Clasificadoras le ponen paños fríos al efecto de cambio de gabinete y ratifican PIB menor a 3% para este año
Sector privado valoró los ajustes de cara a moderar, de alguna manera, las reformas en discusión y abrirlas al diálogo.
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El mayor cambio de gabinete desde el retorno a la democracia se concretó el lunes pasado, con la salida de los entonces ministros del Interior, Rodrigo Peñailillo, y de Hacienda, Alberto Arenas, en un intento de la presidenta de la República, Michelle Bachelet, por dar un vuelco en las expectativas.
Las reacciones fueron inmediatas a la designación de Jorge Burgos en Interior y de Rodrigo Valdés en Hacienda, con un sector privado que valoró los ajustes de cara a moderar, de alguna manera, las reformas en discusión y abrirlas al diálogo.
Las clasificadoras de riesgo Moody´s, Fitch y Standard & Poor´s se toman con tranquilidad el anuncio. Las agencias de rating analizan de lleno el nuevo escenario y señalan que el principal foco de incertidumbre para los inversionistas extranjeros son las reformas en curso, más que los últimos escándalos como Penta, Caval y SQM.
Asimismo, no ven mayores novedades en torno a la conducción de la política económica, ratificando que la economía crecerá menos de 3% este año.
Sebastián Briozzo, senior director de clasificaciones soberanas de la agencia Standard & Poor´s: "El cambio tiene efecto neutro en el rating y dependerá del espíritu de los ministros"
- ¿Se da un giro en las reformas producto del cambio de gabinete?
- En materia económica, el nuevo ministro de Hacienda es muy conocido para el mercado. No creo que la política económica en Chile dependa demasiado de personas y eso es parte de la fortaleza institucional del país. La dirección está marcada y hay pocos riesgos de que esa dirección se modifique de manera sustancial.
Ahora, en todo lo relacionado al aspecto comunicacional, obviamente tener una persona con vínculos estrechos con el mercado, que es conocido por cualquier analista que ha mirado Chile en el pasado, ayuda a mandar el mensaje. Eso es algo favorable que tiene Rodrigo Valdés.
Hoy, el cambio de gabinete tiene un efecto neutro en el rating del país y va a depender del espíritu que los nuevos ministros impongan. A la fecha,lo que hemos visto no modifica en nada lo que teníamos planeado, sólo hay posibilidad de que se mejore la política comunicacional de los cambios.
- ¿Es Valdés lo que faltaba para mejorar expectativas privadas?
- Es una persona con mucho prestigio y capacidad comunicacional con entidades que conoce muy bien, como el Banco Central y la banca de inversión. Eso facilita la comunicación de las políticas, no así hacer las políticas públicas.
- La presidenta anunció que en septiembre se inicia la discusión para cambiar la Constitución. ¿Generará esto mayor incertidumbre en el sector privado?
- No. Desde el punto de vista de la importancia para el rating soberano, es una discusión que se sabía que se iba a dar en Chile en medio del último proceso electoral y que es común en varios de los países que analizamos. La discusión se puede dar en ámbitos de lo razonable y no esperamos que esto genere un problema de gobernabilidad.
- ¿Los casos Penta, SQM y Caval pueden afectar el rating del país?
- No, independiente de que obviamente son temas importantes. Pero no son cuestiones que en sí mismas puedan llevar a un cambio en la calificación. Ahí, el impacto es que los hechos se dan en un momento en que el gobierno necesita generar confianza al sector privado y que acompañen las políticas para una recuperación económica. Hechos como estos dificultan llegar a eso. Pero la fortaleza institucional de Chile permite que estos casos se sepan y se traten correctamente.
- ¿Qué importa más para el inversionista extranjero? ¿Los escándalos o las reformas en curso?
- En ningún país del mundo es bien percibido por el sector privado que le suban los impuestos. Y un alza de 3% del PIB es muy significativa. La seriedad de las instituciones en Chile llevaron a este gobierno a proponer una reforma educativa muy significativa, pero al mismo tiempo esa propuesta vino de la mano del financiamiento para que no se afecte la sustentabilidad macroeconómica. Vemos como positivo ese aspecto pese a que tiene un impacto negativo en la economía en el corto plazo y pese a que obviamente iba a generar ruidos políticos y económicos.
Gabriel Torres, vicepresidente senior officer credit de la clasificadora Moody´s: "La presidenta busca cambiar las caras pero mantener el rumbo"
- ¿Es preocupante la situación económica hoy en Chile?
- Vemos al país con un crecimiento un poco menor en comparación al potencial, pero para 2016, 2017 y 2018 debiera empezar a repuntar nuevamente.
- ¿Cómo ven la situación fiscal?
- No vemos ningún riesgo. Chile tiene muy bajos niveles de deuda, tiene ahorros, reservas y acceso a los mercados. Pero la situación cambia si se acumulan déficit de 3%-4% del PIB por varios años.
Por ahora, no vemos eso en nuestro escenario.
- ¿Se da un giro hacia el centro con el cambio de gabinete?
