Después de cinco periodos consecutivos en la Cámara de Diputados, a la que llegó en el año 1994, el senador gremialista Iván Moreira aterrizó en el Senado el 2014, en representación de la Región de Los Lagos.
En esta conversación con Diario Financiero él mismo reconoce que con el tiempo se adecuó a la Cámara Alta, que es diferente a como funciona la de diputados, ya que en la primera se practica el respeto mutuo, se trabaja mucho, porque sólo cinco senadores integran las comisiones, y, hay que estudiar a conciencia los temas. También es, esencialmente, un lugar donde se reflexiona y se llega a acuerdos, señala.
Respecto del presidente electo José Antonio Kast, Moreira comenta que compartió con él en la Cámara Baja, donde “tuve una muy buena relación con él”, aunque “después tuvimos diferencias en lo político”, pero hace un mea culpa al respecto, porque “en mis críticas se me pasó un poquitito la mano, por no decir se me pasó harto la mano. Pero hoy día veo una persona muy cambiada, muy de acogerlos a todos”.
En esta conversación con DF, Iván Moreira analiza lo que ocurrió en Chile Vamos en la elección presidencial, en el mismo tono moderado –muy distinto del que mostraba en la Cámara Baja- que lo ha llevado a ser presidente accidental del Senado estas últimas semanas. Y lo que espera para los próximos cuatro años, asegurado que el Gobierno del Presidente Gabriel Boric “va a ser el peor de las últimas décadas”.
-¿Hay alguna autocrítica respecto del apoyo de su partido a Evelyn Matthei?
-A estas alturas, en que salimos en quinto lugar, creo que las autocríticas hay que hacerlas con mucha reflexión. ¿Qué nos pasó y por qué fuimos derrotados? No supimos leer verdaderamente a toda la ciudadanía, a nuestro sector, y eso tuvo sus efectos en la votación, porque es duro haber perdido frente a Parisi y a Kaiser. Entonces, como Chile Vamos, tenemos que replantearnos las cosas. No se trata de crear nuevas coaliciones por un fracaso como el que ha ocurrido. Después de la reflexión, con el tiempo se verá qué es lo que vamos a hacer como Chile Vamos. Por el momento estamos en etapa de colaborar, como UDI, en todos los temas que la gente piensa que son importantes y que son el eje de un gobierno de urgencia.
-¿Seguridad, por ejemplo?
-Como la seguridad, porque creo que la seguridad pública es la clave; el empleo, la migración irregular, el crecimiento económico… Todos los problemas de Chile no se van a solucionar en cuatro años, pero sí el Gobierno del presidente Kast puede dejar una huella para que los futuros gobiernos consoliden lo que se haga en estos cuatro años. Por eso es que tenemos que ser muy responsables, mesurados y tener madurez para sacar adelante un gobierno que va a estar expuesto a una crítica despiadada de la futura oposición.
-A propósito de ser mesurados, ¿crees que actitudes como la de la motosierra es mesurada, fue buena idea?
-Yo diría que esas cosas son anécdotas y todos los presidentes tienen, en determinados momentos, algunas acciones mediáticas, pero no se puede juzgar al futuro gobierno, porque el presidente Kast se haya sacado una foto con Milei con la motosierra. Es una cuestión de humor político entre ambos presidentes por los estilos que tienen.
“El éxito del próximo gobierno pasa indudablemente por el Congreso”
-¿Qué espera, en lo personal, del próximo gobierno?
-El éxito del próximo gobierno pasa indudablemente por el Congreso. Y, más allá de la composición de la Cámara de Diputados, espero que el Senado siga siendo un espacio de encuentro, teniendo absolutamente claro que la derecha no tenemos mayoría absoluta y que el gobierno va a tener que elegir si llegamos a acuerdos con los independientes o con la izquierda para sacar adelante las prioridades. En ese sentido, el gobierno de emergencia tiene que buscar fórmulas para construir mayorías, de lo contrario, vamos a enfrentar inconvenientes, al menos en el Senado. Por eso tenemos que tener la capacidad de atraer a los independientes que pueden inclinar la balanza para que el gobierno pueda sacar sus proyectos.
-En ese contexto, ¿ya se está negociando para alcanzar un acuerdo en torno a la mesa del Senado?
-La presidencia del Senado es muy relevante, en la medida que ayude a dar gobernabilidad. Ahora, los nombres y las supuestas negociaciones son sólo especulaciones, porque no hay nada definido. Todavía no hay negociaciones, son conversaciones de pasillo. Yo espero que se busque la mejor solución. Ahora, lo ideal -insisto- sería construir mayoría con los independientes.
-Entonces, ¿descarta un acuerdo con la centroizquierda?
