chile y hoy director de varias compañías-, asumiendo además la presidencia del family office de esta rama Rosenberg. Este era un cargo que estaba en manos de Gloria Rosenberg, una de las tres hijas de José Rosenberg, quedando de esta manera este family office compuesto por cuatro integrantes en su directorio: Muñoz y las tres hermanas Rosenberg Sanguinetti: Verónica, Gloria y Rebeca.
¿A qué apunta este cambio? “Antes era sólo mi abuelo y hoy son las tres hijas las principales accionistas. Entonces (la idea) es coordinarse mejor como grupo controlador de Rosen. Y en eso Claudio (Muñoz) ha sido súper importante. Tiene no sólo profesionalismo, sino que cercanía con nosotros y ha hecho un match súper bueno. Este es recién el comienzo de lo que queremos hacer. Queremos ir creciendo en todos los negocios en los que estamos”, ratifica a DF MAS Cristián De Giorgis, el nieto mayor de José Rosenberg, hijo de Verónica Rosenberg, y quien es el CEO de Lemu Lafquen.
Y es que con la llegada de Muñoz al family office como profesional externo e independiente de la familia, buscan no sólo profesionalizar, sino que canalizar y potenciarlo. De hecho, este renovado equipo encabezado a nivel ejecutivo por De Giorgis ya está trabajando en un plan a cinco años, para crecer en tres verticales, y diversificar.
Primero a Rosen, después al family
Fue en 1958 cuando comenzó esta historia empresarial, como un taller familiar en Temuco. José Rosenberg, quien había sido oficial en la Fuerza Aérea, aprendió a coser y armar colchones a mano, y vio que entre soldados había demanda. Fue el inicio de Rosen, la conocida compañía chilena fabricante de colchones y muebles que se ha expandido por Latinoamérica.
Pero luego de 65 años de trabajo, en diciembre de 2023, el fundador de la cadena -hoy de 92 años, cumplidos en septiembre- decidió dar un paso al costado y tras un último directorio en aquel año, se retiró del manejo de los negocios, dejando la mesa directiva de Rosen.
Entonces, fue a partir de una sugerencia de Cristián De Giorgis hecha a las tres hermanas, que esta familia decidió buscar un apoyo externo en la compañía. Así, en agosto del año pasado le ofrecieron a Claudio Muñoz integrarse al directorio de Rosen (ver recuadro), lo que luego derivó en su llegada al family office.
El contacto original entre los Rosenberg y Claudio Muñoz había ocurrido hace tiempo, a través de Cristian Lefevre, el presidente de EY en Chile, lo que derivó en que invitaran a Muñoz a Temuco a conocer Rosen. De Giorgis, en paralelo, estaba haciendo un proceso de scouting, en la búsqueda de un asesor que tuviera el perfil de poder tomar un rol más decisivo en los negocios, siempre con el convencimiento de que eran las hermanas las que debían tomar la decisión. Y el match con Muñoz fructificó, dado que además de los pergaminos profesionales del ex hombre fuerte de Telefónica, en él identificaron un perfil personal muy similar al del fundador de Rosen, con un estilo de trabajo y de decisiones pausado y mesurado.
A nivel ejecutivo, el family office también protagonizó un crecimiento, pues si antes de este cambio el único ejecutivo era Cristián De Giorgis como CEO, desde el año pasado se han integrado tres nuevos cargos. Uno de ellos es Edgardo Redel, un histórico ejecutivo cercano al fundador de Rosen, quien asumió como CFO de Lemu Lafquen. Para hacerse cargo del desarrollo del área inmobiliaria llegó también Gianfranco Zirotti Rosenberg, hijo de Gloria Rosenberg. Y en abril de este año se sumó Juan Esteban Zamora, un ex ejecutivo de Santander, que asumió como gerente de Inversiones.
Así, ahora son dos los integrantes de la tercera generación que se sumaron formalmente -con cargos ejecutivos- a los negocios familiares, de siete nietos de José Rosenberg en total.
Tres áreas y ganas de crecer
En lo grueso, hoy Lemu Lafquen es mucho más Rosen, pues está estructurado en tres áreas: negocios inmobiliarios, una veta financiera (que incluye un rubro de inversiones en startups) y negocios industriales y comerciales con Rosen a la cabeza.
Por supuesto, una vertical es esta última, vinculada al mundo Rosen, que integran un conjunto de compañías filiales o negocios afines. Por ejemplo, está la planta productiva de Temuco de Rosen, otra en Perú, una planta de muebles de madera en Temuco, de nombre Glover -cuyo nombre deriva de las fundadoras, Gloria y Verónica-, y otra fábrica de muebles tapizados y respaldos en Temuco.
Otra área es la inmobiliaria, donde han crecido. Un ejemplo. El año pasado compraron el 100% de un mall en Temuco, un outlet que está a la salida norte de la ciudad y que hoy es administrado por el grupo Easton. Allí, este family office poseía el 37% de la propiedad, y compraron la totalidad del porcentaje que estaba en manos de la familia Paulmann Mast.
