Por R.Carrasco y B. Sifón
Como un balde de agua fría fueron recibidas en la UDI las declaraciones del candidato presidencial de RN, Andrés Allamand, quien suspendió las conversaciones con el comando de Laurence Golborne para acordar realizar debates en la Coalición dejando entrever las diferencias entre ambos partidos que nuevamente tensiona las relaciones entre RN y la UDI.
Fue 24 horas después del primer encuentro entre los comandos de los candidatos a La Moneda en que no hubo acuerdo, que Allamand sorprendió a sus socios de Coalición al señalar que “no tiene mayor sentido continuar cuando las posiciones son demasiado diferentes” respecto a la modalidad, fecha y número de los debates previos a las primarias.
Allamand agregó que “nosotros no vamos a hacer mayores consideraciones porque está absolutamente clara cuál es la diferencia” y destacó que ahora será la opinión pública quién deba determinar cuál de las dos posiciones le resulta más adecuada. Sostuvo que “hay dos posiciones tan distintas que parece difícil conciliarlas. No veo que pueda avanzarse cuando hay dos posiciones que son tan diferentes”. Las palabras de Allamand se formularon en el contexto de una reunión con la directiva de la Asociación de Industrias Metalúrgicas Metalmecánicas (Asimet) ocasión en la que el candidato se interiorizó respecto a lo que el sector está planteando para desarrollar y tener una mejor industria manufacturera en Chile.
En tanto, el jefe de bancada de diputados RN, Pedro Browne, dijo que “nos cuesta mucho entender por qué desde la UDI nos manifiestan que no es posible recorrer el país, estar con la ciudadanía y al mismo tiempo poder debatir”. Agregó que “nosotros entendemos que hoy la ciudadanía quiere conocer qué es lo que opinan los candidatos. No bastan los abrazos, los saludos y los letreros. Se necesita un debate de ideas y confrontar posiciones, y es justamente eso lo que se ha planteado desde el comando de Andrés Allamand”.
Cabe recordar que la postura del comando de Allamand es tener 15 debates en todas las regiones partiendo el 22 de marzo en Iquique, a diferencia de lo planteado por los partidarios de Golborne que estiman que debe haber un debate y luego de que se inscriban todas las candidaturas a las primarias, es decir el 2 de mayo; y que por ahora lo conveniente es recorrer el país.
La vocera del comando de Allamand, Catalina Parot, indicó que “ya no tenemos más base sobre la cual conversar. El comando de Golborne plantea que quieren recorrer el país y nosotros pensamos que recorrer el país y hacer los debates no se contraponen”.
Verdaderos liderazgos
En tanto, el candidato de la UDI, Laurence Golborne, dijo que “no nos parece que nos impongan calendarios, no nos parece que nos impongan cosas perentorias, o esto o nada, creo que no es la manera de avanzar en un acuerdo y por eso seguimos abiertos, seguimos siempre con la disposición a conversar”. Explicó que tampoco “aceptamos que nos impongan una agenda donde todos los fines de semana de las próximas 15 semanas, que es el tiempo que falta para la primaria, estemos amarrados entre 4 paredes, nosotros queremos estar en las plazas, queremos estar en las calles y compartir con los ciudadanos nuestras ideas y recoger de ellos sus inquietudes; a eso le damos una importancia mayor en nuestra estrategia de campaña”.
También dijo que “entiendo que otros quieran estar discutiendo entre 4 paredes opciones distintas, son alternativas ambas válidas, la nuestra es diferente y merece respeto”.
A pesar del fuerte desencuentro apeló a cuidar la unidad de la Coalición. “Creo que los verdaderos liderazgos se validan cuando, justamente, es posible acercar posiciones que puedan ser contrapuestas. Yo creo que aquí tenemos que continuar siempre llamando a la unidad, siempre llamando al diálogo”.
Golborne sostuvo que su comando mantendrá “las puertas abiertas para todos: vamos seguir siempre dispuestos a conversar, tenemos domicilio conocido y por lo tanto la disposición a sentarnos a la mesa cuando estimen conveniente”.
La coordinadora general de su campaña, Luz Granier, se mostró sorprendida por este hecho que lo calificó como un “golpe al diálogo”.