Por Rodolfo Carrasco M.
Un complejo escenario enfrenta la discusión del proyecto de ley que masifica la factura electrónica, pero que a su vez reduce el impuesto de timbres y estampillas a 0,2%, junto con otras normas tributarias que a juicio de la oposición, hacen ver que el texto debe ser analizado con detenimiento por las implicancias que la normativa podría tener en desmedro de las PYME.
Cabe señalar que el proyecto presentado la semana pasada, ya fue expuesto por el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, ante la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, donde se conoció que la norma además incluye una modificación a la doble tributación internacional y cambios al sistema de responsabilidad social empresarial.
El diputado Pepe Auth (PPD) señaló que “parece que al gobierno le picaran las manos cuando tiene más recursos, porque la explicacion que da a la decisión de acompañar el compromiso de la factura electrónica que venía del debate del ajuste tributario, era que generaría US$ 400 millones y como los cálculos actuales es que genera
US$ 600, parece que hubiera un prurito de que el próximo gobierno tuviera más recursos y en consecuencia, decidieron restarle los US$ 200 a través de una rebaja tributaria cuyo beneficio está en los hechos focalizado en las grandes empresas. Nosotros aceptaríamos una rebaja pero focalizada en las PYME”.
En la misma línea, el diputado Carlos Montes (PS) señaló que “el gobierno tiene una técnica legislativa que es aprovecharse de circunstancias, aquí el acuerdo era que se incorporaba la factura electrónica, ahora dice que son US$ 600, pero como es tanto pide descontemos el impuesto de timbres, pero en un 80% es un beneficio para las grandes empresas, y lo que decimos es que esto está mal diseñado, si quieren lo hacemos pero para las PYME”.
Dijo que a su vez “se incorpora una cuestión al menos discutible, se plantea una suerte de franquicia tributaria media confusa para las empresas que cumplen funciones de responsabilidad social empresarial, ¿por qué vamos a tener que generar otro estímulo más allá de todos los que existen? ¿otra franquicia tributaria? Eso también es letra chica que hay que aclarar, son agregados del gobierno de dudoso fundamento técnico”.
En tanto, el presidente de la comisión de Hacienda Miodrag Marinovic (IND) informó que “este es un proyecto que tomará su tiempo, si bien es positivo avanzar en una factura electrónica en todo el país. Aceptamos que el ministro expusiera, pero vamos a tomarnos todo el tiempo necesario, no podemos cometer errores y actuaremos con prudencia”.
Adelantó que “estoy a favor de la rabaja del impuesto de timbres y estampillas, eso es razonable, beneficia a todos los deudores en general, pero principalmente a los pequeños deudores de tarjetas de créditos y pagarés de créditos de consumo”. Sobre la norma de RSE dijo que “esa es una sorpresa, un conejo bajo la manga que debemos analizar”.
Por su parte, el diputado Ernesto Silva (UDI), manifestó que “estoy de acuerdo con la rebaja del impuesto de timbres y estampillas, es una buena señal, el gobierno había tomado un compromiso de aumentar la recaudación con la factura electrónica y ha cumplido, incorporándo otros elementos”.