Por primera vez en una segunda vuelta presidencial, Chile acudió a las urnas bajo un sistema de voto obligatorio con inscripción automática, en una jornada en que se volvió a dar vuelta el tablero político, consolidando la tendencia de los últimos años de la alternancia en el poder.
Con una participación prácticamente igual a la registrada en la primera vuelta del 16 de noviembre -13,4 millones de votantes, equivalentes al 85% del padrón-, el país protagonizó este domingo un nítido giro hacia la derecha.
Tal como anticipaban las encuestas de opinión pública,
el candidato opositor José Antonio Kast, militante del Partido Republicano, se impuso por un amplio margen y se convirtió en el Presidente electo de Chile. En su tercer intento presidencial -tras sus aventuras de 2017 y 2021-,
Kast logró finalmente llegar a La Moneda al obtener el 58,17% de los votos, superando con holgura a la candidata oficialista -desde el PC hasta la DC-, Jeannette Jara (PC), que alcanzó el 41,83% de las preferencias.
1. El Presidente más votado de la historia
Con más de 7,2 millones de votos, Kast se convirtió en el Presidente más votado de la historia, batiendo el récord que tenía Gabriel Boric, quien cuando se enfrentó justamente con el republicano, se empinó como mandatario electo con más de 4,6 millones de sufragios.
Ahora, dado el efecto del voto obligatorio, Boric descendió a la tercera posición, pues la segunda la ocupa Jeannette Jara, con sus más de 5,2 millones de votos de este domingo.
Entre la primera y la segunda vuelta, Kast creció en más de 4 millones de votos y superó en más de 700 mil el número de preferencias que sumaron los tres candidatos de derecha -el ahora Presidente electo, la carta del Partido Nacional Libertario, Johannes Kaiser, y la abanderada de Chile Vamos, Demócratas y Amarillos, Evelyn Matthei- quienes lograron 6,5 millones de preferencias en el conteo del pasado 16 de noviembre.
En tanto, pese a quedar lejos de la chance de ganar, Jara consiguió 1,7 millones de votos más de los que sacó en la primera vuelta y 1,3 millones más de los que sacaron todos los candidatos de izquierda junta, si se suman candidatos como Marco Enríquez Ominami, Eduardo Artés, e incluso Harold Mayne-Nicholls.
2. El mapa se pinta de derecha
El avance de la derecha fue territorialmente transversal. Kast obtuvo la primera mayoría en las 16 regiones del país y en nueve de ellas superó el 60% de los sufragios.
Incluso hubo comunas donde logró un resultado que superó el 80% en zonas de distinto perfil, como ocurrió, por ejemplo, en General Lagos, Camiña, Empedrado, Vitacura, Lo Barnechea. En Colchane, en tanto, anotó casi 94% de las preferencias.
Jara, por su parte, a pesar de no quedarse con ninguna región, tuvo su mejor desempeño en la Región Metropolitana, donde logró acortar la distancia al obtener un 46,79% de los votos. Aun así, su victoria territorial fue acotada: se impuso en poco más de 30 comunas a nivel nacional -10 en el norte, tres en la Región de Valparaíso y 21 en la RM-, confirmando las dificultades que enfrentó durante esta campaña el oficialismo para ampliar su base electoral.
La magnitud del resultado abre ahora una interrogante: ¿se consolidó el clivaje Apruebo–Rechazo como eje ordenador de la política chilena, superando al histórico eje del Sí y el No, que parecía tener un techo electoral cercano al 56%?
La elección de este domingo sugiere que, si bien el candidato de derecha no logró llegar al 62% del Rechazo de 2022, al menos por ahora la frontera del 56% se vio sobrepasada.
3. El llamado de Parisi a votar nulo, la preferencia que alcanzó el 5,8%
Con 2,5 millones de votos en la primera vuelta presidencial de noviembre, el candidato del Partido de la Gente, Franco Parisi, sorprendió tras ubicarse en el tercer lugar con el 19,7%.
Los días que siguieron a ese hito, las miradas se concentraron en la decisión que tomaría Parisi y su colectividad de cara a la segunda vuelta. Finalmente, el economista hizo un llamado a votar nulo.
Pese a que los votos nulos aumentaron desde poco menos de 400 mil en el balotaje de noviembre a 782 mil en la elección de este domingo -equivalentes al 5,8% y alcanzando el 7% si se suman los blancos-, gran parte del electorado que se inclinó por Parisi en la primera votación, ahora marcó preferencia por una de las dos opciones escritas en la papeleta.
Eso sí, donde el llamado de Parisi sí tuvo un eco mayor fue en el norte del país, zona en que el excandidato se ubicó en el primer lugar de las preferencias en todas las regiones, salvo en Coquimbo, donde quedó segundo en noviembre.
En detalle, este domingo Antofagasta fue la región con el mayor porcentaje de personas que decidió votar nulo, con más del 9%. Mientras, si se suman los blancos, la votación sin marcar preferencia superó los dos dígitos (cerca del 10,5%). Además, Atacama, Coquimbo y Arica y Parinacota también registraron porcentajes de nulos más altos que el resto del país.
