La DC se sorprende ante renuncia pero valora la definición del sucesor
En el falangismo esperan que esta sea una oportunidad para un cambio de rumbo.
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La sorpresa recorrió ayer las filas de la Democracia Cristiana (DC) luego de conocerse la renuncia de Jorge Burgos, uno de sus máximos representantes en el gabinete a través del Ministerio del Interior. Esto, pese a que hace meses se comentaba que el ex diputado podría dejar el gobierno y que incluso hace algunas semanas había dado señales de que estaba cansado físicamente.
Cuando se conoció la dimisión, la directiva de la colectividad -encabezada por la senadora Carolina Goic- se encontraba en La Moneda en una reunión de coordinación y fue uno de sus vicepresidentes, el diputado Matías Walker, quien confirmó la salida de su camarada.
Más tarde la timonel, también en los patios de palacio, agradeció la gestión de Burgos y, al mismo tiempo, la designación de Mario Fernández, otro hombre DC como su sucesor.
“Esta es una decisión de la Presidenta donde cuenta con todo el respaldo, fuera quien fuera el nombre que hubiera señalado”, dijo la timonel falangista.
Sus palabras no trasuntaron otra cosa que el hecho de que ni Burgos ni la presidenta Bachelet consultaron con el partido ni la salida del ex titular de Interior ni su posible reemplazo, que habría surgido de entre una serie de nombres que propuso el propio ex secretario de Estado.
Un tema no menor en la colectividad, pero que contrarrestó la tranquilidad desde el punto de vista de que conservan el poder al interior del gabinete.
Y si bien el discurso oficial del partido es que Burgos dejó el cargo por motivos de salud -como él mismo lo ratificó-, existe la sensación de que su estado físico responde a la suma de una serie de situaciones que se venían suscitando desde comienzos de año, entre ellas las dificultades para ordenar al oficialismo y al propio gobierno.
En este sentido, para el jefe de la bancada de diputados de la DC, Fuad Chahín, “este es un momento difícil, pero hoy día el gobierno tiene que tomarlo como una oportunidad de hacer los ajustes necesarios y no hablo sólo de nombres, sino que de la manera en que se está ejerciendo el rol y como se está generando una coordinación política”.
En la otra cara de la historia, la interpretación que se hace del ingreso de Fernández es que la mandataria tiene la disposición de moderar la línea política en lo que resta del gobierno. Las visiones apuntan a que se le ha hecho “un guiño” a la Concertación y, finalmente, al ex presidente Ricardo Lagos, dada la postura más conservadora del nuevo ministro y la cercanía que éste cultivó mientras fue ministro durante su administración.
A partir de ahora, las mayores dudas al interior de la DC se fundan en la carencia de vida partidaria del nuevo ministro, aspecto que lo distancia de un Burgos cercano a todos los sectores dada su activa participación en la colectividad y su paso por el Congreso.