Un generalizado rechazo hubo este martes entre economistas locales a las declaraciones de la candidata presidencial del oficialismo, Jeannette Jara, respecto del momento que eligió el Banco Central para dar a conocer un análisis sobre el impacto de políticas públicas en la creación de empleo.
“Jamás en la vida había opinado sobre el mercado laboral (...) nunca lo habían hecho; lo hacen a dos meses de una elección y me llama la atención”, dijo la exministra del Trabajo en un encuentro de ChileMujeres y Emol, refiriéndose al análisis del impacto de los costos laborales que incluyó la entidad en su Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre.
“Cuando algo no favorece una posición determinada, es natural que aquellos que se sienten perjudicados desconozcan la conveniencia de la publicación. Pero para mí, creo que el Banco Central debe publicar las cifras cuando las tiene y no empezar a analizar que convenga o no convenga publicarlas”, dijo el expresidente de la entidad monetaria, Carlos Massad.
Y aseguró que el instituto emisor “es muy serio para sus estudios”.
“Acusar al Banco Central de intencionalidad política por publicar un informe sobre el mercado laboral me parece un recurso que habla muy mal de la calidad moral de la candidata”, lanzó el gerente de estudios de Gemines, Alejandro Fernández. Primero, precisó, “porque es mentira que sea la primera vez que publican algo relativo al mercado laboral; y, segundo, porque intenta descalificar a una institución técnica e independiente”.
“Cuando algo no favorece una posición determinada, es natural que aquellos que se sienten perjudicados desconozcan la conveniencia de la publicación. Pero para mí, el Banco Central debe publicar las cifras cuando las tiene y no empezar a analizar que convenga o no convenga publicarlas”, dijo el expresidente de la entidad monetaria, Carlos Massad.
Para quien fuera director de Estudios y economista jefe del ente emisor, Felipe Morandé, el comentario de la candidata “entraña un riesgo relevante para la autonomía” del ente emisor. “Supone una intencionalidad político-electoral de una entidad autónoma que basa su fortaleza en su prescindencia política”, acusó.
Mientras que para el economista Patricio Rojas -otro exgerente del Central- Jara “se equivoca”, porque el banco siempre ha evaluado el mercado laboral como un condicionante del proceso inflacionario.
La crítica de la candidata también descolocó al empresariado. “Es una cosa que creo que es bastante compleja, porque pone en cuestión una institución que ha sido, no sólo legitimada, sino que reconocida y respetada durante décadas”, sostuvo la presidenta de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Susana Jiménez.

Foto: Aton
¿Imitar a la Fed?
El lunes pasado la candidata del oficialismo también afirmó que durante los primeros 100 días de su eventual gobierno promoverá que la entidad monetaria “se haga cargo del análisis del mercado laboral, como la Reserva Federal” de Estados Unidos.
La Fed, según la descripción de su mandato, maneja la política monetaria “para influir en las tasas de interés a corto plazo y en las condiciones financieras generales con el objetivo de impulsar la economía hacia el máximo empleo y la estabilidad de los precios”.
Hay otros dos bancos centrales en el mundo que se rigen bajo este modelo: Australia y Nueva Zelanda.
La idea de implementar esto en Chile no es algo nuevo. En las discusiones de reforma constitucional de los últimos años, surgió el punto en el marco de un análisis al funcionamiento del Central, su mandato y relación con los gobiernos.
De hecho, la presidenta de la entidad, Rosanna Costa, expuso ante los convencionales en su momento. “Creemos que el mandato vigente que tiene el Banco Central es adecuado, ya que incorpora las dos funciones esenciales que están presentes en todos los casos comparados y no introduce conflictos de interés ni entre objetivos, ni con otras instituciones públicas”, dijo en marzo de 2023.
Y en junio de ese año declaró que “velar por la estabilidad de los precios es en sí coherente con velar también por la estabilidad del empleo y la actividad económica. En efecto, al estabilizar la inflación se está atenuando el ciclo macroeconómico, dando también estabilidad a la producción y el empleo”.
“En la medida en que se le encarguen más tareas al Banco Central, habría que entregarle más instrumentos para que pudiera cumplirlas. Ahora, un Banco Central con tantas tareas e instrumentos tiene un peso sin equilibrio en el conjunto del Gobierno. De modo que el Banco Central pasaría a ser una especie de autoridad suprema en materia económica. Y eso me parece inapropiado”, planteó Massad.
“Los objetivos de crecimiento y empleo en nuestro marco de política se encargan al Ejecutivo y en particular al Ministerio de Hacienda que tiene las herramientas para cumplirlos. No es que queden en el aire y sin responsables”, explicó el socio de Valtin Consulting, Hermann González.
“Estas declaraciones parten de la misma premisa errada del primer programa de gobierno según la cual son factores de demanda en lugar de factores de oferta los que permiten mejorar las condiciones de crecimiento y por lo tanto de creación de empleos en la economía”, agregó.
Y aseguró que “no es directamente comparable la situación de un país desarrollado con la de Chile, donde la inflación fue alta y volátil hasta hace no muchos años atrás”.
Desde la entidad, al ser consultados por Diario Financiero, señalaron que “el Banco Central no comenta planteamientos de candidaturas presidenciales”.
Los cuestionamientos de Rincon: “Un déjà vu refundacional”
La senadora de Demócratas y el diputado Barrera (PC) confrontaron miradas.
Aún no se agota la polémica por el IPoM del Banco Central, donde se abordó el tema del empleo. La exministra del Trabajo anunció que promoverá entregarle un mandato legal al ente emisor para ampliar su mandato al ámbito del empleo.
Pero, cuánto piso tendría en el Congreso una medida de este tipo. La presidenta de la Comisión de Hacienda del Senado y presidenta de Demócratas, Ximena Rincón, dijo que las palabras de Jara son “un déjà vu refundacional, como cuando en la Convención se cuestionó el rol del Banco Central. Sorprende que, por una diferencia técnica, se proponga transformar una institución que ha sido clave en la estabilidad y el desarrollo del país”.
Para la parlamentaria opositora, “más curioso aún es que desde el mismo ministerio que impulsó un “observatorio laboral” que duplicaba funciones ya existentes, hoy se critique al Banco Central por cumplir con su deber”.
Desde el punto de vista de la senadora, que no aclaró si le parece una medida viable la que propone Jara, “no es nuevo que dichos como los de la candidata (oficialista) den a entender que cuando no les gustan las reglas del juego, no van a titubear en cambiarlas a su conveniencia”.
En cambio, el presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara, el compañero de partido de Jara, Boris Barrera, consideró que “sería bueno” que en adelante el Banco Central tuviera el mandato para referirse a los temas laborales, al estilo de la Fed en EEUU. “Así, cada vez que haga su Informe de Política Monetaria, tendría la oportunidad de hablar sobre el empleo y, tal vez, de otras cosas”, planteó Barrera.
Sin ánimo de polemizar, el legislador hizo también un alcance respecto del debate por el efecto de la Ley de 40 Horas en el empleo, explicando que “dicen que uno de los problemas de la disminución del empleo tiene que ver con la Ley de las 40 Horas, cuando la ley, en estos momentos solamente ha bajado una hora”.