“En cualquier partida de un gobierno, normalmente se toma el primer mes para entender todo lo que está pasando, pero nosotros no tuvimos ese tiempo”, relata la ministra de Salud, Helia Molina, respecto a un inicio de funciones en su cartera más intenso de lo previsto, por el terremoto que afectó a la zona norte del país el 1 de abril y el incendio que días después asoló Valparaíso. Ambas emergencias con grandes desafíos en materia sanitarias que han exigido un intenso despliegue en terreno de la Dra. Helia Molina Milman.
“Han sido experiencias de vida muy fuertes como ministra y también como persona. Me han enriquecido y, al mismo tiempo, me han generado bastante inquietud sobre nuestro rol y funciones como ministerio”, declara sobre las exigencias de esta etapa, en la que también partió la Comisión que reformará la Ley de Isapres y el sistema de salud privado.
La relación con este sector es, justamente, uno de los puntos clave de su gestión, que encabezará el debate en torno a reformas en materias como la integración vertical de los prestadores de salud junto con la transparencia y costos de los planes de las Isapres, entre otras. ¿Cuál será su estilo de relación con los privados?
“Yo no creo que se pueda construir sólo con ideas propias y conceptos netamente técnicos. Hay que matizar y entender lo que le pasa a las personas y para eso se requiere ciertas habilidades blandas que creo tener en el sentido de ser lo más empática posible, siempre dialogante”, aclara en entrevista a la revista Portafolio Salud de Diario Financiero. Con la misma convicción, enfatiza la necesidad imperiosa de introducir cambios en la salud privada, junto con fortalecer el rol del Estado en el sistema público.
- Hay mucho nerviosismo del sector privado respecto a cuál va a ser la ofensiva del gobierno en el sector salud.
- No es ofensiva, es defensiva.
- ¿Vienen con una mano más dura y mayor énfasis estatal?
- No lo veo así. No es ningún cambio lo que estamos haciendo, pero sí pensamos que tiene que reforzarse y no debilitarse, ahí puede estar la diferencia. Quizás hay algunos que creen que es mejor no invertir en el sector público habiendo un sector privado que está consolidado y que puede crecer porque tiene los recursos. Es una mirada que para algunos puede ser válida. Es más cómodo pagar que hacer uno la infraestructura, pero eso es pan para hoy y hambre para mañana.
- La decisión del Minsal de limitar progresivamente la posibilidad que tienen los hospitales de comprar cupos de cirugías o camas en el sector privado, ¿va en la línea de usar esos recursos en infraestructura?
- Jamás vamos a limitar el gasto a privados cuando el sistema no tiene cómo atender a la gente. Aquí no se trata de sacrificar a las personas, sino que de intencionalidad. Mi paradigma es mejorar el sistema público, porque al final de cuentas la salud de los pobres nunca es buen negocio.
Comisión de reforma
- Respecto a la Comisión de reforma a la Ley de Isapres, qué es lo que puede esperar el mundo privado que está, de alguna manera, asustado…
- ¡Pero por qué la gente se asusta!
- Ha habido mucho debate sobre integración vertical…
- Bueno, pero es que ese es el peor pecado y, además, es ilegal. Pero existe… Cuando una aseguradora recibe un 7% obligatorio, inmediatamente pasa a ser parte de un sistema de protección. Cuando usted toma un seguro privado por su propia cuenta, con una clínica privada, por ejemplo, está en su derecho. El problema es cuando los aseguradores privados trabajan con el 7% obligatorio de la gente, cobran un copago y además, esa misma empresa es quien regula dónde te atiendes, y te atiendes donde te dicen, en un lugar que es de ellos también.
- ¿Es partidaria de regular el tema mucho más de lo que ya está expresado en la ley?
- Opino que no debe haber integración vertical, porque se presta para abusos. Por ejemplo, los planes suben en la medida que sube el IPC de la salud, y éste sube de acuerdo a lo que cobran los laboratorios y las clínicas. Es decir, “yo digo cuánto valen las prestaciones y sube el plan”. O sea, los únicos que ganan son los que tienen el negocio. Eso hay que regularlo, no terminar con las Isapres.
