- ¿Sorprendido con la decisión del Central?
- El mercado estaba dividido. Ahora, yo esperaba que el Banco Central acumulara algo más de antecedentes. Los que hay en materia de actividad y demanda no eran concluyentes para que el Central subiera la tasa. En el mejor de los casos, el escenario externo se ha mantenido o deteriorado muy poco. No comparto que la creación de empleo y el crecimiento de los salarios sigan dinámicos. Veo un escenario de demanda que en 2016 continuará abriendo holguras. No encuentro que hubiese habido antecedentes suficientes para estimar que la situación inflacionaria estuviera completamente desalineada para requerir otra alza de tasa.
- ¿Influyó demasiado lo hecho el miércoles por la Fed?
- Sí, entiendo que el Central tenía algunos elementos para subir la tasa, como lo realizado por la Fed en Estados Unidos. Pero también había un tema de credibilidad, ya que el presidente y los consejeros habían señalado que se requerían alzas adicionales y graduales en la tasa.
Hay que considerar que la mayoría de los bancos centrales no se podrán desacoplar de lo que haga la Fed. En ese sentido, algo incide. Pero a través del comunicado el Banco Central chileno podría haber manejado esa situación sin subir la tasa, esperando algo más de antecedentes.
- ¿Cuánto espacio hay para mayores alzas en 2016?
- Si el Banco Central está siguiendo a la Fed y esta tiene contemplado tres o cuatro alzas adicionales en 2016, diría que el Banco Central por lo menos debería subir 50 puntos básicos. De todas maneras, la política monetaria en Chile debería hacerse con más independencia de lo que hace la Fed porque las situaciones económicas de ambos países son muy distintas hoy.