El Consejo del Banco Central se ajustó a las proyecciones de los expertos y en su reunión de política monetaria decidió, por séptimo mes consecutivo, mantener la tasa de interés en 3,5%.
En cuanto al sesgo monetario no hay mayores cambios. El emisor dijo que para asegurar la convergencia de la inflación a la meta se requerirá continuar con la normalización de la política monetaria, "al ritmo implícito en el escenario base del IPoM más reciente".
No obstante, advirtió que "desviaciones significativas de la convergencia de la inflación" podrían modificar dicho ritmo.
En su comunicado, el emisor admitió que la inflación de de junio fue "algo" mayor que lo esperado, pero que su trayectoria se inscribe dentro de lo previsto en el IPoM.
También reconoció que los datos de actividad y demanda del segundo trimestre "confirman un crecimiento acotado" y que el mercado laboral sigue dando cuenta de un deterioro respecto de comienzos de año.
En su primera reunión de política monetaria post Brexit, el Central dijo que la principal novedad ha sido el limitado efecto de la salida del Reino Unido de la UE
"Las perspectivas de crecimiento mundial no han sufrido mayores variaciones y las expectativas de mercado apuntan a una mayor expansividad de la política monetaria en las economías desarrolladas", afirmó.