El economista y asesor del candidato presidencial del Partido Republicano José Antonio Kast, Bernardo Fontaine, alista lo que será el plan “Desafío 90” para los primeros tres meses del eventual Gobierno del ex diputado.
El especialista explica que trabaja con un grupo de 140 personas para tener listas las medidas que desde el primer día se aplicarán y que se trata no solo de cambios legislativos, sino también de gestión del Estado con normas administrativas.
Pese a que aún no están definidas en su totalidad y, por tanto, no hay un número exacto, la idea que se trabaja es que cada ministerio tenga acciones definidas y un calendario con plazos para aplicarlas. También se aplicará al inicio del gobierno, como ha señalado el propio candidato, un plan de “auditoría total al Estado” en cada repartición para constatar la situación financiera en que asumieron las nuevas autoridades.
- ¿Cómo va la elaboración del plan Desafío 90?
- El Desafío 90 es el conjunto de medidas y acciones que va a implementar el Gobierno de José Antonio Kast en los primeros 90 días y lo que busca es que las personas empiecen a sentir el cambio desde el día uno. Lo que tenemos contemplado es presentar el primer día una serie de proyectos de ley que buscan reforzar la seguridad, el crecimiento económico y algunos temas sociales también.
¿Y qué tenemos ahí? Por ejemplo, que la inmigración ilegal vuelva a ser delito, tenemos que las reglas del uso de la fuerza queden claras para que las fuerzas del orden estén respaldadas para actuar. Que se apruebe el proyecto de la infraestructura crítica para poder tener protección militar en la infraestructura del país.
También vamos a tener medidas administrativas. Por ejemplo, declarar una emergencia sanitaria para destrabar el uso de los fondos del Ministerio de Salud en la reducción de las listas de espera. Vamos a tener temas reglamentarios también respecto de la separación de los presos más peligrosos a cárceles o sectores de penales que van a ser especialmente habilitados como de alta seguridad. En el tema de gestión tenemos que empezar a cerrar la frontera con tecnología de cámaras de alta resolución, con drones y con obstáculos del tipo de zanja, con rejas, donde tenemos hecho un mapeo detallado de la frontera y ya hemos identificado qué equipo hay que poner en cada lugar. También llevaremos adelante acciones para ir recuperando poblaciones de manos del narcotráfico.
- ¿Y en materia económica?
- Ahí tenemos la eliminación de las guías ambientales que traban la aprobación de proyectos, la reformulación de una serie de dictámenes de la Dirección del Trabajo que están complicando la contratación de la mano de obra. Esto en el capítulo de temas administrativos y temas regulatorios. Vamos a tener el proyecto de ley de baja de impuestos a 23% para las empresas, la eliminación de las ganancias de capital para la venta de acciones en bolsa, la eliminación de las contribuciones para los adultos mayores y otros temas legislativos.
- ¿Se trata solo de proyectos de ley o hay temas de gestión?
- Hay una parte que son proyectos de ley, hay una parte que son reglamentos y una parte que son acciones donde vamos a ir con un proyecto de ley para agilizar el sistema de sumarios tipo fast track para los funcionarios públicos que abusen del Estado o que incumplan la ley. Eso es un proyecto de ley.
- ¿Cómo enfrenta las dudas de quienes señalan que el programa tiene mucho de voluntarismo y dudan de la factibilidad de su aplicación?
- Tenemos la decisión, pero también un equipo de 140 personas trabajando en los proyectos de ley, en los cambios reglamentarios y en las acciones que queremos emprender. Aquí justamente es al revés. El sentido del Desafío 90 es justamente tener preparadas y ya listas las medidas para implementar las cosas que queremos hacer. Se trata de una serie de medidas, aun no tengo el número exacto, pero seguimos trabajando en ver cuáles son las que queremos priorizar. Por ejemplo, en los temas legislativos, nosotros vamos a mandar proyectos de ley cortos, que van a tener uno o dos artículos de forma que se puedan discutir rápidamente. La idea a futuro es hacer las otras reformas más profundas.
- ¿Cuáles serían los primeros proyectos a enviar?
- El primer proyecto es la rebaja tributaria de las empresas medianas y grandes del 27% al 23% y una rebaja adicional del 23% a 20% con un crédito tributario por la contratación o la mantención de trabajadores contratados de sectores vulnerables. También eliminar el impuesto a la ganancia de capital y las contribuciones para los adultos mayores; y para combatir la inmigración ilegal que sea delito. Tenemos también la aplicación de la ley antimafia que tiene Italia a Chile, para combatir los carteles. Eso lo estamos viendo si lo vamos a incorporar dentro de los proyectos de los 90 días o no.
- ¿Qué tan importante es tener un Congreso favorable para concretar estos cambios?
- Eso es fundamental, o sea, para que el próximo Gobierno de José Antonio Kast, si sale elegido, pueda tener toda la capacidad para hacer el cambio profundo que queremos hacer para sacar a Chile de la emergencia económica, de seguridad y social y para poder enfrentar la crisis de mala gestión del Estado que hoy existe, necesitamos un Congreso favorable. Por eso para nosotros es pieza fundamental tener un Congreso para Chile, porque hacer los cambios va a ser duro, va a ser difícil, va a costar hacer esto. Suena más fácil decirlo que hacerlo, pero tenemos la disposición para hacerlo.