También de la vertical inmobiliaria dependen varios activos inmuebles, principalmente bodegas ubicadas en Temuco -aunque también hay activos en otras partes del país, como Santiago-, que dependen de la sociedad Blanca Flor -nombre puesto en honor a la mamá de José Rosenberg-, y de la que esta rama de los Rosenberg Sanguinetti posee el 42%. Allí Lemu Lafquen está analizando qué hacer con esos activos, si vender o hacer inversiones y mejorar la rentabilidad con proyectos. De Giorgis indica que varios de esos inmuebles son emblemáticos, pues sobre ellos comenzó la historia de Rosen, por lo que la evaluación incluye, por ejemplo, ver si hacen un proyecto inmobiliario más icónico, con museo. “Estamos barajando distintas ideas”, dice.
Y una tercera vertical que han desarrollado con especial ímpetu es el mundo startup, con varios propósitos. Por un lado, contagiar a las terceras y cuartas generaciones para continuar con el espíritu emprendedor de José Rosenberg. Y también por un efecto “give back” o de devolver el apoyo a empresarios, como el patriarca lo recibió en el pasado.
Una de las compañías de las que son parte es Total Abogados, que se especializa en ofrecer servicios legales recurrentes (posesiones efectivas, divorcios, pensiones de alimentos, etc) y en la que participan otros inversores como Inversiones Consolidadas (Andrónico Luksic) y Fernando Tisné. Y otra es Spora, fundada por Hernán Rebolledo, inserta en el mundo de la biotecnología en la producción de “cuero” y textiles en base al micelio de hongos.
Se trata de una compañía en la que participan otros family offices como WildSur (Óscar Lería), Amarena (Patricia Angelini), en la que es director Pablo Zamora (ex Notco), y a la que se sumó Lemu Lafquen, entre otras razones, por la evidente conexión que existe entre los productos textiles de biotecnología y Rosen. “Vimos el potencial”, dice De Giorgis, quien respecto de las tres áreas del family, es categórico en lo que buscan. “Estamos potenciando inversiones que ya teníamos y estamos haciéndolas crecer”.
Recambio en el directorio de Rosen
En Rosen cohabitan tres ramas familiares. La compañía es controlada, con el 52,7%, por la rama de José Rosenberg y sus hijas Verónica, Gloria y Rebeca Rosenberg Sanguinetti. Otro 30% está en manos de la rama del ya fallecido Juan Rosenberg, hoy en manos de sus hijas Tatiana, Marcia y Andrea Rosenberg López. El accionariado lo completa la rama del también fallecido Luis Rosenberg, hoy representado por Marcelo y José Luis Rosenberg Leiva.
El cambio corporativo también alcanzó al directorio de la misma Rosen. Hoy esta mesa está presidida por el abogado Octavio Bofill -elegido con votos de la rama de José y de Luis Rosenberg-, e integrada por las tres hermanas hijas de José Rosenberg, también por Luis Gallardo y el abogado Pablo Guerrero (de Barros & Errázuriz), ambos por la rama de Juan Rosenberg, y fue en la rama de Luis Rosenberg donde se produjo el cambio, pues Claudio Muñoz ingresó en relevo de Marcelo Rosenberg Leiva.
Hoy, con unas 60 tiendas, Rosen tiene presencia con locales con su marca en Chile y Perú -ambos países donde además posee fábrica-, Bolivia y Argentina, y también llega con productos a Colombia (distribuidor). Y se aprestan a sumar un cuarto mercado en la distribución.
Con doble rol y su propio emprendimiento:
quién es el Ceo de Lemu Lafquen

Casi a las puertas de cumplir los 40 años el próximo 10 de octubre, Cristián De Giorgis es el nieto mayor del fundador de Rosen. Tras estudiar ingeniería comercial primero en la UDD y luego en la Unab, y entremedio emigrar a Australia -país en el que vivió tres años y donde hizo un diplomado de negocios en la RMIT University, de Melbourne-, comenzó a desarrollar su propia carrera ejecutiva.
Trabajó en el laboratorio Garden House y luego en un spin off de los fundadores de Crocs, de nombre BackJoy, donde se dedicó a abrir mercados para Latinoamérica. Y justo al renunciar a aquella firma, José Rosenberg le pidió que se incorporara a trabajar a Rosen. Se desempeñó primero como product manager y después su abuelo le pidió que se trasladara a Temuco para hacerse cargo de la planta en Temuco.
Actualmente posee un doble rol ejecutivo, pues en Rosen ve el desarrollo de productos y nuevos negocios, incluidos potenciales negocios industriales, además de estar en el family office. A nivel personal, Cristián De Giorgis también tiene su propia veta emprendedora, pues con socios -Sebastián López y Álvaro Bizaca- cofundó la cafetería Peregrino, que ya abrió su cuarta tienda en Santiago.
De su generación en la familia hay más emprendedores. Una hermana, María Jesús, desarrolló en California un negocio, Light Travelers, en el rubro campers. Una hija de Gloria Rosenberg, Antonella Zirotti Rosenberg desarrolló un gimnasio, AMFitness. Y Gianfranco Zirotti, además de su rol en el family office, maneja una firma del área inmobiliaria y construcción, de nombre Roga.
En el family office, una vez al año tienen por costumbre organizar una reunión, una asamblea familiar, en la que participan desde José Rosenberg hasta la cuarta generación. Y además desde 2019 se dieron un pacto y protocolo, asesorados por EY, por los que regulan las normas de ingreso y funcionamiento del family office, y cómo manejar potenciales conflictos.