- En el contexto de la Comisión, se plantea que las Isapres debieran formar parte de un sistema de seguridad social porque reciben la cotización obligatoria del 7%. ¿Está de acuerdo?
- Exacto. Si tienes a personas que ponen su 7% y que además están dispuestas a pagar más para que le den más, entras a ser parte de ese sistema, te guste o no. Entonces, debes tener reglas que impidan la segregación o discriminación a las personas por riesgos que son normales en la vida. ¿Con qué derecho una entidad, a la que entrego mi 7%, me puede “castigar” subiéndome el plan porque posiblemente yo puedo tener un hijo?
- Desde el sector privado se ha dicho que la cotización obligatoria del 7% es insuficiente ¿lo comparte?
- Por supuesto que es poco, para todo lo que se relaciona con la hotelería, por eso cobran copago. Pero en el sistema público tenemos que trabajar con el 7% de los que menos ganan, de los jubilados, de los que tienen que salir del sistema privado. Quién puede estar ahí: los que están sanos, los jóvenes; y cuando empiezas a tener riesgo de enfermarte, te sacan. Un país no puede permitir que el 7% obligatorio vaya a un sector que haga ese tipo de discriminaciones. No es ideológico, es injusto.
Costos y gasto en salud
- ¿Cómo van a manejar los costos que implica la nueva realidad de la salud?
- Los presupuestos son limitados, pero también hay voluntad política de poner más presupuesto. De hecho, de la Reforma Tributaria una parte importante va a venir para salud.
- ¿Está definido cuánto?
- Todavía no.
- ¿Eso implica aumentar el gasto total de Chile en salud como porcentaje del PIB?
- Obviamente hay que aumentarlo al doble por lo menos.
- ¿Llegar al 14% o 15%?
- Bueno, sería el ideal. Los países que tienen una salud buena, social y técnicamente adecuada, de calidad, como Canadá, Finlandia, Inglaterra, Francia, Alemania o Austria, son países que tienen, por lo menos, un 8% del PIB de gasto público en salud. Pero eso acá va a ser progresivo.
Rol del Estado
- Como ministerio, tenían metas concretas que cumplir durante los primeros 100 días de gobierno. ¿Esas metas cambiaron luego de ver la realidad de las diferentes regiones?
- Las metas están en los énfasis y en los logros concretos que un gobierno quiere alcanzar en su período (...) Desde mi punto de vista, se ratifican porque nuestras metas están focalizadas muy fuertemente en reforzar el sistema público de salud.
- Se observa en distintos ámbitos –educación, reforma tributaria-, la aspiración de resolver los problemas de desigualdad y de ir hacia una mayor equidad. ¿Cómo resolver las brechas en el sector
- En salud, lo más importante es que la población se sienta protegida por el Estado. No tengo nada en contra de los privados, sólo creo que el Estado debe velar porque todas las personas, independientes de su lugar de nacimiento, etnia, sexo, nivel económico y social, tengan derecho a tener el máximo de posibilidades de desarrollar su potencial genético y en el acceso y cuidados de la salud. El Estado tiene un rol ineludible.
- ¿Qué hará su ministerio para mejorar la equidad?
- El enfoque es reforzar la atención primaria de salud, que no está resolviendo los problemas por distintas razones. Hemos ido perdiendo ciertos índices de calidad, porque los problemas han cambiado y el sector no ha sabido responder. En los últimos 30 años cambió el perfil demográfico y la población envejeció rápidamente. Tenemos más demanda y problemas más complejos y caros.
- ¿Qué falta por hacer?
- Estamos al debe en muchos aspectos, porque no hemos tenido la velocidad necesaria como país. Por otro lado, desde mi punto de vista –y esto es estrictamente personal- creo que el hecho de que el sector salud no haya mejorado en los últimos años no es casual. Hay grupos en este país a los que les interesaría más que fuéramos privatizando la provisión de servicios porque su paradigma va por ahí.