Furche: “Gran Bretaña y Chile tendrían que renegociar bilateralmente las condiciones de intercambio comercial”

En medio de la inestabilidad y la incertidumbre que tendió a instalarse en los mercados alrededor del mundo a raíz de la próxima salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit), el ministro de Agricultura, Carlos Furche, llama a los exportadores chilenos a la calma.

Si bien reconoce que el Brexit no es positivo tanto a nivel externo como interno, señala que nuestro país está preparado para hacer frente a los cambios. “La buena noticia es que tenemos tiempo para adaptarnos de la mejor manera posible al nuevo escenario, ojalá en condiciones que no dañen nuestro vínculo económico y comercial con Gran Bretaña”, detalla el secretario de Estado.

- ¿Cuál es su mensaje para los exportadores en general y en especial los del mundo agrícola?

- Tienen que estar tranquilos, por supuesto, pero esta es una situación a la cual le tenemos que hacer un seguimiento muy, muy estrecho, tanto el sector público como el sector privado, porque evidentemente esto no es una buena noticia.

Aunque los impactos desde el punto de vista comercial sean acotados y reducidos, de todas maneras esto significa agregarle inestabilidad a la economía internacional.

En términos cambiarios, esto puede tener importancia, la libra esterlina se ha depreciado en torno a un 10% respecto al dólar solo desde el jueves hasta ahora, esos son los fenómenos que hay que seguir con atención.

Efectivamente, desde la perspectiva de Chile este es un hecho lamentable y habrá que buscar adaptarnos de la mejor manera posible, pero tenemos tiempo.

- ¿Cuáles son los probables efectos en términos de relaciones comerciales? ¿Chile deberá renegociar los acuerdos vigentes a raíz de esta nueva situación?

- Chile tiene en vigencia desde el año 2003 un tratado de libre comercio (TLC) con la Unión Europea, de la cual Gran Bretaña todavía es parte. Nuestras relaciones comerciales con Gran Bretaña están normadas por ese TLC y esa es una de las incógnitas que aún no están resueltas en su metodología de resolución.

Lo único que está claro es que Gran Bretaña tiene que notificar a la Unión Europea su decisión de retirarse, luego viene un proceso que podría durar dos años en los cuales uno de los principales puntos a negociar será justamente el tratamiento que la Unión Europea le va a entregar al Reino Unido desde el punto de vista comercial.

Una hipótesis es que simplemente se extienda los beneficios y compromisos que tiene la Unión Europea con terceros países al Reino Unido, pero a mí personalmente me parece que eso poco probable.

Si no se extienden en algún momento, Gran Bretaña y Chile tendrían que renegociar bilateralmente las condiciones de intercambio comercial.

“Hay que estar tranquilos”

- ¿Cuáles son los productos con mayor vulnerabilidad?

- En el caso del sector agroalimentario, el total de las exportaciones a la Unión Europea es US$ 3.500 millones y de ellos, entre US$ 550 millones y US$ 600 millones van al Reino Unido, envío de alimentos y forestales.

El producto más importante que exportamos a la Unión Europea es el vino, que está entre los top five de mercado de destino de los vinos chilenos, en torno a US$ 150 millones o un poco más, el 33% de los vinos que exportamos a la UE van a Gran Bretaña, pero creo que no hay que adelantarse.

Efectivamente, aquí habrá un proceso de negociación, pero felizmente las exportaciones chilenas tienen la posibilidad de diversificar mercados, ya que la red de acuerdos comerciales es muy grande, no solo con el resto de los 27 países de la Unión Europea sino con los países asiáticos.

De todas formas, es un tema del cual habrá que preocuparse una vez que en la Unión Europea se establezca con claridad cuál es el mecanismo que van a adoptar para renegociar su vínculo con Gran Bretaña.

El hecho que se salga de la UE no significa que se rompen todos los vínculos.

- ¿Los exportadores se han puesto en contacto con usted por este tema?

- Hasta ahora, no. Esto ocurrió recién el jueves, vamos a conversar pronto seguramente. Tenemos un consejo público privado de exportadores de alimentos y uno de los temas que vamos a conversar en la próxima reunión, que va a ser a más tardar en la primera quincena de julio, es justamente esto.

A mí me parece que hay que estar tranquilos porque cualquier efecto va a demorar varios años en hacerse presente, pero al mismo tiempo hay un cambio de escenario del cual hay que hacerse cargo.