-A ver, lo ideal sería lo que te acabo de decir. Pero si eso no fuese así habrá que buscar otros caminos. Esos caminos de acuerdo tienen que darse en base a conversaciones que no se han dado todavía. O sea, hoy día no hay, no hay un eh. No, no existe ninguna negociación formal con la izquierda. Porque lo primero que tenemos que hacer, antes de estar conformando una mesa, tenemos que pensar en los nuevos parlamentarios que vienen.
-Arturo Squella decía en una entrevista a DF que el próximo periodo legislativo será más tranquilo de lo que todos piensan, ¿qué opina usted?
-Hay muy buena fe en las expectativas de Arturo Squella, pero yo veo, de parte de la izquierda, bastante animosidad con el futuro gobierno y que no va a haber luna de miel. A los tres meses de gobierno va a haber una movilización de todos estos sectores que se frenaron por ser parte del Gobierno, exigiendo lo que su propio Gobierno no hizo.
-El presidente del Partido Republicano se refería al ambiente en el Congreso.
-Es que el ambiente en el Senado es muy distinto al de la Cámara de Diputados; en el Senado siempre hay un ambiente de respeto, pero puede haber personas nuevas que tengan el estilo de la Cámara, aunque al cabo de un tiempo de que uno llega al Senado diría que se encuadra, por decirlo así, en el trato que existe en el Senado.
-En materia legislativa, ¿qué proyectos de la actual administración que queden para el próximo periodo debieran avanzar y cuáles no?
-Los proyectos que han generado polémica, obviamente se tendrían que modificar, porque no gustan en la forma. La idea de una sala cuna es muy importante y es un proyecto que nació en el gobierno del presidente Piñera, pero hay que modificarlo casi completamente. El FES como quieren llevarlo adelante tampoco es una buena alternativa. Entonces, se van a analizar y si alguno tiene alguna posibilidad de aprobación, bueno, se harán las indicaciones… Pero hay proyectos que definitivamente no vamos a llevar adelante, como la negociación ramal, ese por ningún motivo va a tener los votos en el Senado.
“Cuando se llega a la Presidencia de la República, lo que se haya dicho en el pasado se cambia con los hechos y los hechos van a ser que se llegue a acuerdos”
-¿Cuál es su evaluación del actual Gobierno?
-El Gobierno del presidente Boric, lamentablemente, ha sido el peor gobierno que hemos tenido en estas últimas décadas. Por inexperiencia, porque se polarizó el país, porque se ideologizó absolutamente todo, con posturas que de alguna manera golpearon a una sociedad que era mucho más conservadora. Puede ser que este Gobierno tenga un legado para la izquierda dura, pero para la mayoría del país no tiene legado.
-¿La reforma de pensiones no es su legado?
-La reforma de pensiones fue un paso importante, muy criticado por ciertos sectores, pero que, en la práctica, el tiempo va a demostrar que el paso que dimos fue un paso firme, porque de lo contrario, si como Chile Vamos no hubiésemos llegado a acuerdo, hubiesen pasado otros diez años más para hacer algo por los jubilados.
-Insisto en la pregunta entonces, considerando que la reforma de pensiones pasó por el gobierno de Bachelet, el de Piñera sin avanzar y el actual logró sacarla adelante, ¿podría ser el legado de Boric?
-Es una de las cosas importantes que llevó adelante, pero para hablar del legado es un cúmulo de proyectos, de acciones, de actitudes de Estado, no es sólo un proyecto de ley, es una reforma importante para el país que se valora, que fuimos capaces de llevarla adelante aunque le duela a un sector de la derecha económica.
-¿Es posible trabajar y coincidir con ese sector al que se refiere?, porque usted habla del Partido Republicano y el Nacional Libertario.
-Lo que pasa es que como ha dicho el presidente electo, su gobierno va a ser un gobierno de urgencia y eso significa que nos llama a todos a actuar con mucha responsabilidad, que tiene que traducirse en acuerdos y tratar de compatibilizar las cosas. Los empresarios son muy importantes, pero la gente está cansada de que no escuchen sus prioridades. Entonces, el legado que puede dejar el presidente electo es que en su gobierno se logre atajar los niveles de delincuencia y crimen organizado; el crecimiento y la generación de 1 millón de empleos y que en momentos difíciles le dio gobernabilidad al país. Yo diría que ese sería un verdadero legado. Pero para llevar adelante todas esas cosas se necesita llegar a acuerdos también con la futura oposición.
-Una de las cosas que se le ha criticado a Kast es su falta de capacidad de llegar a acuerdos, ¿qué piensa usted?
-Es que cuando se llega a la Presidencia de la República, lo que se haya dicho en el pasado se cambia con los hechos. Y los hechos van a ser que se llegue a acuerdos, si es el presidente de todos los chilenos, y el jefe de Estado tiene la obligación de llegar a acuerdos. Y no me cabe la menor duda que su gobierno va a sorprender.