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Carlos Correa: “El gobierno instaló el relato de la reforma y se perdió, después dijo una frase que es nada”

Según el experto, lo estratégico para “el buen andar del gobierno” es una buena relación entre el ministro de Interior y la Presidenta.

Por: C. Rivas y A. Chávez | Publicado: Jueves 17 de septiembre de 2015 a las 04:00 hrs.
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En marzo de 2014, Carlos Correa Bau dejaba su cómoda oficina en Imaginacción para trasladarse a La Moneda, donde asumió como subdirector de la Secretaría de Comunicaciones (Secom). Allí permaneció hasta julio pasado, cuando se impuso "una línea comunicacional en la que no participé y no compartí y consideré que era razonable dar un paso al costado".

Ya superado ese impasse y terminado el duelo, este consultor político independiente emprendió un nuevo desafío en el que pondrá a prueba su expertis: "Qualis", agencia de comunicación estratégica.

- Comparte el diagnóstico de que los malos resultados del gobierno tienen que ver con un problema comunicacional.
- Ese es un diagnóstico superado. El propio ministro Eyzaguirre y como él lo recalca -que es un ministro bien cercano a la Presidenta- descarta eso y plantea una hipótesis que yo comparto: que el gobierno tiene un antes y un después del caso Caval y eso se puede ver en las encuestas.

- ¿Cómo se explica que Caval haya generado tanto impacto en la ciudadanía?
- Hay tres cosas relevantes del caso Caval: que está inmerso en una vorágine de casos que estallaron sobre la relación política-dinero, que prueban que las regulaciones que establecieron Insulza-Longueira se agotaron. Chile ha sido tímido en esa materia. Segundo, Caval golpeó directamente a la Presidenta y ella es el puntal de credibilidad del gobierno y de la Nueva Mayoría. Y, tercero, porque no se logró establecer de manera clara la separación Presidenta–Caval. No se logró sacar el caso Caval de la Moneda.

- Da la sensación que el gobierno tendrá el caso Caval hasta que termine, entonces ¿podría seguir bajando en las encuestas?
- El gobierno debe sacar el caso Caval de La Moneda.

- ¿Cómo?
- Dejándolo en manos de los tribunales y colaborando con todo aquello que los tribunales están exigiendo. El otro punto es que el gobierno tiene que retomar la agenda de probidad, que es el mensaje que dice que las lecciones del caso Caval, SQM y Penta se aprendieron. Y soy de la idea que buena parte de las indicaciones propuestas por la comisión Engel debieran ser aplicadas de forma estricta: al menos, la reinscripción de los militantes, el fortalecimiento de las atribuciones del Servel y el fin de los aportes reservados, debieran sacarlas de manera urgente y decidida.

- Esas medidas son las que generan resistencia de los partidos y dirigentes.
- Después de la encuesta CEP y del desprestigio de la clase política, si no aprendieron la lección tenemos un problema grave y, por tanto, en la próxima elección que es sin binominal vamos a tener una renovación amplia del Congreso. En el caso de la clase política, como son los incumbentes, lo que falta es audacia y grandeza y no cálculo chico.

- ¿Cómo analiza el rumor del golpe blando?
- Escuché las declaraciones del dueño de radio Biobío y he leído unas columnas. Me parece una tesis descabellada e irresponsable. Y como país tenemos la responsabilidad de cuidar nuestra institucionalidad, porque es parte de nuestra marca país, es nuestro sello de calidad tanto como lo es cualquiera de nuestras exportaciones, es lo que nos hace un país respetable en el mundo.

- ¿A qué la atribuye?
- Gente que está tratando de llamar la atención en medio de esta crisis. Es una cosa que surgió de la cabeza de algunos analistas, más que de actores políticos. No me imagino a actores políticos responsables y serios pensando esto, porque además es un desprestigio mayor.

- ¿Qué medidas concretas tendría que tomar el gobierno para revertir su mala evaluación?
- La agenda de probidad es una deuda que la política tiene con Chile y tiene que pagarla, porque la gente conoce y tiene juicio respecto a SQM, Caval y Penta.
Ahora, el gobierno también tiene otras tareas que resolver, que tiene que ver con el diario vivir de las personas y, según la CEP, son: la delincuencia, que es una tarea que no es sólo del gobierno, también de Carabineros, la Fiscalía y una agenda antidelincuencia de largo plazo para disminuir la sensación de inseguridad.
Otro tema es el de los hospitales, que es una cosa heredada, porque el gobierno anterior decidió favorecer la prestación privada para resolver los problemas y disminuyó la inversión en construcción. Y debe ser capaz de retomar la agenda del crecimiento, creando condiciones para que la inversión privada, que ha estado a la baja, vuelva a surgir.

La figura de Burgos

- ¿Cómo ve al equipo político?
- Tiene una pega fuerte. Efectivamente está en un momento más difícil que el equipo político anterior. Hay que recordar que cuando el anterior salió, éste era la gran esperanza, pero la instalación ha sido difícil.

- ¿No se ven afiatados?
- Tienen una gran tarea pendiente.