- ¿Qué se puede hacer mientras, aparte de monitorear la situación, hasta que se tengan novedades? ¿Qué pueden hacer los exportadores, los agricultores?

- Los exportadores chilenos tienen que estar en colaboración, en diálogo permanente con sus importadores en Gran Bretaña, me parece que esa es la primera medida que hay que tomar. Luego, están todos los canales diplomáticos correspondientes.

Chile tiene embajada en Reino Unido, tiene una agregaduría comercial, en el caso de la Unión Europea tienerepresentación diplomática, agregados comerciales y agrícolas. Porque la única manera de ir resolviendo esto es con un diálogo político y técnico del mejor nivel posible, es decir, involucramiento tanto del sector privado como de las autoridades tanto a nivel diplomático y político.

“No hay impacto severo sobre nuestro comercio”

- ¿Cuáles serán los pasos a seguir por parte del gobierno?

- Lo primero que vamos a hacer es evaluar la situación, pero insisto, esto no provoca un impacto severo sobre nuestro intercambio comercial.

En el caso del sector alimentos, el producto más importante es el vino, hay algunos frutos también, pero felizmente tenemos otros mercados posibles.

Además, la situación arancelaria no va a cambiar de manera dramática, porque desde el punto de vista agrícola Inglaterra es de los países menos proteccionistas de la Unión Europea.

Cuando negociamos el acuerdo hace más de diez años, desde el punto de vista agrícola nuestras mayores dificultades estaban con países del sur de Europa, Francia, Italia, España, más que con países como Inglaterra o Alemania.

Me parece que esto permite ser relativamente optimistas en el sentido que desde el punto de vista de los alimentos, no vamos a tener una mirada muy proteccionista por parte de las autoridades de Reino Unido, ya que no son productores, a excepción de la ganadería.

Brexit se toma cita de ministros de la Alianza del Pacífico

por sebastián valdenegro toro

La inesperada salida del Reino Unido de la Unión Europea (el denominado Brexit) será parte importante del análisis que realizarán los ministros de Finanzas de la Alianza del Pacífico (Chile, Perú, Colombia y México) en el marco de la XI Cumbre del bloque a realizarse esta semana en Puerto Varas.

Ayer, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, se reunió con los miembros del Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico (CEAP), Jorge Errázuriz, Juan Pablo Swett y Fernando Alvear, para abordar los principales tópicos que se desarrollarán en la cita, entre los cuales destacó la integración financiera y la profundización de la apertura comercial en circunstancias en que el escenario internacional es más complejo debido al Brexit, lo cual podría impactar el comercio con el Reino Unido.

"En momentos en que Europa discute sobre desintegración, nosotros discutimos sobre integración. Eso es muy importante como una señal de unidad para un país pequeño. Es muy importante que el mundo sea abierto y esta es una puerta de entrada al mundo que nos da muchas posibilidades", aseguró.

Valdés señaló que es "muy pronto" para dilucidar el impacto en el comercio entre Chile y el Reino Unido que generará el Brexit, agregando que en el corto plazo "no deberían verse cambios", pero que en el largo plazo "podrían implicar negociaciones" de nuevos tratados de libre comercio al encontrarse el Reino Unido fuera de la UE.

No obstante, la autoridad recordó que Chile exporta sólo 1% de su total hacia dicho destino.

"Por lo tanto, los efectos de esto debieran ser acotados en la medida que el mundo resista bien esta volatilidad. Hoy (ayer) fue un día mejor en las bolsas y eso hace pensar que se está comenzando a absorber, pero es algo que tenemos que mirar", aseguró.

El ministro de Hacienda descartó que el Brexit pudiese condicionar la discusión presupuestaria, que se iniciará a partir del 30 de septiembre con el envío del proyecto de ley al Congreso.

Más bien, señaló que la guía para la elaboración del texto será la regla fiscal.

"Eso significa que para el próximo año queremos mejorar nuestro balance estructural en un cuarto del punto del PIB y esa es la guía. El Brexit lo que hace es poner más volatilidad en el mundo, pone la lupa en países que tienen más desórdenes. Por suerte nosotros tenemos una macroeconomía ordenada y eso nos hace más resilientes a estos shocks", destacó la autoridad.