Los
panaderos de Santiago estimaron que el precio del pan podría sobrepasar los
$1.000 el kilo la próxima semana, ante el aumento del valor de la harina y el
precio de los combustibles en los últimos meses, que han elevado los costos de
producción.
A eso se
suma la proliferación de locales clandestinos, que no pagan los permisos
correspondientes ni el impuesto de 12% a la harina, por lo que solicitan
eliminar el gravamen o bien entregar un subsidio al producto.
De
acuerdo al dirigente panadero Luis Jara Espinoza, el alza se puede concretar en
los próximos 30 días. "En un lapso pronto podemos llegar sobre los $1.000 en
los barrios populares y nos tiene preocupados por el impacto social que se está
originando", sostuvo.
Jara
Espinoza subrayó que "estamos dando la cara en la cadena trigo, harina,
pan; nosotros, frente a los clandestinos que tenemos una diferencia de 200
pesos, estamos quedando como los sinvergüenzas del gremio".
Para Santiago Cabrera, propietario de un local en
Puente Alto, "la dieta básica del pueblo" no debería pagar impuestos,
tal como -aseguró- sucede en países como Estados Unidos y Argentina.