- Por ahora, vemos el cambio de gabinete con un efecto neutro en la clasificación. Una preocupación sería si hubiera un cambio fundamental de política económica. Por decir algo, que entre un nuevo ministro y el déficit fiscal pase a un 4% ó 5% del PIB. Eso sería algo muy negativo.
En este momento, no vemos un cambio. Lo que ha dado a entender la presidenta es que se busca cambiar las caras pero mantener el rumbo. Hay una percepción de problemas de confianza en Chile, en ese sentido si el nuevo ministro mejora la confianza excelente, pero la realidad es que la economía chilena está sujeta a vaivenes internacionales.
- ¿No ven un giro de moderación en las reformas?
- Algunas de las reformas más importantes ya se han aprobado. No he visto que haya ningún plan de cambiar las reformas que ya se han aprobado, como la fiscal y la educacional. En ese sentido, esperamos una continuidad de lo que se empezó, tal vez con diferentes líderes frente a este proceso.
- ¿Es Rodrigo Valdés la pieza faltante para dar mayor certidumbre al mercado?
- No tenemos una opinión sobre cuál es mejor o peor ministro. Nosotros lo miramos en relación a si habría o no un cambio en la percepción de quienes invierten en Chile. Si eso mejora la economía, perfecto, pero no podemos señalar de antemano si es positivo o negativo el cambio de ministro.
- ¿Cómo han visto los últimos escándalos (Penta, Caval y SQM)? ¿Podrían afectar la nota soberana?
- No, la única manera de que hubiera un riesgo es que esto generara complicaciones para implementar políticas públicas. Pero aquí vemos que las instituciones están funcionando como deben hacerlo, hay denuncias e investigaciones. Que se investiguen a líderes políticos es algo que se da en todos los países del mundo. Las instituciones están respondiendo adecuadamente.
- ¿Las reformas en curso son más relevantes para los inversionistas extranjeros, por sobre los últimos escándalos?
- Completamente, al inversionista extranjero sí le importa las condiciones en las cuales pueden invertir en un país, eso es muy importante.
- ¿Debería afectar las expectativas privadas el anuncio de la presidenta de iniciar en septiembre un proceso constituyente?
- No he visto los detalles. Tendríamos que saber más, pero mi confianza sobre Chile va más allá de lo que pueda proponer o no un presidente. Lo importante es el sistema en su conjunto, que ha demostrado tener estabilidad.
Ahora, si se habla de cambiar la Constitución de manera radical, ahí lo veremos.
Shelly Shetty, senior director de FItch Ratings: "Ajuste parece estar destinado a vigorizar agenda del gobierno tras caída en popularidad"
- ¿Qué efectos debiera generar el cambio de gabinete en el rating soberano?
- Esto no anticipa un cambio significativo en la política económica y parece estar destinado a vigorizar la agenda del gobierno después de la caída de la popularidad de la presidenta.
- ¿Es la llegada de Rodrigo Valdés a Hacienda la pieza faltante para mejorar las expectativas del sector privado?
- No pensamos que el cambio represente un giro significativo en la política económica y fiscal. El nuevo ministro de Hacienda es un experimentado economista y esperamos que el gobierno continúe el marco de política fiscal basado en normativas, incluyendo una progresiva consolidación fiscal destinada a lograr un balance fiscal estructural para 2018.
- ¿Se da un giro hacia el centro en lo relativo a las reformas?
- Todavía está por verse si este cambio va a reenergizar los esfuerzos del gobierno para legislar las planeadas reformas laboral, educacional y constitucional.
- ¿Qué efectos en el sector privado podría generar el anuncio de una reforma constitucional a partir de septiembre?
- Dado que el contenido de la reforma a la Constitución aún no es conocido y será formulado a partir de una consulta con el público, es muy temprano para señalar que puede tener alguna implicancia en el rating soberano. La fortaleza de las instituciones en Chile son un factor clave que da sustento a su rating, así que estaremos atentos para ver si algunos de los cambios propuestos a la Constitución pudiera tener implicancias materiales para el marco institucional del país.
- ¿Cómo ven que las instituciones están reaccionando a escándalos como Penta, Caval y SQM?
- Una de las fortalezas crediticias de Chile son sus fuertes estándares de gobernanza en relación a sus pares, los cuales se reflejan en credibilidad y consistencia de sus políticas públicas a lo largo de los años. No vemos que los actuales casos de corrupción puedan ser materialmente dañinos para la fortaleza institucional de Chile en este momento.
Por una parte, estos casos han expuesto algunas debilidades institucionales, pero por la otra pueden demostrar la habilidad de las instituciones chilenas para mantener la credibilidad pública y llevar a cabo reformas en donde se necesite.
- ¿Qué importa más para los inversionistas extranjeros: las reformas en curso o los últimos escándalos?
- Vemos el amplio esfuerzo de reformas en Chile como neutral para la perspectiva crediticia de mediano plazo. Las potenciales ganancias de productividad por la reforma educacional podrían materializarse en un horizonte de largo plazo. Reformas políticas podrían aumentar la credibilidad del público y la legitimidad democrática del marco político y electoral de Chile.