"Yo no tenía poder, era un simple empleado. Nunca hice algo que no hubiese sido solicitado por Carlos Eugenio o Carlos Alberto". Con estas palabras el ex gerente de Penta, Hugo Bravo, reveló cómo era la relación laboral y el vínculo con los controladores del holding financiero.
En el marco de la audiencia por la demanda del ex ejecutivo en contra del grupo por despido injustificado -que se extendió por más de nueve horas-, Bravo aseguró que el finiquito lo firmó "drogado" por los medicamentos que estaba tomando, pues estaba bajo tratamiento sicológico.
Por lo mismo, dijo que al firmar el finiquito "no tenía pleno conocimiento de lo que estaba haciendo" y admitió que no leyó la documentación que Délano y Lavín le habían entregado al abogado de Bravo, Alfredo Alcaíno.
"Confíe en mi amigo Alfredo Alcaíno y no leí en su momento", afirmó.
Indemnización
Conforme era consultado por el juez David Gómez, Bravo reveló por ejemplo que los dueños del holding le prometieron un pago de US$ 2 millones por concepto de indemnización. En esa línea, afirmó Carlos Alberto Délano le dijo que buscarían una "triangulación" para pagarle y que Carlos Eugenio Lavín propuso sacar dinero de la producción de la película "Los 33" para cubrir el monto.
El ex ejecutivo dijo que, tras firmar el finiquito, Délano y Lavín le estrecharon la mano dos veces y le preguntaron "tu crees en nosotros, verdad"?
Bravo contó también que empezó a sospechar de los "ofrecimientos que me hacían" tanto Délano como Lavín y que, por este motivo, grabó una conversación que sostuvo con este último y su hijo cuando lo visitaron en su casa, luego de haber sido despedido. En este punto, precisó que había sido visitado tres veces por los dueños de Penta tras el despido.
El quiebre y "la movida" con Interior
También reveló que las relaciones con Délano y Lavín se quebraron luego que ellos le pidieran excusarse de asistir a declarar ante el fiscal Carlos Gajardo por el denominado "Caso Penta", lo que finalmente no prosperó.
"Me pidieron que no fuera donde el fiscal porque tenían una movida con el Ministerio del Interior", dijo Bravo ante el juez.
Bravo dijo además que percibía un sueldo bruto mensual de $ 36 millones, pero que no se reflejaban en su liquidación.
"Penta como que enmascaraba las remuneraciones, eran secretas, nadie sabía , se pagaba una parte por boleta, otra por boleta", acusó Bravo.
Lo que queda
Mañana al medio día se reanudará la audiencia que dará paso a la parte testimonial, en la que la demandante presentará dos testigos y la contraparte presentará nombres como Alfredo Moreno, Carlos Bombal, Carlos Lavín Subercaseaux, dijeron los abogados de ambas partes.
A la salida de la audiencia, el abogado de Bravo (que se retiró sin emitir declaraciones) dijo que "nadie es tan tonto para creer que Lavín y Delano no sabían lo que pasaba en su empresa. "Don Hugo seguía las órdenes que se le daban; eso quedó demostrado (...) Pensar que Don Hugo creó esta estructura es poco creíble (...) Don Hugo Bravo es el chivo expiatorio de Délano y Lavín. Vieron que esto se les venía encima y la mejor opción fue perjudicar a un amigo y a un trabajador de 40 años".
El abogado de la parte demandada, Álvaro Pizarro, comentó por su parte que, aunque lo entiende y "le tengo aprecio" a Bravo, no comparte lo que dijo en la audiencia. "Por ejemplo dijo que no había firmado nada ante ningún notario y por favor", afirmó..