Pese a que algunos analistas han planteado que la alta actividad que anota la economía local -principalmente debido al dinamismo de la demanda interna- podría generar una presión inflacionaria importante, ayer el presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, explicó que “una característica importante de la coyuntura actual ha sido que el alto crecimiento y bajo desempleo no se han traducido en un aumento de las presiones inflacionarias”.
Agregó que “tanto la inflación general y subyacente han seguido una tendencia a la baja durante el último año y actualmente se encuentran por debajo del 2% interanual. Al mismo tiempo, las expectativas inflacionarias en el horizonte de política se mantienen alineadas con la meta”.
Por ello, justificó la mantención de la tasa de política monetaria desde enero de 2012 e hizo la distinción que “es importante observar que en estos días este nivel para la tasa de política es bastante alta para los estándares internacionales”.
Importancia de China en efecto local de la crisis
Vergara agregó que los efectos en Chile de la situación externa “han sido más suaves de lo que se había temido”.
Añadió que ello se debe a que “durante este ciclo nos hemos beneficiado de altos términos de intercambio y en particular de los altos precios de nuestro principal producto de exportación de cobre”.
Eso sí, recalcó que esto se relaciona con el dinamismo de la economía china, perosn desconocer que a nivel interno se ha configurado una la política económica de ajuste que ha aumentado la capacidad de resistencia a los shock externos.
En este punto resaltó que la existencia de un Banco Central independiente con un régimen de tipo de cambio flotante, han sido elementos clave para la contención de los efectos en Chile de la crisis, tal como la disciplina fiscal. “Nuestro balance fiscal efectivo el año pasado arrojó un superávit de 0,6% del PIB. La deuda pública bruta es de aproximadamente 11% del PIB, mientras que la deuda neta, es decir, descontando los activos financieros, es negativo, lo que significa que el sector público es un acreedor neto”.
Además, Vergara mencionó que las medidas macroprudenciales se pueden utilizar para complementar la configuración actual de política económica, pero sólo cuando surjan preocupaciones específicas para la estabilidad financiera. “Por supuesto, todas estas medidas no son gratuitas, y su uso debe sopesar estos costos en contra de las preocupaciones específicas de estabilidad financiera”, aclaró.
En ese sentido, planeó que los instrumentos regulatorios que podrían ser utilizados están bajo el control de distintos organismos, que coinciden en el Consejo de Estabilidad Financiera.