Macro

Claves de un IPoM marcado por el sorpresivo IPC: caída de la economía y mal pronóstico en inversión

El emisor planteó en su escenario que la inflación volverá a la meta del 3% hacia la segunda parte del 2024. Eso sí, no consideraba el sorpresivo 1% registrado en noviembre y que se conoció hoy.

Por: Sebastián Valdenegro | Publicado: Miércoles 7 de diciembre de 2022 a las 09:45 hrs.
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El Informe de Política Monetaria (IPoM) del mes de diciembre se dio a conocer en circunstancias diferentes a las recurrentes.

Esto ya que el nuevo escenario del Banco Central no incorpora el dato de inflación de noviembre, conocido a las 8 de la mañana (una hora antes de la liberación del IPoM) y que sorprendió con un incremento de 1%, superior a la media de 0,4% que anticipaba el mercado y acelerando el ritmo de la inflación en 12 meses desde 12,8% a 13,3%.

Al margen de aquello, el último informe monetario del año se caracteriza por una mejoría en el escenario macro de corto plazo, con alzas en expectativas de crecimiento y componentes de la demanda interna para 2022, pero correcciones a la baja tanto para el 2023 como 2024.

Un mejor 2022...

El instituto emisor mejoró sus expectativas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año, pasando de un rango entre 1,75% y 2,25% previsto en septiembre, a un 2,4% en el informe de diciembre.

Según la entidad, la mejoría se explica por cifras de actividad que han sorprendido en lo más reciente, dando cuenta de que si bien la economía se encuentra en desaceleración, ha habido componentes que han exhibido una mayor resiliencia.

"En cuanto a la actividad, los datos del tercer trimestre confirman, en general, que la economía continúa su proceso de ajuste. El PIB no minero retrocedió 0,8% respecto del trimestre anterior en su serie desestacionalizada, su segunda caída consecutiva. Sobresale en este resultado el retroceso del comercio (-2,8% en el trimestre). Los servicios empresariales marcaron la excepción (+1,1%), continuando con la tendencia de crecimiento que registra hace varios trimestres, explicada por la tercerización de actividades. El Imacec de octubre confirmó la trayectoria decreciente de la actividad no minera, con un retroceso de 0,4% mes a mes desestacionalizado", señaló el banco.

Pero empeora 2023 y 2024

El Banco Central ahora espera que el Producto caiga en un rango entre 0,75% y 1,75%, peor a la baja entre 0,5% y 1,5% que apostaba en septiembre. Para el 2024, en tanto, el rango se reduce en 25 puntos porcentuales, ahora esperando una expansión entre 2% y 3%.

Según explicó el organismo, dado que la mejora en el 2022 se explica por cifras efectivas que han sido mejores a lo esperado, la caída en 2023 y 2024 se fundamenta por la caída para el Producto tendencial.

"La proyección sigue considerando que el consumo y la inversión mostrarán tasas de variación negativas en 2023. Esto refleja un mercado laboral que ha perdido fuerza, expectativas de hogares y empresas en niveles pesimistas, un tipo de cambio real elevado y condiciones financieras más restrictivas para todo tipo de créditos. Por el lado fiscal, considera un gasto acorde con el prepuesto aprobado para 2023, que sigue una senda de consolidación para los años siguientes", recalcó el emisor.

Muchos trimestres de caída

Más allá de la mejoría en la apuesta de PIB para 2022, la entidad monetaria sigue viendo una economía en proceso de ajuste, con variaciones trimestrales negativas en el crecimiento que se extenderán por varios cuartos y que son necesarias -dicen- para que la inflación retorne a la meta de 3%.

"En el escenario central, se sigue proyectando que la actividad tendrá varios trimestres de contracción. Con esto, la brecha de actividad se tornará negativa hacia inicios de 2023, manteniéndose en esos valores hasta fines del horizonte de política, lo que es necesario para la convergencia de la inflación a la meta", puntualizaron los consejeros.

Mal panorama para la inversión y el consumo

Coherente con los pronósticos de crecimiento, las apuestas del banco para la demanda interna, la inversión y el consumo se corrigieron para este año y los próximos.

Para 2022, el emisor prevé que la demanda interna crecerá un 2,5%, 1,3 puntos porcentuales de mejoría versus septiembre, lo que arrastra también a la inversión, que se expandirá 2,9% (versus el -3,3% que se anticipaba en septiembre) y al consumo, cuya tasa de variación será de 3,3%, 1,1 punto porcentual sobre el pronóstico previo.

Sin embargo, el panorama se deterioró para los próximos años.

En 2023, la demanda interna caerá un 5,3%, seis décimas peor que el IPoM previo. La inversión caerá 5%, versus el -4,7% previsto anteriormente, mientras que el consumo total cederá 4,5% el próximo año, una décima menor eso sí al informe de septiembre.

¿Y en 2024? La demanda se recuperará un 1,7%, lo que de todas formas es cinco décimas más bajo que hace tres meses. La inversión pasará de crecer 2,9% a caer 0,2% en el año, mientras que el consumo total mejora en una décima a 2,5%.

"Las perspectivas para la inversión siguen siendo débiles. El último catastro de la Corporación de Bienes de Capital muestra montos de inversión a la baja durante el período 2022 – 2025. Al mismo tiempo, las expectativas de las empresas siguen en valores pesimistas. Destaca también el bajo dinamismo del sector inmobiliario. En todo caso, las tasas de interés de largo plazo y los niveles de incertidumbre local se han reducido en los últimos meses, lo que podría ayudar algo en el comportamiento de la inversión hacia adelante", explicó el banco en el informe.

Inflación en la meta recién en 2024

En cuanto a los precios, sin incorporar el IPC de noviembre, el emisor anticipa que cerrará en 12,3% este año, tres décimas por sobre lo previsto en septiembre, mientras que para el 2023 se ajustó en tres décimas al alza a 3,6% y se mantuvo en 3% para el 2024. Todo esto considera la "sorpresa acumulada" en los últimos meses, mencionó la entidad.

La trayectoria del IPoM considera que la presión de precios cederá hacia la meta del 3% recién hacia el 2024.

"En el escenario central se proyecta que la inflación total seguirá reduciéndose en los próximos trimestres, y convergerá a la meta de 3% en la segunda mitad de 2024. La inflación subyacente tendrá una reducción algo más lenta, llegando a 3% hacia fines de 2024", prevé el banco.

Abultado déficit de cuenta corriente aflojaría

Uno de los puntos que levantó alertas en el mercado fue el creciente déficit de cuenta corriente, que a septiembre alcanzó un máximo de 9,9% del PIB. El Banco Central trató de poner paños fríos en este punto y proyectó que el saldo negativo debiera comenzar a ajustarse hacia el 2023 y 2024.

"El déficit de la cuenta corriente descenderá en los próximos trimestres, en un contexto en el que la economía retome el equilibrio entre ahorro e inversión. También colaborará la reducción de los altos costos de transporte. En el escenario central, la cuenta corriente cerrará 2022 con un déficit de 8,7% del PIB, cifra que descenderá a 4,9% y 4,1% en 2023 y 2024, respectivamente", proyectó el emisor.

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