En el lapso de una semana, la filial con mayor nivel de facturación del Grupo Falabella concretó una serie de movimientos relevantes en su primera línea ejecutiva. La compañía anunció cambios en tres posiciones clave: el gerente general de la operación en Chile, el gerente general de México y el CFO corporativo.
La primera renuncia en conocerse fue la de Eduardo Mizón, gerente general de Sodimac Chile, quien dejará la compañía tras más de 30 años de trayectoria. Días después se sumó la salida de Eduardo de Vries, responsable de las operaciones en Brasil y México.
Sus reemplazos no tardaron en ser definidos. La firma comunicó que, a partir de enero del próximo año, el cargo de CEO en Chile será asumido por Sebastián Simonetti, actual CEO de Tottus Chile, mientras que en México, Fabio de Petris —hoy CFO regional de Sodimac— tomará el liderazgo. Precisamente por este último movimiento, la posición de CFO corporativo ya fue asumida por Matías Pizarro, quien se desempeñaba como gerente de Estrategia y Desarrollo del Grupo Falabella.
El porqué de los ajustes
Se trata de un negocio relevante para la matriz. De cada diez dólares de ingresos que reporta el Grupo Falabella, cuatro provienen de Sodimac. Y en cuanto al Ebitda, la filial representa el 23% del grupo.
Desde la empresa detallan que los cambios responden “a una decisión personal de ambos gerentes generales de cerrar un ciclo y dedicarse a nuevos desafíos profesionales y personales”. En la misma línea, conocedores al interior de la firma coinciden en que las renuncias tomaron por sorpresa al directorio.
Sin embargo, fuentes agregan que la reestructuración coincide con un proceso clave para la compañía. ¿La razón? Sodimac es el único de los negocios del grupo que no ha logrado repuntar tras los vaivenes de la pandemia que llevaron a desplomar el valor de la firma.
“El banco anda bien, Mallplaza anda bien, la tienda anda bien, Tottus está repuntando, pero Sodimac se está quedando atrás”, comentó bajo reserva un ejecutivo del grupo.
Una etapa desafiante
A dos décadas de que Grupo Falabella comprara Sodimac a la familia Del Río —y que este clan se sumara como accionista del holding—, la filial dedicada al “mejoramiento del hogar” enfrenta una de sus etapas más desafiantes, producto del complejo escenario macroeconómico y la dificultad para dejar atrás los desequilibrios de la pandemia.
“La explicación es que, en la época de la pandemia, los clientes renovaron todo lo que tenían que renovar. Ahora la necesidad de arreglar la casa o cambiar electrodomésticos es menor. Y por otro lado, el negocio está muy indexado al proceso de construcción, y como no hay nuevos proyectos, es como si se hubiera formado la tormenta perfecta”, explicó un conocedor al interior del negocio.
La diferencia de los escenarios es considerable. Mientras las utilidades de Sodimac Chile en 2021 alcanzaron cifras récord por $228.951 millones, en 2023 la firma perdió $44.529 millones.
Sodimac, al igual que el resto de las filiales del grupo, pasó por un proceso profundo de reducción de costos en los últimos años. Por eso, hoy su recuperación no depende de mayor eficiencia, sino que principalmente de su entorno.
“Si continúas con las eficiencias, comienzas a cortar el hueso: disminuyes vendedores, se deteriora el servicio, el cliente se resiente y al final entras en un círculo vicioso. Como tienes menos vendedores, vendes menos”, apuntó un directivo del grupo.
Otro factor que inquieta al interior de la firma es la arremetida de la competencia asiática. Tras la toma de control de Construmar por parte de Oriental Yuhong, hay conciencia de que se avecina un período complejo, especialmente para el negocio mayorista o también llamado “B2B”.
En ese sentido, el principal desafío para el nuevo CEO Simonetti en Chile será consolidar el negocio y mantener la posición competitiva para seguir siendo el número uno del mercado. Al interior de la compañía valoran especialmente el plan de transformación que lideró en Tottus y su sello de innovación, eficiencia operativa y experiencia omnicanal.
Pero no todo es negativo para el escenario que asume el próximo exTottus y algunos ven los primeros brotes verdes del negocio. A nivel local, Sodimac ya logró recuperar la rentabilidad, mientras que a nivel regional sus ingresos se expandieron un 7% este año.
Pero, donde no hay dudas es que el gran desafío lo tendrá su operación en México.
El plan azteca sin avances
En el último Investor Day del Grupo Falabella, realizado hace casi un año, la firma anunció un plan de inversión por US$650 millones. La cifra fue leída por el mercado como el regreso de Falabella y sus filiales por crecer tras años de contracción.
Justamente, uno de los focos era Sodimac y su expansión en México. Sin embargo, el avance ahí es nulo.
De las 15 nuevas tiendas anunciadas por el grupo en el Investor Day, cinco correspondían a Sodimac, y de ellas, cuatro estaban proyectadas para México. Al día de hoy, en el país azteca el programa no registra avances y la firma se mantiene exactamente el mismo número de tiendas que hace un año.
“En México el proceso ha avanzado más lento de lo presupuestado, porque estamos buscando las mejores ubicaciones junto a nuestro socio Soriana”, señaló a Señal DF la compañía.
Pese a los vaivenes, desde la firma aseguran que el interés por ese país se mantiene, y que uno de los focos del nuevo CEO de Petris será continuar el plan anunciado.
“La participación en México cobra un rol clave: es un mercado que tiene el tamaño de aproximadamente Chile, Perú y Colombia sumados, y donde el comercio formal y la bancarización tienen aún un gran espacio de crecimiento”, comentaron desde Sodimac.
En ese contexto, aunque de Petris proviene de la gerencia de finanzas y no del área comercial, es alguien que conoce en detalle el negocio. “Es una persona que le puede dar un poco más de empuje”, agregó un cercano. 