Con todo, el PdG seguirá siendo un fenómeno a considerar y a tratar de convencer por parte del ahora Presidente electo y su equipo; ya no para conseguir sus votos de cara al balotaje, pero sí para atesorarlos para proyectos claves en el Congreso, donde la tienda fundada por Parisi logró conseguir 14 escaños en la Cámara de Diputados, transformándose en una bancada bisagra.
4. Las definiciones que se avecinan antes del cambio de mando
A partir de este lunes, el Presidente electo y su equipo tendrán la frenética misión de comenzar con las reuniones preparativas para asumir el cargo el próximo 11 de marzo y conformar a los equipos.
¿Un Gobierno de unidad? La pregunta pareció instalarse para muchos hace rato. Y las últimas palabras de Kast de este domingo parecen confirmar la idea de dar un sello de mayor apertura política a su administración, haciendo guiños a distintos actores que -pese a tener diferencias con su proyecto- apoyaron su candidatura y mostrándose abierto al diálogo y a la búsqueda de acuerdos transversales.
Una de las definiciones más relevantes de los próximos días, ahora ya con la certeza de que será él quien se instale en La Moneda para el período 2026-2030, tendrá que ver con el diseño político de su administración, donde una de las primeras decisiones que deberá tomar será si formará o no una coalición con otros partidos de derecha y bajo qué términos operará esa alianza.
En paralelo, deberá avanzar en la búsqueda de nombres, donde uno de los cargos en que estará puesto el foco de atención será el de quién ocupe el rol de ministro de Hacienda. ¿Optará por el jefe económico de su campaña, Jorge Quiroz, o decidirá tomar otra opción?
Desde el Congreso, en tanto, habrán figuras desde 2026 que jugarán roles cruciales de cara a la articulación, donde el presidente de Republicanos, Arturo Squella, -con redes en distintos sectores de la derecha- será sin duda uno de esos actores clave desde el Senado.
La otra incógnita que deberá despejarse en las próximas semanas es la decisión que tomará el PNL y específicamente Johannes Kaiser sobre si, eventualmente, formará parte del Gobierno o si se mantendrá más bien en un rol más outsider.
Asimismo, el mandatario electo deberá definir dónde utilizar las famosas 12 balas de plata, para poder nombrar cargos de ADP sin necesidad de hacer concurso.
Más allá de los preparativos previos al 11 de marzo, donde sin duda la definición del gabinete, y específicamente de su equipo económico, serán clave para los mercados, habrá otros hitos en los que el sector financiero esté poniendo los ojos en los próximos meses.
Los primeros 100 días serán cruciales para las señales que reciba el mercado sobre los avances que podría tener el próximo Gobierno, una administración que podría no gozar de la denominada “luna de miel”, en un contexto en que la ciudadanía exigirá cambios cada vez más rápido.
Así, por ejemplo, deberá enfrentar el tema de la migración y demostrar acciones de orden y seguridad en los primeros meses de su mandato.
Al mismo tiempo, tendrá que dar luces de acciones que permitan recuperar el crecimiento económico, mantener en orden las cuentas fiscales y trabajar en la reactivación y creación de empleo.
Mientras el Presidente prepara sus primeras medidas a partir de marzo, la performance que consiga del Gobierno en el Congreso los primeros meses será crucial para tener una mirada sobre cómo será la relación entre ambos poderes.
5. ¿Cómo queda la izquierda?
El oficialismo atravesó este domingo la peor derrota presidencial desde el retorno a la democracia, al quedar por debajo del 42% de los votos. Un resultado duro, aunque todavía inferior a la debacle del 4 de septiembre de 2022, cuando el Apruebo al texto del primer proceso constitucional alcanzó apenas el 38% de las preferencias.
La derrota llevará a que, en marzo, el Presidente Gabriel Boric entregue la banda presidencial a la derecha, en un cambio de ciclo que además viene precedido por un desempeño acotado del oficialismo en el Congreso.
¿Quién liderará la izquierda chilena en esta nueva etapa? La posición dominante la podría intentar retener el propio Boric, o Jara, quien con su bolsón de más de 5 millones de votos se queda con un capital político que podría permitirle entrar en la disputa de este liderazgo.
A su alrededor también asoman otros nombres con proyección, como los alcaldes frenteamplistas Tomás Vodanovic y Macarena Ripamonti, mientras que el nuevo Congreso podría convertirse en un espacio fértil para que emerjan nuevos liderazgos.
Tras cuatro años en el poder, la izquierda -con un peso significativo del Frente Amplio y el Partido Comunista- volverá a la oposición, esta vez con la experiencia reciente de haber gobernado. Un factor no menor si se considera que, durante el segundo Gobierno de Sebastián Piñera, el sector fue duramente cuestionado por su rol opositor, en errores que el propio Boric reconoció posteriormente. Ahora, ese aprendizaje será puesto a prueba frente a un Gobierno de derecha con un alto respaldo electoral.