Un panorama nada alentador de cara a la reunión de política monetaria prevista para hoy realizó ayer la Gerencia de División Estudios del Banco Central.
En el reporte que elabora con los antecedentes de cara a la cita, el área advirtió que el mercado laboral continúa “deteriorándose”, a la par de una inversión cuyos fundamentos continúan “débiles”.
“Los datos conocidos desde la publicación del IPoM de junio han sido coherentes con el escenario base ahí planteado. El dinamismo de la actividad sigue bajo, pero en línea con lo esperado”, recalca el informe de la división liderada por Alberto Naudon.
Sobre el mercado laboral, el Central señaló que sigue observándose un panorama “más deteriorado” que hace unos meses, “pero que está en línea con lo previsto”. La desocupación subió a 6,8% en el trimestre móvil marzo-mayo, con un crecimiento más bajo del empleo y una masa salarial que volvió a reducirse en el margen.
En el ámbito de la demanda, el banco señaló que el consumo da cuenta de un dinamismo “levemente inferior” con respecto a meses previos. “Sus fundamentos continúan apuntando a un crecimiento algo más débil durante los próximos trimestres”.
Por el lado de la inversión, recalcó que las importaciones de bienes de capital tuvieron un crecimiento en mayo, pero que al restar el ítem de vehículos de transporte “las cifras permanecen en niveles bajos”.
“Las expectativas de empresarios (IMCE), excluyendo minería, se mantuvieron en la zona de pesimismo y registraron un leve repunte, en particular en el comercio y la industria”, señaló el BC.
Respecto al escenario de tasas, en el Central admiten que la expectativa del mercado “ha tenido cambios”, aplazando la concreción de alza de tasas hasta la segunda mitad del 2017 ó 2018, reduciendo -además- el número de las futuras alzas a una en un plazo de dos años, según la Encuesta de Operadores Financieros publicada ayer.
Sobre el escenario externo, la División Estudios advirtió: “Se debe reconocer que los efectos del Brexit sobre el panorama de crecimiento mundial son bastante inciertos, de modo que no se puede descartar que un deterioro más sistémico en Europa o, problemas financieros derivados de este evento, se traspasen hacia el resto del mundo”.