26,8% del PIB fue la deuda neta del gobierno central a junio.
Hay distintas métricas que dan cuenta de cómo se ha ido deteriorando la situación financiera del Estado, como por ejemplo el nuevo incumplimiento de la meta fiscal previsto para este año, en el marco de los antecedentes que entregó el Gobierno para diseñar la ley de Presupuestos 2026.
Otra de las señales en esta misma línea es la deuda bruta del Gobierno Central, que no considera por ejemplo a municipalidades, universidades ni empresas estatales, que al cierre del primer semestre volvió a alcanzar niveles no vistos desde el regreso de la democracia.
Según el informe trimestral elaborado por la Dirección de Presupuestos (Dipres), la deuda bruta representó un 42,8% del Producto Interno Bruto (PIB) al cierre del primer semestre de este año, una proporción no vista desde a lo menos 1990, cuando dicha relación alcanzó un 42,9% del tamaño de la economía.
Esto implica un aumento de 1,1 punto porcentual en relación al cierre registrado en marzo de este año y de la misma proporción si se compara con lo anotado en diciembre de 2024. De esta forma, el stock total de acreencias fue de US$ 148.279 millones, US$ 8.555 millones por encima del nivel del trimestre previo.
La cifra es mayor también al ratio de 41,5% informado por Dipres y el Ministerio de Hacienda con la ejecución presupuestaria al cierre del primer semestre. Esto se debe principalmente a que la ejecución no consideraba el cierre definitivo del PIB de las Cuentas Nacionales del Banco Central del período, lo que puede afectar la conversión peso a dólar.

De hecho, el monto total de las acreencias en pesos es idéntico entre el informe de ejecución y el de deuda bruta trimestral, liberado a fines de septiembre: $ 138.751.172 millones.
Mientras, el reporte de Ejecución Presupuestaria, desde 2014, utiliza para informar la deuda la estimación de PIB del Informe de Finanzas Públicas (IFP) más reciente. Por lo tanto, para reportar la deuda al segundo trimestre de este año se aplicó la proyección para 2025 del IFP del segundo trimestre de 2025. Y, por otro lado, el informe de Deuda Bruta del Gobierno Central utiliza desde 2013 el PIB correspondiente a los últimos cuatro trimestres, disponibles a la fecha de la publicación, que tienen como fuente las Cuentas Nacionales del instituto emisor.
Endeudamiento neto sube
Al analizar el cierre del stock de la deuda bruta al primer semestre, dicha proporción ya supera la proyección que tiene el Gobierno para el año en su conjunto.
En el IFP del tercer trimestre, que acompañó al Presupuesto ingresado al Congreso, el Gobierno anticipó que el ratio cerrará el año en 42,4% del PIB, un aumento de dos décimas respecto al reporte del segundo cuarto del año.
Según dicho reporte, el alza de la deuda proyectada estaba incidida por una expectativa de depreciación del euro y composición de la canasta de los bonos; lo anterior fue compensado por el aumento del PIB que mejora en relación con el informe anterior.
Ahora, considerando la deuda bruta, el Ministerio de Hacienda actualizó el nivel del endeudamiento neto del sector público.
En el período, las inversiones en activos financieros representaron un 16% del PIB, 0,4 punto porcentual mayor a lo registrado en diciembre de 2024. Así, el aumento de la deuda bruta como porcentaje del PIB implicó una posición deudora neta del Gobierno Central equivalente a 26,8% del PIB, mayor al al 26% del PIB de diciembre de 2024.