Por Rodolfo Carrasco M.
El llamado por algunos “nuevo proyecto de medicamentos 2.0”, que busca a autorizar la venta directa de remedios en el comercio, se encuentra en su etapa final de redacción y será presentado en los próximos días en la Cámara de Diputados. Lo anterior será el segundo intento del gobierno por lograr respaldo a la normativa que hace un par de meses, cuando en medio del debate y antes de ser votada en la Cámara Baja, fue retirada por el Ejecutivo en forma sorpresiva ante el peligro de que fuera rechazada.
Los cuestionamientos de diputados médicos de la oposición e incluso de algunos parlamentarios de la Alianza obligaron al ministro de Economía, Pablo Longueira, a sacar de la tabla el texto y ahora será repuesto. Según dicen en dicho ministerio con una iniciativa que posee “mayor información, mejor fiscalización y mejor contenido normativo”.
El contenido de la nueva propuesta al que tuvo acceso DF, en lo central busca “autorizar el expendio de medicamentos que cuenten con registro sanitario vigente otorgado por el ISP en el cual se haya determinado que estos sean de condición de venta directa en establecimientos comerciales que cumplen los requisitos que impone esta ley y el reglamento de la misma”.
El expendio de medicamentos se deberá realizar “en un lugar especialmente destinado para ello, dentro de cualquier tipo de establecimiento comercial sea farmacia, almacén farmacéutico, supermercado, pero que tenga una lógica adecuada de conservación y almacenamiento de los productos”.
Se precisa que el expendio deberá ser en una repisa, dispensador, góndola o todo lo que permita el acceso directo a público, de modo tal que “no exista intermediación que evite que la decisión de consumo sea intervenida en su voluntad por parte de un tercero, sea funcionario o químico farmacéutico”.
Uno de los cambios importantes en relación al texto original es que “los medicamentos deberán presentarse en envases que luzcan en el exterior toda la información necesaria para adoptar la decisión de compra”.
En el Ministerio de Economía explican que además, “queremos que los envases sean sellados mediante mecanismos que eviten la manipulación por parte de infantes y que impidan fraccionar las dosis”. La información de los envases debe contener “normas sobre su uso, dosificación, condiciones de seguridad en el caso de sobre consumo; de modo tal que la persona que lo haga tenga conciencia que es un medicamento”.
Sobre materias propias de los establecimientos se mantiene la norma que sean autorizados por las Seremi de salud y esta misma autoridad le corresponde control, fiscalización y sanción, acordé a la lógica de fiscalización actual. Los mismos Seremi tendrán que recabar información relativa a las intoxicaciones que se encuentran en sus regiones y enviar un escrito al Ministerio de Salud para que se investiguen esos hechos experimentados por productos farmacéuticos.
En cuanto a entregar más información, se establece que existan infografías en los lugares donde se expenden medicamentos en forma directa “donde en texto claro exista una advertencia sobre el consumo de los medicamentos” afiche, letrero, pendón que tendrá un formato determinado por los ministerios de Salud y Economía. Esa información será obligatoria para todos los locales que expendan directamente, incluidas farmacias. “Lo que sucede es que cuando esta ley rija los medicamentos de venta directa van a pasar a estar frente al mesón”, de ahí que se justifica la medida.
Adicionalmente, el proyecto señala que se establece “una forma de comunicación rápida y expedita con el Ministerio de Salud en el caso de consumo y venta de medicamentos, que atienda un químico farmacéutico y oriente sobre lo que uno compró, si tiene alguna duda”, aunque se precisa que eso ya existe y se llama Salud Responde, pero en el texto se masifica “ese fono debe estar en un lugar visible a público en todos los locales”.