Presidente Piñera arremete en defensa de los datos del Censo 2012

Por Claudia Betancourt



En medio del debate por las opiniones contradictorias entre los expertos internacionales, que recomendaron no repetir el Censo, y la comisión de expertos locales que sugirieron realizar un nuevo dada la alta tasa de omisión, ayer el presidente Sebastián Piñera salió al paso y defendió los datos del Censo 2012.

Sobre ambos informes, en una entrevista en Radio Pudahuel, el mandatario manifestó que a pesar de los problemas que podría haber presentado, los resultados pueden ser usados, acogiendo la versión internacional.

“Los expertos chilenos dicen que el Censo tiene problemas y tienen razón, pero por otro lado, los internacionales dicen que se pueden utilizar los datos. No es perfecto, pero con algunas correcciones es útil y válido, y no tiene ningún sentido tirarlo por la borda”, adelantando su postura sobre el tema.

En ese sentido, explicó que “lo que dice la comisión internacional es que hubo problemas que se pueden corregir. Pero en comparación con la de otros países, la comisión internacional, que son expertos -recalca- dice que el Censo en Chile sí sirve, sí es útil, y por lo tanto, sí se puede poner a disposición de todos los chilenos”.

El presidente subrayó que “un Censo es una cosa muy difícil y que todos tienen errores y problemas”.

En ese sentido, hizo hincapié en que “si comparamos el que se hizo en Chile con el ideal, es como comparar cualquier cosa contra un ideal”.

Respecto a la cantidad de habitantes, el presidente dijo que el Censo mide las características de los chilenos pero no la cantidad, el cual se toma tras un proceso que toma en cuenta variables como nacimientos y muertes, el que también se conocerá. “Algunos creen que somos 16 millones, yo creo que somos más de 17 millones”.

Conciliación en febrero 


Desde La Moneda se plantea que más allá de lo que señalan ambas comisiones, lo más importante es que existen más coincidencias que diferencias. Es más, defienden que ambos informes lleguen a una misma conclusión: que la base censal están intacta, es decir, que los 15 millones y fracción están intactos, y que por lo tanto, sirve para implementar políticas públicas.

Frente a este argumento, en el gobierno consideran que no es necesario realizar un nuevo Censo, a lo que se suma el costo que esto implica.

La candidata de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, ya propuso -de salir electa- realizar un nuevo Censo en 2016. “En 2015 haremos un piloto y en 2016, el ejercicio del Censo, porque no sabemos cuántos somos realmente”, señaló la abanderada. Esta afirmación fue refutada por los expertos internacionales contratados por el INE, quienes precisaron que para que un nuevo Censo cumpla con los estándares internacionales, deben pasar a lo menos, cinco años.

El gobierno proyecta además, que el proceso de conciliación podría estar listo a mediados de febrero del próximo año, y que recién ahí se podrá saber cuántos chilenos son y cuál es la tasa real de omisión.

Un nuevo Censo

Con todo, los expertos nacionales, Osvaldo Larragaña del PNUD, y David Bravo de la Universidad de Chile, ratificaron lo que ya manifestaron en agosto pasado, en el sentido que se debe hacer un nuevo Censo en el menor plazo posible, pero asegurando su calidad.

“Más importante que el año específico es que se haga bien y que esta crisis sirva para que el INE salga fortalecido”.

Ambos precisan que los expertos internacionales no consideraron la tasa de omisión que es el que mide la efectividad de los entrevistados y que no existe un nivel que permita declarar que el proceso fue un éxito o un fracaso.

De hecho, estimaron una omisión de un 9,3%, que en algunas comunas llegan al 20%, y que es más alta en algunos grupos de la población.

El ministro del Interior, Andrés Chadwick, sostuvo que el gobierno estudiará cambios a la normativa de requisitos para la inscripción de las candidaturas independientes que permita una mejor fiscalización de manera previa a los comicios, luego de que se informara de eventuales irregularidades en la presentación de firmas de las candidaturas independientes a la Presidencia de Franco Parisi y Tomás Jocelyn-Holt.

El jefe de Gabinete precisó que "vamos a estudiar también si es necesario alguna norma que pueda permitir mejor fiscalización de lo que sucedió con estas firmas que no fueron debidamente regularizadas y creemos que ahí podemos dar un paso para que la fiscalización la tengamos previamente y no posteriormente a los actos electorales". En ese sentido, el ministro dijo que cualquier cambio al sistema se realizará una vez terminado el proceso de investigación que sigue el Ministerio Público.

"No está en riesgo la elección"

Respecto a que las denuncias pudieran afectar la participación ciudadana en la segunda vuelta, Chadwick sostuvo que por el contrario debiera ir más gente a votar porque "las dos candidatas que han pasado a la segunda vuelta no han tenido ninguno de estos inconvenientes ni se han visto envueltas en estas irregularidades. Por lo tanto, premiemos a quienes cumplen las normas y ellas las han cumplido al 100%".

En la eventualidad de que alguno de los dos candidatos involucrados en las irregularidades hubiera llegado a segunda vuelta, dijo que "la legislación da un plazo para hacer las impugnaciones a las candidaturas. Ese plazo ya venció", por tanto, descartó que esté en riesgo el proceso del 15 de diciembre.

Del mismo modo, Chadwick señaló que por ahora, se concentran los esfuerzos en que "lo que se tiene que estudiar es si por parte de los notarios que certificaron esas firmas existe o no alguna irregularidad en ello, y por los antecedentes que hemos conocido, da la impresión que sí", concluyó.

Según fuentes de Palacio, este tema debe estar radicado en la instancias jurídicas correspondientes y que sean estos quienes lo resuelvan de modo de no involucrar al Ejecutivo.