El fabricante alemán Audi, perteneciente al grupo
Volkswagen, redujo sus beneficios en 2009 en un 38,9%, al cerrar el ejercicio
con una ganancia neta de US$ 1.826 millones, frente a los US$ 2.992 logrados en
2008.
A pesar de esta pérdida, el presidente de Audi, Rupert Stadler, considera bueno
el resultado teniendo en cuenta las dificultades por las que atraviesa el
mercado automotor mundial, en el que han incluido las medidas tomadas por
la compañía al principio del año, con una reducción de costos.
Audi, que ha presentado hoy en su sede, en Ingolstadt, los resultados de la
compañía, dos días antes de que lo haga el grupo Volkswagen, cerró el ejercicio
2009 con una facturación de US$ 40.402 millones, cifra que supone una caída de
12,7% sobre 2008, con unas ventas de 949.729 automóviles, un 5,4% menos que en
el ejercicio anterior.
Stadler y su director Financiero, Axel Strotbek, destacaron haber terminado el
ejercicio con un flujo de caja de US$ 3.146 millones, frente a los US$ 2.609
millones del ejercicio anterior.
Respecto a las ventas, el presidente de Audi destacó que a pesar de la
reducción de un 5,4% de las entregas, fue posible un crecimiento de las ventas
en 38 del centenar de mercados en los que opera la marca.