El debate protagonizado por el republicano José Antonio Kast y la abanderada oficialista Jeannette Jara dejó un amplio registro de impresiones entre los panelistas que participaraon del foro organizado por el Hogar de Cristo, la Fundación para la Superación de la Pobreza y otras entidades de la sociedad civil.
Más allá de las diferencias programáticas entre ambos candidatos presidenciales, hubo un consenso transversal: la urgencia de volver a poner la pobreza en el centro del debate público. Así lo planteó la directora ejecutiva de la Fundación Superación de la Pobreza, Catalina Littin, quien remarcó que la instancia cumplió su propósito: “Eso es lo que estamos empujando las organizaciones de la sociedad civil, porque debemos volver a hablar de pobreza para superar las brechas que aún existen en todo el país, tanto en los sectores urbanos y rurales”, dijo.
Añadió que esperan que este sea “la primera de muchas instancias” donde se aborden temáticas clave como sequía, desigualdad territorial, pobreza severa, migración y emprendimiento.
Para la directora social de Techo-Chile, Isidora García, el tono del foro fue un avance respecto a la discusión presidencial tradicional. “Valoramos que el primer debate de esta segunda vuelta presidencial comience dándole urgencia a la situación de estas personas, que son quienes menos oportunidades tienen y quienes suelen quedar postergadas en Chile”.
Agregó que millones de familias están a un despido o una enfermedad de caer en pobreza, por lo que llamó a la ciudadanía a decidir su voto, “pensando en quién tiene mejores propuestas para estas personas”.
Otra de las voces que valoró la instancia fue la directora social del Hogar de Cristo, Liliana Cortés, quien destacó el rol del foro en volver a posicionar la pobreza como un tema urgente en la discusión presidencial.
“El primer Foro Social permitió conversar con mayor profundidad la realidad que viven cerca de 4 millones de personas en pobreza. Conocer propuestas concretas que mejoran la vida de las personas es relevante. Haber impulsado como organizaciones de la sociedad civil esta instancia, permite instalar la agenda de superación de la pobreza en el país. Nos alegra que la ciudadanía conozca lo que los candidatos piensan y sueñan para Chile”.
El llamado a la intregración
Uno de los temas que marcó la conversación fue migración e integración, donde el debate entre Kast y Jara dejó algunas interrogantes.
El capellán del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), Pablo Walker, valoró que el foro permitiera poner una pregunta clave sobre la mesa: ¿Cómo equilibrar control fronterizo con políticas de integración?
“Fue interesante (…) pedirle a los candidatos si, junto con la mirada del control fronterizo, hay responsablemente otra mirada que tiene que ver con la integración, la convivencia y la cohesión social, con esos centenares de miles de personas extranjeras que ya son parte de Chile”.
Walker advirtió sobre el riesgo de avanzar hacia “guetos” y una “segregación de hecho” que debilite el Estado de derecho y a la paz social. Celebró, además, que no se utilizara la expresión “ilegales”, sino “personas en situación irregular”, lo que consideró un avance discursivo.
También llamó a evitar maximalismos y a reconocer la realidad de personas que pierden su estatus regular por razones ajenas a su voluntad.
A su juicio, quedó pendiente una respuesta clara respecto de cómo fortalecer la convivencia y la cohesión social para evitar la expansión de territorios vulnerables a la violencia y la captura criminal. "Eso quedó pendiente", dijo junto con advertir que la segregación cultural "es un caldo de cultivo a la desconfianza, a la violencia y, eventualmente, a la cooptación y a la captura de territorios por personas o grupos vinculados al delito”.
En materia de emprendimiento, el gerente general de Fondo Esperanza, Mario Pavón, aseguró que hubo elementos valiosos en ambas candidaturas.
Sobre Jara, destacó su propuesta de monotributo social, indicando que la simplificación tributaria podría ser clave para microemprendedores: “Hoy muchos emprendedores quieren formalizarse, pero las barreras del sistema se lo dificultan; como ambos dijeron, casi hay que ser superhéroes para lograrlo”.
Respecto a Kast, destacó su intención de fortalecer organizaciones como Fondo Esperanza: “Mencionó su aspiración de que pudiéramos llegar a 300 mil emprendedoras y emprendedores (…) es un objetivo ambicioso y compartido”.
Tras el primer enfrentamiento directo entre Jara y Kast, las organizaciones coincidieron en que este tipo de debates debe tener continuidad para asegurar que la pobreza, la desigualdad territorial y la cohesión social no queden relegadas de la agenda a lo que Walker resumió como un desafío final colectivo.
“Tenemos que vincular a todos los actores porque estamos delante de una casa país (…) que sea sustentable no solo en lo económico o en seguridad, sino en cohesión social, que nos permita vivir en paz y con reconocimiento mutuo”, concluyó.