- ¿Cuál?
- La de sostener una línea del gobierno.

- Se habla de salir de la crisis, ¿qué importancia tiene en ello la relación entre la Presidenta y el ministro Burgos?
- Para salir de la crisis, ese punto es clave. Los ministros del Interior y los presidentes no tienen que ser amigos, pero cuando funcionan bien como dupla salen para adelante.

- ¿Pero debería haber sintonía?
- Tiene que haber una sintonía política fina y, además de eso, Burgos -por su experiencia política- puede jugar un rol importante en ayudar al gobierno. La compenetración entre el ministro Burgos y la presidenta Bachelet es estratégica, porque eso garantiza el arco político amplio.

- ¿Eso no se ha producido?
- Siento que eso es un recurso fundamental en el buen andar del gobierno.

- ¿Pero lo ha visto?
- Lo estratégico es que eso exista. Lo que digo es que lo importante para que el gobierno salga adelante es que exista una compenetración entre el ministro Burgos y la Presidenta, porque ellos pueden por sí solos reconstruir un arco de una coalición de centroizquierda y reconstruir las confianzas, porque él es bien importante.

-Burgos es la figura clave en este diseño y desde fuera se ve como si él no fuera parte de esa complicidad que sí parece haber entre Eyzaguirre y la Presidenta.
- Nadie espera que tengamos Manuel Montt y Antonio Varas, que son modelos fracasados. Lo que esperamos son presidentes que tengan un ministro del Interior que sea capaz de abrirle el arco hacia otras partes, que apoyen la labor del Presidente y permitan ampliar el arco de posibilidades.

- ¿Y recuperar el relato?
- El año pasado el gobierno tenía el relato de las reformas. Lo que unía al gobierno y nosotros lo vimos en millones de focus en que uno preguntaba a la gente sobre una palabra que definiera al gobierno y decía 'reformas'. Es decir, la palabra reforma quedó timbrada y eso te da un relato. El gobierno tenía instalado el relato de la reforma y ese es un relato que se perdió y después dijo una frase que es nada, que es el realismo sin renuncia. Es una frase muy mala y a mí me sacaron por decir eso, es la razón por la que yo salí. Creo que el gobierno ya superó ese concepto y lo que esperan las personas es que el gobierno salga con dos o tres tareas: agenda probidad, salud y educación y lo haga con criterio de realismo.

- ¿Ese debería ser el relato para lo que resta del gobierno?
- El nuevo relato del gobierno debiera ser el realismo y hacerse cargo de la agenda de probidad, educación y una nueva agenda antidelincuencia.


"La derecha está fuera del centro de gravedad político"
- Si la gente está en desacuerdo con el gobierno, ¿a qué atribuye que las cinco figuras mejor evaluadas en la CEP sean de la izquierda?
-La gente no quiere más derecha. La derecha no se ha hecho una autocrítica, parece que no aprendió la lección de la derrota electoral que tuvo. Y uno escucha a los líderes principales y no ve la grandeza que se vio en su momento en Longueira.

- ¿No hay líderes?
- No se ve esa grandeza. A Ossandón le he escuchado cosas bien interesantes, una reflexión un poco más honesta. Porque una de las particularidades de esta crisis es que efectivamente el gobierno ha bajado, pero la derecha no ha ganado nada. Efectivamente, los líderes valorados son de centro izquierda y el eje que se establece es la profundidad de las reformas. Por un lado, tenemos a líderes como Isabel Allende y Lagos más institucionales y más por una mayor gradualidad y, por otro, Marco Enríquez-Ominami y Giorgio Jackson que tienen una actitud más contestataria. Y nuevamente la derecha no ha leído que la próxima elección va a ser sin binominal y, además, el financiamiento privado va a cambiar enormemente. Las empresas van a pensar dos veces antes de poner plata a los candidatos de la UDI después de todo el escándalo del caso Penta. La derecha va a una crisis de proporciones y siento que no logran verla.

- ¿Cuál sería esa crisis?
- Está fuera del centro de gravedad político, según los datos de la encuesta CEP . Y parecen atrapados en la lógica del desalojo. Cuando escucho a Kast, Allamand a Evelyn Matthei, incluso cuando escucho al mismo Piñera, los veo atrapados en la lógica del desalojo y esa lógica no funciona. De hecho, Piñera cuando ganó la elección, no ganó con el discurso comunicacional del desalojo, ganó con el discurso de la alternativa, de un gobierno más eficiente. La lógica del desalojo siempre los ha llevado a la derrota y si siguen con esa lógica van a tener nuevamente -pese a los problemas que tenga la Nueva Mayoría- una derrota contundente.

- ¿Eso se refleja , de alguna manera, el alto rechazo que tiene el presidente de la UDI?
- Sin duda, la lógica del desalojo ha llevado a la derecha a la derrota una y otra vez.

- ¿Cuál es el rol de Piñera en este cuadro?
- Piñera se atrapó en la lógica del desalojo. Su famosa frase, la que mal copió a Churchill es una frase propia del desalojismo y él ganó cuando se apartó de la lógica del desalojo. En esa están y por eso la gente no les compra.

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