Por Gonzalo Cerda
Un dura crítica a la gestión que ha realizado el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, durante la discusión del reajuste del salario mínimo realizó ayer el presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, Andrés Zaldívar (DC). El senador acusó al ministro de actuar con intransigencia, dado que no ha logrado concitar el apoyo de algunos parlamentarios del oficialismo.
“El gobierno se ha puesto en una posición muy intransigente. El ministro de Hacienda no ha valorado el tema de una posibilidad de negociar y dentro de su propio sector no tiene apoyo. Si la propuesta es igual a la de la vez pasada, cuando aumentó la asignación familiar en $300 no va a tener mucho éxito”, afirmó Zaldívar.
Y es que tras la última votación, donde el gobierno perdió tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, el Ejecutivo, haciendo caso omiso de las recomendaciones de sus parlamentarios, -explicó Zaldívar- insistió con la misma cantidad, sin innovar en el monto, lo que dejó en muy mal pie las posibilidad de alcanzar algún tipo de acuerdo.
“El gobierno volvió con la misma cantidad, sin innovar, por eso le he planeado una fórmula de solución que creo tiene lógica, aumentar el salario mínimo familiar, a través de la asignación familiar, o sea ir con los $ 210.000 pero subir la asignación de forma considerable, financiándolo a través de la factura electrónica. En vez de bajar el impuesto de Timbres y Estampillas a 0,2%, ya que el costo de aumentar la asignación familiar en el primer y segundo tramo de a $15.000 y $10.000, tiene un costo de $75 millones y bajar el impuesto de Timbres y Estampillas le significa al Fisco US$ 200 millones menos”, detalló el senador.
Respecto de la señal que está entregando el gobierno, Zaldívar afirmó que ha visto al ministro “muy complicado”.
“La forma de destrabar esto es mediante un aumento sustancial, sin costo ni efecto económico, de lo contrario se va a enredar y ya estamos bastante enredados. Vamos a llegar a agosto y no tenemos salario mínimo, y puede ser que después se venga la ley de presupuesto y después la ley de reajuste del sector público, y vamos a tener un enredo mayor, en plena campaña presidencial, y veo al ministro con poca agilidad para lograr un acuerdo”, sentenció.
Ante la posibilidad de elevar el salario mínimo a
$ 250.000, Zaldívar explicó que “el salario no puede subirse de forma agresiva y como uno quisiera, planteé una fórmula plurianual, de cuatro años, y haber avanzado con incrementos año a año de acuerdo al crecimiento de la economía y haber alcanzado un salario de $ 250.000 en términos reales; esa puede ser la respuesta (...) espero que todo esto se zanje antes del próximo año para ver un reajuste lo antes posible”, concluyó Zaldívar.